Ascenso a las nubes, con faltas de ortografía
Algunas causan risa, por lo imaginativo; pero expresan hacia dónde ha
ido el sistema educativo cubano
miércoles, octubre 14, 2015 | José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba – Se asegura que una vez nevó en Cuba. Fue en febrero
del año 1900, y según consta en registros oficiales, tuvo lugar en el
Pico Turquino, el punto geográfico más alto de la Isla. Claro que no es
esta la razón por la que una excursión al sitio cuesta hoy 1 376 pesos
para los cubanos, en grupos de cuatro individuos.
La empresa comercializadora Cubamar, de la Organización Superior de
Dirección Empresarial (OSDE) Campismo Popular, adscrita al Ministerio de
Turismo, ha tenido a bien encausar el interés de muchos jóvenes tentados
por el gusto de escalar montañas, aunque no ya con el propósito guerrero
de antaño; ni siquiera con la curiosidad por conocer los altos parajes
desde donde nos cayó arriba la desgracia, sino más bien con la actitud
contemplativa que les resulta común y con el embullo por disfrutar
experiencias vitales de breve duración.
Así, pues, no son pocos los que hacen su ponina, exprimiendo el bolsillo
de los padres, y se lanzan a escalar los 1 974 metros del Pico Turquino,
en pleno corazón de la Sierra Maestra. Es algo que parece estar de moda
ahora en La Habana, sin la más leve connotación política, sino como
variante netamente turística.
Y conste que los excepcionales atractivos de la aventura justifican esta
afición. A más de la posibilidad de admirar las bellezas y la
exuberancia de una zona naturalmente virgen, sobre la que el régimen ha
mantenido el total control y la atención que demandan los más regios
museos, el ascenso al Turquino ofrece una oportunidad única para los
cubanos que sueñan con tocar las nubes con las manos.
Lástima que este ascenso hacia las nubes no permita perder el contacto
con las precariedades del llano, especialmente las que se relacionan con
nuestro sistema educacional. La cacareada competencia de la industria
turística cubana se hace añicos ante la vista pública en aspectos tan
elementales como el montón de errores ortográficos que "adornan" los
carteles destinados a señalar las etapas y las mayores atracciones
durante la escalada al Pico Turquino.
"Esfuerso", en vez de esfuerzo; "coordillera", en vez de cordillera;
"acantilao", en vez de acantilado; u "observárá", escrito así, con dos
tildes, alinean entre los muy frecuentes disparates que se leen en los
anuncios que van marcando la travesía.
José Martí, no en balde llamado El Maestro, debe temblar a diario, desde
su pétrea escultura ubicada en la cima del Turquino, al verse obligado a
soportar inerme tan torpe agresión al idioma de Cervantes y al suyo
propio, que le fue tan querido.
Source: Ascenso a las nubes, con faltas de ortografía | Cubanet -
https://www.cubanet.org/mas-noticias/ascenso-a-las-nubes-con-faltas-de-ortografia/
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