Thursday, September 10, 2015

Cuba coreana

Cuba coreana
ALEJANDRO RÍOS

La Cuba coreana está en plena efervescencia por estos días. Se trata de
un proceso cíclico del régimen y suele acontecer cuando presumen que
algunas tuercas de la recia dictadura se van de control. El modelo
político de Corea del Norte es, en cualquier caso, la quimera añorada
por los Castro.

La inquietud actual se justifica por la cercanía reciente con los
Estados Unidos. Resulta impostergable dejarle saber al nuevo amigo que
no sueñen con cambios que pongan en solfa el llamado proyecto socialista
reformado, aunque la iglesia busca "una transición suave", según afirma
un representante en Miami.

Lo cual, a estas alturas, es un mensaje críptico, difícil de descifrar,
místico quizás. ¿Transición, hacia dónde? ¿Suave? Ya el cardenal Ortega
argumentó en una entrevista tramitada que la iglesia no está para
cambiar gobiernos. Siempre un embrollo todo lo que tenga que ver con
progreso en la isla, coartado a niveles exasperantes. Esperemos que el
Papa Francisco, quien "hablará sin pelos en la lengua", al decir de la
misma fuente religiosa floridana, ayude a dilucidar de qué trata esta
otra esperanza de cambio para el extenuado pueblo cubano.

En el ínterin, arrecia lo coreano. En vez de celebrar que el grupo de
reguetón Gente de Zona haya logrado lo que parecía imposible hace solo
algunos meses: insertarse en el vasto y lucrativo mercado del
entretenimiento americano, con varios hits –sumamente cubanos por
cierto–, junto a celebridades consagradas, el diario de la juventud
comunista se acompleja, y los llama comparsa bullanguera, segundones,
papeles secundarios. Es el síndrome del cubo con cangrejos, donde nadie
llega a escapar de la trampa porque los que están en el fondo halan a
los que llegan al borde del éxito.

En el pasado, un responso mediático de esta índole hubiera puesto en
dificultades a la divertida agrupación que traduce, como ninguna otra,
"la gozadera" que reclama un pueblo harto de las carencias y la doble
moral, más interesado en bailar sus penas que seguir empachado hasta la
indiferencia de Martí, Dulce María Loynaz, Lam, Lezama Lima y Cecilia
Valdés, paradigmas de la cultura, mencionados por el diario oficial como
valladar del incontrolable destape hedonista en la grisura de la revolución.

La alternativa de lanzarse al malecón para bailar durante tres horas con
Gente de Zona es una coreografía lírica y combatiente del Ballet
Nacional de Cuba, dirigido por una nonagenaria invidente, en tributo a
Vilma Espín, quien fuera la segunda dama del régimen y presidenta de la
Federación de Mujeres Cubanas, una organización feminista que se disipa
en su inutilidad. La prensa ha recogido puntual el saludo de Raúl Castro
a Alicia Alonso a propósito del homenaje.

Los estudiantes universitarios de la Cuba coreana consagran los actos
más estrafalarios del régimen y viran la cara ante las injusticias. Por
estos días celebraron, con fervor, el setenta aniversario del ingreso de
Fidel Castro al alto centro de estudios, mediante desfiles, discursos
enardecidos y paneles de conferencias. Lo llamaron un estudiante
intachable cuando otras fuentes históricas refieren sus lances
gansteriles y ambiciones políticas.

Como colofón del culto a la personalidad –a la manera asiática–, el hijo
grueso del propio Castro, mediocre fotógrafo, ha publicado un libro que
documenta el deterioro de su padre en reclusión.

Tanto este como otros integrantes de la descendencia despótica no son
muy duchos a la hora de expresarse. Uno de los periódicos oficialistas
insiste en sacarle frases inteligentes al supuesto "artista de la
imagen" pero el resultado deja mucho que desear, apenas un balbuceo
tarado de sus planes sin sentido.

En la Cuba coreana, el futuro sigue cautivo y pendiente.

Source: ALEJANDRO RÍOS: Cuba coreana | El Nuevo Herald -
http://www.elnuevoherald.com/opinion-es/opin-col-blogs/opinion-sobre-cuba/article34477551.html

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