Tuesday, September 15, 2015

Dominus Vobiscum Cubae

Dominus Vobiscum Cubae
JOSÉ MANUEL PALLÍ

Como cubano, estoy de parabienes con la visita del primer Papa nacido en
el nuevo continente (en Nativia, como diría una de nuestros más insignes
estadistas) a la isla cuya belleza tanto deslumbró a don Cristóbal
Colón. Es el primer Papa americano (en el sentido lato de la expresión)
y por eso su visita, a Cuba y a cualquiera de las tierras incógnitas
hasta aquel octubre de 1492, nos debe llenar de orgullo a todos los
americanos. Y ese orgullo fue palpable en las multitudes que siguieron
sus actividades en Brasil hace no mucho tiempo, y en Ecuador, Bolivia y
Paraguay más recientemente. Seguramente en Cuba el Padre Jorge –como
prefiere que lo llamen– encontrará el mismo grado de entusiasmo y de fervor.

Pero me preocupa un poco la visita de Francisco a los Estados Unidos,
sobre todo por el marcado simbolismo de su viaje directo entre La Habana
y Washington. Y no es que me parezca mal ese simbolismo, al contrario:
me parece el énfasis ideal para el proceso de acercamiento entre Cuba y
los Estados Unidos a partir de los anuncios del pasado 17 de diciembre.

Me preocupa porque esa asociación entre sus visitas pastorales a ambas
naciones pudiera opacar, en medio del ronroneo de los motores de muchos
que ya lo llaman "comunista", el que parece ser el mensaje central de su
papado: el mundo ya no da abasto y no puede tolerar más atropellos, ni
en el plano físico o ecológico, ni en el plano socio-económico. Y esa
simultaneidad pudiera no solo opacar el mensaje central de la visión
apostólica de este Papa, sino encender un polvorín que pudiera hasta
dañar al proceso de acercamiento entre los dos países que visitará este
mes de septiembre.

Y es que como Bergoglio, fiel a sus raíces, ve al sistema o modelo que
preconizan los centros de poder económico (poder del cual los Estados
Unidos sigue siendo el epicentro en el mundo) como responsable de muchos
de esos atropellos, y critica acerbamente a ese modelo (nefasto para el
medio ambiente, consumista, individualista, negador del bien común,
promotor de desigualdades ancladas en una visión del ser humano y de la
vida misma poco menos que egocentrista) ya las tintas están más que
cargadas entre algunos "americanos" (en el sentido restringido de la
expresión) mucho antes de su llegada a los Estados Unidos.

Llega, además, en pleno despegue y despliegue de una campaña
presidencial en la que campean la ignorancia y la banalidad, azuzadas en
ambos casos por el miedo a lo "diferente" (de ahí la relevancia que la
patética mediocridad de algunos de los candidatos le otorga al
"problema" migratorio) y que exacerba los ánimos de nuestros vecinos más
asustados por el mensaje de este Papa americano.

Quizás hubiera sido preferible que las dos visitas pastorales hubieran
sido espaciadas en el tiempo, porque el contraste entre la forma en que
los cubanos (en la isla) recibirán el mensaje del Papa Francisco –la
misma forma en que lo recibieron los brasileños, los ecuatorianos, los
bolivianos y los paraguayos– y el recelo que seguramente despertará en
ciertos círculos de nuestro país, donde muchos de nuestros conciudadanos
nunca se han sentido cómodos con el ecumenismo de la Iglesia católica,
difícilmente sea provechoso para nadie.

Porque el ecumenismo de este Papa americano y diferente aterra a quienes
se aferran a fábulas como las del "trickle down economics" o efecto
goteo de la acumulación de riquezas por unos cuantos, fábula que hizo
famosa San Ronaldo, el Esopo de nuestros tiempos. Y el miedo es,
invariablemente, el peor de los consejeros.

Habrá, por supuesto, entre nuestros vecinos de Miami más de uno que me
diga que en Cuba no le tienen miedo al Papa y su mensaje es bien
recibido, justamente, porque el Papa es "comunista". Eso no es sino
parte de nuestro folklore…

Pero puesto a elegir y de primeras, me parece que es Cuba la que
necesita con más urgencia que el Señor esté con ella. Aunque les
confieso que cada vez que veo un "debate presidencial" entre los
precandidatos pienso que no, que somos nosotros los que más necesitados
estamos.

Abogado cubanoamericano.

Source: JOSÉ MANUEL PALLÍ: Dominus Vobiscum Cubae | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article34974798.html

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