¿Armas para qué?
Un régimen que no puede garantizarles la leche a los niños de su país
está enfrascado en una negociación de compra de armamentos por decenas
de millones de dólares
Rafael del Pino, EEUU | 14/09/2015 11:03 am
Hace bastante tiempo que las nuevas generaciones no saben absolutamente
nada de este viejo slogan pronunciado por Fidel Castro en su primer
discurso al llegar a la Habana el 8 de Enero de 1959 medio siglo después
que entramos victoriosos en la capital luego de haber derrotado al
ejercito de Batista.
No es mi intención sacar a colación las traiciones de Fidel Castro. Para
eso hay millones de citas y pruebas en cualquier sitio de Internet.
Basta realizar una búsqueda en Google sobre el tema y ahí las tendrán.
Pero es necesario para el análisis posterior, comenzar con exponer
algunos pronunciamientos de ese trascendental discurso para que los
compañeros de las FAR, cuya mayoría han nacido después del triunfo de la
"Revolución" entiendan y no se desayunen cuando expongo mis criterios.
Discúlpenme si cito párrafos completos resaltando en letras cursivas los
pronunciamientos más reveladores, pero es absolutamente necesario,
Tampoco veo la necesidad de analizar las frases más significativas,
ellas hablan por sí solas:
"Yo les voy a hacer una pregunta: ¿Armas para qué?, ¿para luchar contra
quién?, ¿contra el Gobierno Revolucionario, que tiene el apoyo de todo
el pueblo? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿Armas para qué?, ¿hay dictadura
aquí? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!") ¿Van a pelear contra un gobierno libre,
que respeta los derechos del pueblo? (EXCLAMACIONES DE: "¡No!"), ¿ahora
que no hay censura, y que la prensa es enteramente libre, más libre de
lo que ha sido nunca, y tiene además la seguridad de que lo seguirá
siendo para siempre, sin que vuelva a haber censura aquí?
(APLAUSOS), ¿hoy, que todo el pueblo puede reunirse libremente?, ¿hoy,
que no hay torturas, ni presos políticos, ni asesinatos, ni terror?,
¿hoy que no hay más que alegría? Cuando todos los derechos del ciudadano
han sido restablecidos, cuando se va a convocar a unas elecciones en el
más breve plazo de tiempo posible, ¿armas, para qué?" (Fidel Castro, 8
de enero de 1959).
El objetivo de esta introducción necesaria está basado en analizar con
los oficiales de las Fuerzas Armadas la noticia publicada por la agencia
de noticias RIA Novosti de Rusia donde el director general de la empresa
fabricante Duks, el señor Yuri Klinshin anuncia la venta a Cuba en el
próximo año 2016 de los misiles aire-aire R-73E. "Estamos hablando de
vender centenares de misiles", afirmó Klinshin.
Esta es el texto de la noticia como la publicó Sputnik Mundo el 24 de
agosto:
Decenas de países del mundo recibirán antes del fin de año misiles rusos
R-73E en cumplimiento de los correspondientes contratos, anunció Yuri
Klishin, director general de la empresa Dux, fabricante de estos misiles.
"Todos los programas (de exportación) previstos para este año se
cumplirán", dijo en una entrevista con RIA Novosti.
El fabricante de los misiles, indicó, está ultimando los preparativos
para realizar estos envíos, que van destinados a "distintas regiones del
mundo".
"Hay un interés (hacia los misiles R-73E), y es bastante importante",
destacó Klishin.
Estos misiles, recordó, actualmente forman parte del arsenal de países
como China, la India, Vietnam, Argelia, Angola, Cuba, Bangladesh,
Eslovaquia, Venezuela, Birmania, Botswana, Indonesia, así como
prácticamente de todas las antiguas repúblicas soviéticas.
La empresa Dux está trabajando en estos momentos en una versión avanzada
del R-73E que se instalará en los cazas de quinta generación T-50 PAK FA.
"También será un misil de corto alcance, para combates aéreos cercanos,
y portará una ojiva de autoguiado por infrarrojos con características
mejoradas", adelantó.
Según Klishin, la eficacia del nuevo misil aumentará entre un 25% y un 30%.
El R-73 (AA-11 Archer según clasificación de la OTAN) es un misil
aire-aire de corto alcance capaz de destruir objetivos en alturas de
entre cinco y 20.000 metros que vuelan con una velocidad de hasta 2.500
kilómetros por hora. (Ver foto).
El alcance máximo de esta arma es de 30.000 metros.
El misil, de 2.900 milímetros de longitud y 110 kilogramos de peso, se
equipa con espoletas con guiado láser o por radio.
Actualmente es el misil más utilizado por la Fuerza Aérea rusa.
Por supuesto que cada país tiene el derecho de comprar los armamentos
que considere necesario para defenderse. Lo que no acabo de entender es
que un régimen que no puede garantizarles la leche a los niños de su
país, como ha reconocido públicamente el General Presidente Raúl Castro,
se enfrasque en este tipo de transacciones que equivalen a decenas de
millones de dólares.
Dado el secretismo siempre existente tanto en Cuba como en la Rusia
actual donde no se le informa a sus respectivos pueblos en que se emplea
y como se gasta el presupuesto de la nación podemos hacer un cálculo
bastante aproximado de lo que le costaría al General Presidente cada
misil R-73E.
El R-73E es el equivalente al AIM-9X Sidewinder construido por la
empresa norteamericana Raytheon. Para los que no están familiarizados
con la carrera armamentista: ante cada nuevo tipo de armamento
desarrollado por una potencia mundial, su Némesis en el planeta tiende a
desarrollar un tipo similar o mejor que lo contrarreste o lo supere.
Sucedió con los aviones MiG-15 vs. F-86, MiG-21 vs. F4 Phantom, primeros
misiles Sidewinder AIM-9 vs. R3S ó K-13, como los conocíamos nosotros, y
así sucesivamente. Pues bien, si en el 2015 a la USAF trescientos tres
misiles le costaron 120 millones de dólares, un solo misil AIM-9X
Sidewinder cuesta nada menos que $425.742 por unidad.
Ahora bien, la interrogante en esta transacción económica con el régimen
mafioso autoritario de Rusia es precisamente ¿qué hay detrás de este
cambalache? Porque el mundo entero sabe que el régimen castrista con el
país totalmente en bancarrota y arruinado no tiene un centavo para pagar
esos armamentos. Por otro lado los rusos saben que jamás verán las
"fulas" o el "деньги" de esa transacción que, por supuesto, será a
crédito en una cuenta apuntada en el "hielo", como la que tenían los
antiguos dirigentes comunistas de la ya desaparecida URSS. Y entonces,
¿cuál será el pago?
No hay que ser Einstein para despejar la formula:
"Firmamos el acuerdo de seguridad mutua con el hijo del general
Presidente, le damos créditos para comprar armamentos que no les sirven
para nada en los pocos cacharros viejos que le quedan de aviones, y a
cambio volvemos a montar un centro de espionaje actualizado contra
Estados Unidos, nos encargamos de la construcción del nuevo 'Aeropuerto
Internacional' en la actual base aérea de san Antonio de los Baños,
donde también puedan aterrizar los aviones de nuestra aviación
estratégica, y si la administración de Estados Unidos patina y entrega
la base de Guantánamo pues todos los caracoles apuntan a que tendremos
una base naval mucho mejor equipada que la que teníamos en la de
submarinos de Cienfuegos".
Elemental, Watson, le diría Sherlock Holmes a su asistente.
Pero lo que más me confirma esta deducción es que estos misiles
altamente modernos, por mucho adelanto que supongan, significarían un
empleo totalmente irracional para ser acoplados con aviones obsoletos,
con más de 25 años en las costillas, y cuyos sistemas de puntería,
electrónicos, y de radiolocalización de objetivos aéreos, están muy por
debajo de las grandes posibilidades de este armamento.
Para los que no tienen experiencia en el campo militar pudiera
describirlo con esta analogía: sería como tratar de ponerle un cargador
de AK-47 a uno de los mosquetes que trajo Diego Velázquez a la conquista
de Cuba.
Y más aun, miren el cementerio de MiGs en las fotos aéreas de la base de
San Antonio de los Baños. De aquel esplendor pasado en que brillaban
cientos de cazas, hoy se pueden contar con los dedos de las manos. Como
diría el sargento Cándido: "Qué triste la suerte del pobre Lara con la
escopeta rota y la pólvora mojada".
En mi próximo artículo continuaremos analizando este tema de ¿Armas para
qué? Pero no quiero concluir este sin otro interesante párrafo de aquel
histórico discurso de Fidel Castro:
"Es lo que siempre les decía yo a los combatientes rebeldes: cuando no
tengamos delante al enemigo, cuando la guerra haya concluido, los únicos
enemigos de la Revolución podemos ser nosotros mismos". (Fidel Castro, 8
de enero de 1959).
Efectivamente Comandante, tenía usted toda la razón. La guerra ha
terminado, y en Washington y La Habana ondean las banderas de ambos países.
Los únicos enemigos de la Revolución son ustedes mismos.
Source: ¿Armas para qué? - Artículos - Opinión - Cuba Encuentro -
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/armas-para-que-323621
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