La Cumbre en números
[24-04-2015 10:28:26]
Arnaldo Ramos Lauzurique
Economista
(www.miscelaneasdecuba.net).- Si el presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro Moros, pretendió convertir su disputa con Estados Unidos en el
centro de los debates de la VII Cumbre de las Américas; no lo logró. El
decreto de Obama, que calificó a ese país como una amenaza para su
Estado, lo volvió loco.
Pero si además, Maduro presumía que la confrontación que ocasionaría
entre toda Latinoamérica y el Caribe con Estados Unidos, serviría para
dar al traste con futuros eventos de esa naturaleza; mucho menos tuvo éxito.
No le faltaron esfuerzos ni gastos de recursos. Durante más de un mes,
en un típico escenario teatral -al estilo de Fidel Castro en sus buenos
tiempos- tuvo movilizada a toda Venezuela, reduciendo al mínimo las
actividades económicas. Además convocó a todas las organizaciones
regionales a las que pertenece –UNASUR, CELAC, ALBA- para buscar un
respaldo unánime, pero a la hora de las exposiciones de los mandatarios
en el evento, la mayoría de éstos pasó por alto la cuestión.
En total 10 naciones de las 35 participantes: Cuba, Ecuador, Argentina,
Bolivia, Uruguay, San Vicente y las Granadinas, El Salvador, Nicaragua,y
Granada y la propia Venezuela; manifestaron un apoyo resuelto a Maduro.
Ello representó el 29% de los países presentes y apenas el 15% de la
población del continente, estimada en unos 1 000 millones de personas,
Cinco naciones: Trinidad y Tobago, Barbados, República Dominicana,
Antigua y Barbudas y Panamá con menos del 2% de la población
continental, se refirieron ligeramente al tema o se manifestaron en
términos conciliatorios.
Los 20 Jefes de Estado restantes, el 57% ,, que representan a una
población superior a las 800 millones de personas, le pasaron de largo
al asunto; por supuesto Estados Unidos entre ellos, pero además, tampoco
se refirieron al tema, las otras naciones más pobladas del hemisferio:
México, Brasil, Perú, Canadá y Colombia.
Por lo demás, la Cumbre pasó sin penas ni glorias, aunque esto no
significa que vaya a ser la última como se auguraba y Perú será sede de
la próxima. Obama capeó el temporal que se le avecinaba con la posición
de Venezuela y obtuvo el reconocimiento -casi unánime- junto a Raúl
Castro, por la distención entre ambos países, aunque están aún por ver
los resultados futuros que ello tendrá para el pueblo cubano.
A los que ven a Cuba desde lejos o con cristales rosados, puede haberles
simpatizado el discurso de Raúl Castro, que parecía escapado de un asilo
de ancianos, pero los que viven aquí solo pudieron observar en la
lectura de su panfleto la soberbia habitual, de la cual poco se puede
esperar.
No parece haber levantado simpatías el comportamiento de los agentes
gubernamentales cubanos en el foro de la sociedad civil, que se negaron
a ser personas civilizadas. Esgrimir -contra supuestos terroristas- la
figura de Ernesto Guevara, que estaba en Bolivia en 1967, matando
bolivianos es un contrasentido, máxime cuando ese personaje había
proclamado antes de morir, en su "Llamado a la Tricontinental", que el
revolucionario tenía que ser una fría máquina de matar, en lo cual están
posiblemente inspirados los terroristas del Estado Islámico.
Pero Guevara no era más que un discípulo de Fidel Castro. Hay que
recordar que en 1954, el ex presidente de todo en Cuba, manifestó sus
simpatías por Robespierre, del cual aprobó su accionar y aseguró que
eran necesarios -en aquellas circunstancias- unos meses de terror.
Concluyó que: "En Cuba hacen falta muchos Robespierre"(1)
Hay que felicitar a Panamá por el enorme esfuerzo en la organización de
la reunión, pero no hay dudas de que la Cumbre era digna de mejores
resultados.
(1)Libro "La Prisión Fecunda" de Mario Mencía, pág. 154.
Source: La Cumbre en números - Misceláneas de Cuba -
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/Article/Index/553a44fa3a682e0b48fe1500#.VTpmRCGqqko
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