Saturday, October 3, 2015

La interminable reparación del Latino

La interminable reparación del Latino
Después de cinco años de iniciadas esas labores no se aprecian avances
significativos
viernes, octubre 2, 2015 | Orlando Freire Santana

LA HABANA, Cuba.- Los cubanos estamos acostumbrados a contemplar la
excesiva demora de los procesos constructivos y de restauración de
muchos objetos de obra. En ese contexto sobresale la reparación del
Estadio Latinoamericano, la principal plaza del béisbol en la isla.

Después de cinco años de iniciadas esas labores no se aprecian avances
significativos en el remozamiento de esa instalación. Ello a pesar de
cierto optimismo oficialista contenido en la información "Paso a paso,
el despertar de un Coloso", aparecida en la edición del 25 de septiembre
del periódico Granma.

Lo primero que un visitante advierte cuando arriba al estadio es el
deplorable estado de sus techos, sobre todo hacia la zona del jardín
izquierdo. Una situación que, entre otras cosas, afecta la capacidad del
Latinoamericano para asimilar al público asistente, pues esa zona se
halla cerrada y repleta de andamios y otros materiales de construcción.
De aquella pizarra eléctrica inaugurada en 1971 —cuando se hizo la
anterior reparación capital del estadio—, y que brindaba una valiosa
información a los aficionados, solo queda un recuerdo. La pizarra que se
utiliza en la presente 55 Serie Nacional de Béisbol es parca en lo
referido a los datos que ofrece. Ahora el aficionado no se entera del
orden al bate de los equipos, ni del nombre y el average del bateador en
turno.

¿Será acaso una consecuencia de la debacle económica que afronta el país
y que obliga al ahorro de combustible? Es probable. A propósito, no hace
mucho tuvo que suspenderse un juego nocturno porque falló el sistema de
alumbrado de la instalación.

Una mención especial para el servicio gastronómico que se brinda en este
estadio. Con independencia de que su calidad no se corresponde con la
jerarquía del Latinoamericano, se constata que existe una mala
distribución de los locales destinados a esta actividad. Las tarimas y
puntos de venta —algunos de rústica presencia— se agolpan en dos áreas
específicas, con el perjuicio para aquellos aficionados ubicados en
lugares distantes. En cambio, muchos locales habilitados originalmente
como cafeterías, y repartidos en toda la extensión de este parque
beisbolero, están en completo abandono.

El día de nuestra visita al Estadio Latinoamericano se enfrentaban los
equipos Industriales y Holguín. El primero le daba una paliza a los
holguineros, y por tanto el juego estaba casi decidido. En esas
condiciones algunos aficionados se dedicaban a conversar sobre múltiples
facetas de nuestro deporte nacional.

Una especie de peña tenía lugar en un área de las gradas que aún
conserva asientos con espaldar, una zona privilegiada que contrasta con
los mayoritarios espacios que solo cuentan con tablones —o cemento puro
— para posar las asentaderas. Allí uno de esos aficionados que se las
saben todas hablaba, precisamente, del estado constructivo del
Latinoamericano: "Miren en qué condiciones está este estadio, y todavía
esta gente (las autoridades) piensa tenerlo en forma para celebrar aquí
un Clásico Mundial o una Serie del Caribe. Se comenta, incluso, que hay
que cambiar totalmente el césped y el sistema de drenaje del terreno.
¡Qué ilusos son!"…

A lo que otro aficionado ripostó: "Bueno, como único que esos eventos
sean para el año 2030 o más allá".

Source: La interminable reparación del Latino | Cubanet -
https://www.cubanet.org/actualidad-destacados/la-interminable-reparacion-del-latino/

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