Tuesday, September 15, 2015

La violencia que nos invade

La violencia que nos invade
LOURDES GÓMEZ | Santiago de Cuba | 15 Sep 2015 - 10:39 am.

El modelo de socialismo sustentable se desmorona. La criminalidad
aumenta y no aparecen soluciones efectivas para terminar con ella.

"Robaron en la bodega, se llevaron toda la leche", con este comentario
amanece un barrio en Santiago. Las noticias de robos a los comercios
estatales ya son un pan nuestro de cada día. La criminalidad aumenta
generada por el creciente desempleo y pobreza. La seguridad ciudadana se
ha ido perdiendo. Las historias de asaltos al más puro estilo
hollywoodense, con pistolas y enmascaramiento ya no asombran a nadie.

"La policía no ha venido, dicen que andan por San Pedrito persiguiendo a
unos ladrones", es la justificación de una de las bodegueras a un
usuario que pretendía comprar sus exiguos mandados del mes.

Al parecer los oficiales no alcanzan para atender los diversos llamados
al amanecer. La mencionada bodega estuvo cerrada casi por dos días a la
espera del peritaje policial.

Por supuesto, no hay estadísticas oficiales al respecto. En Cuba se vive
del rumor, que es quien nos indica qué lugar robaron o asaltaron, a
quién violaron o asesinaron. La prensa oficial solo se hace eco de
algunos casos resueltos, sobre todo de robos y desfalcos de millones de
pesos de las arcas del Estado. Los "pequeños" asaltos no suelen reseñarse.

La desatada ola de robos y asaltos ha hecho que la cadena de cafeterías
24 horas Ditú, que vende en CUC, enreje sus múltiples establecimientos
en la ciudad. Sin embargo, ello no ha amilanado a los malhechores. El
establecimiento ubicado en la Avenida de los Pinos, entre el Distrito
José Martí y San Pedrito, ha sido asaltado dos veces en poco más de un
mes. Los pandilleros no tienen miramientos con la vida de empleados o
transeúntes, los cuales se apartan dejándoles hacer y que la policía se
encargue de su captura.

La modalidad delictiva del arrebatador se diversifica. Los transeúntes
no solo tienen que cuidar sus cadenas de oro, sino también sus
celulares. Los incidentes ocurren tanto en el día como en la noche. La
criminalidad es tan alarmante que el enfrentamiento al delito es uno de
los puntos a discutir en las próximas Asambleas de Balance, Renovación
y/o Ratificación de Mandatos del PCC, celebradas desde el pasado sábado
hasta octubre en todos los municipios de la provincia, según informa el
semanario Sierra Maestra.

Dónde estaba el custodio y la guardia cederista, se preguntan los
clientes de la bodega robada. La realidad es que ninguno funciona. Los
custodios son inestables por el bajo salario que perciben, lo que
provoca el constante abandono del trabajo, y la guardia cederista es
casi inexistente. El relajamiento de la vigilancia, una de las
principales tareas de los Comité de Defensa de la Revolución (CDR), ha
provocado el llamamiento en las reuniones de los barrios convocando a
dicha guardia como compromiso para la contención del crimen. No
obstante, los cederistas eluden esta responsabilidad.

"Yo trabajo mucho para hacer guardia hasta las cinco de la mañana, que
cada cual cuide su casa", comenta por lo bajo un cederista a la salida
de una de estas reuniones. Hay muchos barrios que ni siquiera las
convocan. El CDR es una organización decorativa y obsoleta, su papel de
espía es mantenido mayormente por adultos mayores todavía fieles a los
ideales revolucionarios, pero los jóvenes lo ven como "chivatería".

Mientras, proliferan pandillas juveniles y es común escuchar de
agresiones y asesinatos en los bailables de los fines de semana. No
valen consignas triunfalistas, el modelo de socialismo sustentable se
desmorona. La criminalidad aumenta y no aparecen soluciones efectivas
para acabarla.

Source: La violencia que nos invade | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1442182228_16896.html

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