La Guardia Costera de EEUU percibe 'una desesperación' incesante en los
balseros cubanos
AGENCIAS | Miami | 12 Jun 2015 - 8:16 pm. |
Desde el pasado 1 de octubre, se han capturado o interceptado a más de
2.600 migrantes de la Isla.
A pesar del histórico cambio en las relaciones entre La Habana y
Washington, muchos cubanos siguen intentando el arriesgado viaje por mar
hasta las costas de Estados Unidos por miedo a que el país cambie su
política de "Pies secos-Pies Mojados" que permite que los isleños que
llegan al país puedan quedarse y obtener la ciudadanía.
Sin esta política, serían tratados como cualquier otro extranjero
sorprendido viviendo de forma ilegal en el país, que no pueden aspirar a
la ciudadanía y son objeto de deportación, informa AP.
Las autoridades estadounidenses devuelven a Cuba a cualquier migrante
cubano descubierto en el mar. Desde el pasado 1 de octubre, se han
capturado o interceptado a más de 2.600 migrantes cubanos. Se espera que
la cifra iguale o sobrepase el dato total del año pasado, con casi 4.000
personas.
"Es justo decir que este es el 'Lejano Oeste' de la Guardia Costera",
dijo el comandante Gabe Somma, vocero del 7mo Distrito de la Guardia
Costera con sede en Miami, que patrulla el estrecho de Florida. "Tenemos
frogas, tenemos migrantes y tenemos operaciones de búsqueda y rescate, y
tenemos un área enorme, aproximadamente del tamaño del territorio
continental de Estados Unidos".
El zumbido constante de un avión de la Guardia Costera volando bajo y en
círculos sobre estas rápidas y oscuras aguas envía un mensaje distinto a
los migrantes: Nada ha cambiado.
Los aviones de la Guardia Costera están equipados con sensores que
reconocen formas sobre la superficie del agua a millas de distancia.
Desde una patrulla a más de 450 metros de altitud (unos 1.500 pies), los
cruceros son manchas en el horizonte y los veleros puntos blancos con
largas estelas.
Un barco de migrantes parece tener el tamaño de una boya. Los pilotos
buscan detalles sospechosos: olas que no rompen bien, una mancha oscura
en la sombra de una nube, el destello de algo arrojado por la borda o el
murmullo de una lona azul.
"He visto a dos hombres en una plancha de poliestireno con dos
mochilas", comenta el teniente Luke Zitzman desde la cabina durante un
reciente vuelo de reconocimiento.
Equipos de la Guardia Costera abrirán las puertas para mercancías para
arrojar cubos con agua y alimentos, en ocasiones su propia comida, a los
migrantes que hacen gestos frenéticos para obtener ayuda.
También han visto a migrantes dejar a un lado chalecos salvavidas y
balsas inflables para mantenerse a flote en las profundas aguas antes
que lleguen las patrillas de los guardacostas. Si pueden ver la orilla,
muchos tratan de nadar para alcanzarla.
"Eso debe ser realmente frustrante, ver la libertad pero no darse cuenta
de lo lejos que está realmente", dijo el teniente Hans de Groot, el
piloto de una patrulla reciente.
Una vez que son recogidos por la Guardia Costera, los migrantes pasan de
una patrullera a otra hasta que regresan a Cuba.
A bordo de la patrullera Charles David Jr., la tripulación reconoce a
veces caras conocidas entre los cerca de 900 migrantes que han subido a
sus cubiertas desde 2013. Una familia con una niña de cuatro años pasó
por allí en dos ocasiones, y otros migrantes confiesan haber sido
interceptados media docena de veces o incluso más.
Aunque el teniente comandante Kevin Beaudoin dice que los migrantes son
sus invitados, en ocasiones es imposible calmarlos. Algunos han
arremetido contra la tripulación, rechazaron comida y agua o intentaron
autolesionarse con la esperanza de ser trasladados a Florida. (Algo que
raramente funciona)
"Son humanos, están intentando lograr una vida mejor. No están
intentando llegar a Estados Unidos para vivir a costa de los demás.
Hemos tenido a algunos a bordo seis, siete veces, y no hay duda de que
hay desesperación ahí", señaló el contramaestre segundo Matthew Karas,
que vela por los migrantes.
La Guardia Costera quema o hunde luego las balsas de los migrantes.
Últimamente, Beaudoin ha notado que muchas de las balsas están hechas de
espuma empleada para la construcción, reforzadas con barras y envueltas
en lonas de vinilo. Estas no se van al fondo, y la Guardia Costera les
instala transmisores que alertan a los otros barcos de que hay un
obstáculo en el mar.
Source: La Guardia Costera de EEUU percibe 'una desesperación' incesante
en los balseros cubanos | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1434136571_15123.html
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