Las orgías lideran el mercado del sexo en Cuba
Desde hace un lustro, en el mercados sexual de La Habana nocturna, las
orgías lésbicas están de moda. Cuando un grupo de amigos con suficiente
dinero salen de juerga, es muy probable que terminen pasando la noche
con dos chicas
COMERCIALIZACIÓN DEL SEXO | 13 de Junio de 2015
LA HABANA.-IVÁN GARCÍA
Especial
A sus 23 años, Sheyla se considera una experta a la hora de ofertar
chicas en el clandestino mercado del sexo en La Habana.
Es una mulata pasada de peso y ojos verdes de modelo que nació en un
sombrío solar en el sureste de la capital. Su historia es similar a la
de cientos de jineteras cubanas.
Creció en una familia disfuncional. Su madre es una alcohólica perdida y
Sheyla desconoce quién fue su padre. La promiscuidad sexual de su madre
y el hambre la empujaron a prostituirse siendo aún una niña.
"Era lógico que terminase siendo puta y bisexual. Mi madre, sin ningún
recato, alternaba con hombres y mujeres. Tuve padrastros y madrastras. A
los diez años debía limpiar y cocinar. A los doce comencé a prostituirme
por comida, golosinas o cualquier regalo. A los quince, una novia que
tenía me enseñó a ganar dinero con los cuadros lésbicos. Con 18 años
tuve una hija. Después del parto engordé demasiado y por mis contactos
en el mundo del jineterismo me dediqué a comercializar el sexo. Soy
buena en eso", señala mientras conversa en un bar privado, una tarde
lluviosa.
Ofrecen un amplio catálogo
Unos clientes la llaman a su móvil y Sheyla queda en verlos en 15
minutos. En su teléfono inteligente Nokia Lumia tiene un catálogo
extenso de fotos de chicas entre 16 y 29 años.
"Tengo de todo. Rubias, negras, mulatas, pelirrojas. Con sus cuerpos
originales, sin silicona y ninguno de esos inventos que han convertido a
muchas mujeres en maniquíes de plástico", señala con tono de mercader,
como si vendiese una arrocera a domicilio.
En la puerta del bar la espera un viejo auto ruso que suele alquilar por
30 cuc diarios. El precio de las transacciones varía, según la persona y
su procedencia.
Los precios dependen del cliente
"A un 'yuma' [forma de popular de referirse a los extranjeros en las
calles cubanas] se le cobra más caro. El precio entre los extranjeros
depende de la pinta y el bolsillo. Hay europeos que conocen el paño como
cualquier cubano. Y no tienen mucha plata. Entonces les cobró 30 cuc por
cada muchacha y una comisión de 10 cuc para mí. Las chicas hacen
cualquier cosa. Y están con el cliente toda la noche. Cuando terminan su
faena, cada una me da diez pesos convertibles. Yo les garantizo los
clientes. En el mercado nacional (cubanos con billetes como músicos,
gerentes, funcionarios o dueños de negocios privados) la tarifa oscila
de 15 cuc a 25 para cada una de las jineteras", dice mientras recoge su
bolso y se marcha.
Desde hace un lustro, en el mercados sexual de La Habana nocturna, las
orgías lésbicas están de moda. Cuando un grupo de amigos con suficiente
dinero salen de juerga, es muy probable que terminen pasando la noche
con dos chicas.
En el argot callejero a las bisexuales les llaman 'tuercas'. Joan
Carlos, un farandulero habitual de discotecas de calibre explica que
"muchas de las 'jevitas que están en el fuego' (se prostituyen) son
asiduas a las discos. Algunas tienen sus chulos o novios. Cuando las
llaman al móvil parten raudas. Al otro día comparten la plata con su
pareja. Siempre están disponibles. Son máquinas de buscar dinero. Se
visten con 'ropa fashion' y halan más polvo (cocaína) que una
aspiradora. Casi siempre sus clientes cubanos son reguetoneros de moda y
tipos que tienen un 'baro' [dinero] largo".
Prostitución a discreción
Existen jineteras bisexuales independientes. Como Ainoa. De día trabaja
en una cafetería particular como camarera. De noche, ocasionalmente, se
prostituye a discreción con personas de confianza.
"La vida está muy dura. Tengo 20 años y debo mantener a mi abuela y a mi
madre. En la cafetería me pagan 80 pesos diarios (alrededor de tres
dólares), pero no me alcanza. Como no tengo hijos, algunas noches junto
a mi pareja y con gente discreta que conozco hace tiempo hacemos sexo.
Los 25 o 30 'chavitos' (pesos convertibles) que me pagan me ayudan a
vivir con cierto desahogo. No tengo remordimientos. Me gusta la buena
vida, beber cerveza importada y fumar marihuana. No veo nada malo en
eso", confiesa con una amplia sonrisa.
Para jineteras como Ainoa la competencia no es un problema. Al menos en
La Habana hay más demanda que oferta.
Source: Las orgías lideran el mercado del sexo en Cuba :: Diario las
Americas :: Cuba -
http://www.diariolasamericas.com/4847_cuba/3161040_prostitucion-cuba-jineteras-cubanas-homosexuales-lesbianas-cuba.html
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