"En la Cuba de hoy la gente ve las series y películas que quiere ver"
El asesor de Raúl Castro asume las nuevas tecnologías y la entrada de
contenidos de EE UU
JUAN JESÚS AZNAREZ Madrid 11 JUN 2015 - 21:25 CEST
Cuba reconduce su convivencia diplomática con Estados Unidos y asume la
cohabitación con las nuevas tecnologías de la comunicación y la masiva
entrada de contenidos made in USA, pero "jamás vamos a permitir que el
mercado dicte nuestra políticas culturales", subraya Abel Prieto, ex
ministro de Cultura (1997-2012) y asesor de Raúl Castro en el Consejo de
Estado y de Ministros "Esas políticas, se mantienen intactas", declara
en una entrevista con EL PAÍS durante su estancia en España para asistir
al XIII Encuentro de Solidaridad con Cuba, que reúne en Zaragoza a
decenas de organizaciones simpatizantes. "La idea de que vivimos en un
régimen que controla todo lo que el ciudadano consume es una mentira,
una caricatura insostenible en este mundo interconectado".
Abel Prieto (1950) no desconoce, sin embargo, que la distensión con
Estados Unidos, y los cambios generacionales y de consumo cultural
determinan la actualización de un modelo que ha sido de trinchera desde
el triunfo revolucionario de 1959 y la entrada en colisión ideológica
con Estados Unidos, potencia hegemónica desde el derrumbe de la URSS en
1989. "No vamos a prohibir cosas. La prohibición hace atractivo el fruto
prohibido, el oscuro objeto del deseo. Estamos trabajando contra la ola
de banalización y frivolidad, y no para prohibir sino para que la gente
sepa discernir, sobre todo en el mundo audiovisual porque la nueva
generación es muy audiovisual.
A la espera de que las nuevas tecnologías y el acceso a Internet, hasta
ahora muy limitado, se generalicen en los domicilios de los once
millones de cubanos, el ministerio de Cultura última, entre otras
iniciativas, una oferta pública de descargas gratuitas disponible en los
espacios wifi y clubes de jóvenes habilitados en el país. Ese paquete
incluye más de 300 películas de calidad, desde el Halcón Maltés y
Gandhi, al nuevo cine latinoamericano, pasando por el Hamlet de Kenneth
Branagh, lo mejor de Woody Allen, y los formatos sinfónicos de temas de
Silvio Rodríguez. "El menú combina cosas con densidad cultural y
material de entretenimiento porque la opción del socialismo no puede ser
el aburrimiento".
Abel Prieto dice que los cubanos no están hipnotizados por Hollywood y
les interesa también otro tipo de cine, fundamentalmente el nacional.
"En Estados Unidos no tienen ministerio de Cultura, ni les hace falta
porque el mercado lo decide todo con una promiscua convivencia de los
contenidos de calidad y con la degradación y la desinformación, al mismo
nivel, que confunde a los consumidores no preparados. Uno de los
desafíos de Cuba para evitar esta globo colonización que todo lo invade
y que también ha llegado a nuestro país es reforzar la calidad de la
educación".
El asesor presidencial señala que "nosotros tenemos una ventaja que no
tienen ustedes aquí. Es que los medios nuestros son estatales. Nosotros
no tenemos enseñanza privada. Todo el sistema es público. Las
instituciones culturales son públicas". Abel Prieto niega el omnímodo
control del Estado sobre los ciudadanos. El Estado suministra
"instrumental crítico para que el ciudadano puedan elegir contenidos
sabiendo descifrar los códigos: con conocimiento de causa. Y después que
la gente haga lo que estime conveniente con su tiempo libre".
"Es pueril pensar que podemos controlar los contenidos culturales de los
jóvenes. En la Cuba de hoy la gente ve las películas y series que
quieren ver" agrega. "Es un país con más de tres millones de turistas,
con decenas de miles de cubanos de Miami entrando continuamente con
memorias flash [lápices de memoria USB] y todo tipo de dispositivos. Es
ridículo pensar que unos tecnócratas del ministerio de Cultura puedan
organizar el menú cultural. Eso es una locura". No obstante, se
manifiesta convencido de que el Gobierno puede influir sobre el gusto y
los hábitos de lectura a través de los instrumentos a su alcance. "Pero
no es fácil. Es un reto complejo".
El menú preparado por las autoridades cubanas elimina la basura de la
televisión hispana, los programas chatarra y los reality show. "Me
espantan no por razones políticas sino porque están en las antípodas de
lo que yo quisiera como parte de nuestra utopía. "No es un problema
político si no diría casi estético. Es de degradación Como dice un amigo
"estamos contaminando con material interesante". Escritor, director de
la editorial Letras Cubanas y presidente de la Unión de Escritores y
Artistas de Cuba antes de ser ministro, Prieto dice que otro proyectos
en marcha es la producción de videojuegos sin violencia, ni racismo,
"diferentes a los fascistoides que proliferan en el mercado y que crean
adicciones entre los niños y adolescentes".
"El humanismo que nació en el renacimiento y que financió la burguesía
esta de capa caída", lamenta. "La propia burguesía lo ha ido liquidando.
Hay que defender la memoria cultural aunque te acusen de nostálgico y
avejentado, de no entender que todo cambió. Sin memoria cultural ¿qué
vamos hacer de este mundo, qué vamos hacer con El Quijote?".
Source: "En la Cuba de hoy la gente ve las series y películas que quiere
ver" | Internacional | EL PAÍS -
http://internacional.elpais.com/internacional/2015/06/11/actualidad/1434050756_585426.html
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