Wednesday, December 10, 2014

Una familia cubana en la miseria obligada a pagar una silla de ruedas

Una familia cubana en la miseria obligada a pagar una silla de ruedas
La familia no recibe ayuda económica del Estado. Solo la hija cobraba un
dólar por jornada en una panadería, pero la han despedido.
Jorge Ignacio Pérez
diciembre 09, 2014

No es tan mayor; tiene solo 54 años. José Antonio González Borrego se
aferró a la vida, ahora sin sus dos piernas. La diabetes hizo mella; sus
úlceras gangrenaron y tuvieron que cortar. Recién llegado del hospital,
todavía bajo el efecto de la anestesia, habló con el programa Contacto
Cuba, de Radio Martí.

Este medio de prensa se resistió a ponerlo al micrófono, pero su
familia, a su lado, quiso que él mismo se expresara. A ellos –esposa,
hija y nieta– les mueve una circunstancia extrema: No han podido
conseguir una cama Fowler (articulada, para evitar úlceras en la piel
inerte), de manera que José Antonio ha sido puesto en un camastro viejo
e incómodo, el mismo donde ha dormido en muchos años.

"Se hicieron todas las gestiones", comentó el periodista independiente
de la provincia de Artemisa, Jorge Bello Domínguez. El reportero es
miembro de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios, entidad sin
ánimo de lucro que está sacando a la luz historias de todo tipo que la
prensa oficial nunca publica. Gracias al comunicador, martinoticias.com
se puso en contacto con esta familia.

Después de José Antonio González Borrego habló la hija, Yakima González
Puebla. Está indignada. No solo había sido infructuosa la gestión de la
cama, sino además el Estado le había vendido la silla de ruedas (costó
100 pesos en moneda nacional) para trasladar a su padre. La muchacha no
se explica tal extremo, en un país basado en la seguridad social, según
propaganda del Gobierno. Tuvieron que apelar a una colecta pública.

Encima, muchas veces se acuestan con hambre, dice la nota de prensa
redactada por el comunicador independiente de la zona.

Las imágenes suministradas son desoladoras. Esta historia está
ocurriendo en el Reparto Pekín, del municipio Güira de Melena, en Artemisa.

"En esa casa todos están desempleados y no reciben ayuda económica del
Estado", comentó el periodista. Solo Yakima, de forma ocasional, trabaja
en una panadería. Cuando la llaman, le pagan 25 pesos (equivalentes a un
dólar) por jornada.

Juan Antonio González Borrego, antes de perder las piernas, sufría una
minusvalía en el brazo derecho. Tuvo empleos efímeros y llegó a pedir
limosna en las calles, recordó el periodista Jorge Bello Domínguez,
quien también señaló a última hora de editar este reporte que Yakima
perdió su trabajo, luego de que la familia se pusiera en contacto con la
prensa independiente.

La conversación telefónica con Radio Martí significó un trance difícil
para las dos partes, pero al menos quedó presentada la circunstancia por
si alguien que escucha pudiera ayudar a esta familia.

Source: Una familia cubana en la miseria obligada a pagar una silla de
ruedas -
http://www.martinoticias.com/content/tuvo-que-comprar-la-silla-de-ruedas-con-a/81810.html

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