El muerto delante y la gritería atrás
diciembre 10, 2014 4:36 am·
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Por lo que se lee al pie
de los artículos publicados por muchos medios de prensa en Internet, la
opinión de los lectores será a la vuelta de unos años más, el termómetro
por el cual se tendrán que regir los editores para hacer un periodismo
más fidedigno y auténtico.
Desde luego, esto es donde existe la libertad de expresión.
Nunca antes hasta la invención de la Internet, el hombre común había
tenido acceso inmediato para opinar sobre lo publicado como el que
existe ahora.
Algunos criterios, aunque mal redactados, expresan ideas que revelan
conocimiento. Otras, a veces ofensivas y sin sentido, se descartan. Pero
en sentido general se observa como en medio de este exceso de
información que trae Internet, existen lectores que no se dejan
influenciar por lo que publica tal o más cual prestigioso medio y
exponen sus opiniones, muchas veces demostrando con argumentos que lo
que afirman algunas de estas publicaciones conocidas no se sostiene ni
con alfileres.
Tal es el caso de lo sucedido con los criterios expuestos por los
lectores en distintas publicaciones que cubrieron el viaje a La Habana
de Ernesto Londoño a finales del pasado noviembre.
Este colombiano de 33 años saltó del cuarto oscuro a la fama mediática
por ser el autor de seis editoriales sobre Cuba publicados en el
periódico que dicen los entendidos, es el más influyente de los Estados
Unidos, The New York Times.
No me extenderé en expresar la opinión que tengo sobre este periódico.
Ya la dije en un trabajo anterior que precisamente se titula Y sin
embargo, el tema soporífero de este prestigioso medio últimamente y de
su nuevo reportero estrella, el Sr. Londoño.
Indudablemente, cuando se estudia la historia de un país pueden existir
varias versiones sobre un mismo hecho. Pero el hecho como tal no cambia.
Fue un suceso, algo que ocurrió y la única opción es leer las distintas
versiones del acontecimiento para poder entresacar, entre todas, lo que
realmente ocurrió.
Sucede con esto como en las investigaciones criminales. Aparecen
múltiples evidencias, pero todas, al final, coinciden en un punto, en
este caso el que perpetró el hecho.
Sumado a esto existe algo que siempre se franquea, como es el argumento
de la memoria histórica.
Están aquellos que por su edad, han vivido los hechos y no hace falta
que se los cuenten o leerlos en un libro.
Aquí en Cuba se da el paradójico caso de periodistas, miembros de la
oposición y pueblo en general que no tienen esta memoria y aunque ya
peinan canas, cuando ocurrieron ciertos hechos, entre las décadas del
1960 y el 80, o no habían nacido, o estaban en edad escolar y no
laboraban en un centro de trabajo.
Por lo tanto, en algunos, en sus conceptos priman muchos errores
embutidos en esas escuelas junto a falsedades y medias verdades
machacadas durante décadas por la propaganda.
Todos, aquí y también afuera -ya que muchos han emigrado a otros países
cargando con estos errores- desestiman que ha pasado más de medio siglo
desde que se instauró en este país un sistema que no ha funcionado.
55 años es una cantidad de tiempo que hay que tomar en cuenta.
El tema del embargo es solo uno de tantos que debe ser despejado
definitivamente. En este tema también influye la desmemoria. Solo
escucho de las inversiones que hicieron la antigua URSS y comparsa en
Cuba, no se oye nunca o casi nunca del comercio que hubo con los países
capitalistas en esas primeras décadas y de donde llegaron modernas
tecnologías que no fabricaban con la calidad necesaria en el antiguo
campo socialista.
Cuba no ha estado bloqueada como la Sudáfrica de los años 80, que sí lo
estuvo. Contra el gobierno sudafricano existió un embargo económico,
financiero, militar, deportivo y cultural que cumplieron todos los
países del mundo, un verdadero bloqueo, que fue declarado por esa misma
ONU que ahora vota en contra del embargo contra el gobierno cubano de
una sola nación, no de todas.
Los registros de ese bloqueo a Sudáfrica están al alcance de la mano en
la ONU. ¿Por qué nadie lo recuerda si Sudáfrica estuvo tan bloqueada que
ni siquiera podía participar en competencias deportivas? Cuba no solo ha
comerciado con todo el mundo, sino que lleva décadas participando en
todo lo que acontece en el mundo.
Sudáfrica fue bloqueada porque la población negra no tenía derechos
¿Tiene derechos la población cubana? ¿Se cumple en Cuba la Declaración
Universal de Derechos Humanos? ¿Han sido ratificados por el gobierno
cubano los pactos de la ONU que firmó en el año 2008?
Entonces estamos ante una situación realmente extraña, donde hasta los
propios delegados de la nación acusada, los Estados Unidos -que
paradójicamente, a pesar del embargo, comercia con Cuba desde hace años-
no saben defenderse.
¿Hasta las cuántas va a seguir este tema?
¿Desconoce todo esto el New York Times, o hay algo sucio detrás?
El asunto es que el Sr. Londoño, un forastero con menos memoria
histórica y sus jefes, yankees o dixies, que para el caso es lo mismo,
han aceptado como verídicas, falsas evidencias. Y no solo eso. Con esas
falsas evidencias se han mandado a correr con seis editoriales para
luego enviar a este súper-reportero a la Isla Encantada a conseguir
mayor información sobre Cuba.
Por acá tenemos un viejo refrán: el muerto delante y la gritería detrás.
Eso ha hecho el NYT. ¿Se le habrá pegado a este prestigioso diario el ya
clásico estilo de trabajo en Cuba de hacer las cosas al revés? Porque
evidentemente la gritería de los editoriales ocurrió antes de que su
autor viniera primero a buscar información antes de escribirlos.
Con esto se evidencia una vez más que este periódico, así como otros, no
se ha enterado de lo que se viene denunciando hace años por el
periodismo independiente sobre la situación cubana, como también que se
han estado desarmando falsedades sobre Cuba publicadas en esa prensa
libre que debe verificar lo que publica.
Pero es el caso que el Sr. Londoño, mandado por sus jefes, solicitó
informarse solo con la redacción del último periódico digital surgido en
La Habana, 14ymedio. Otros medios que llevan años publicando sobre el
acontecer cubano como Convivencia, Primavera Digital, o periodistas
independientes como Iván García y otros reconocidos también, y hasta
publicaciones de la iglesia católica como Palabra Nueva, muy importantes
a la hora de recoger argumentos contra el embargo de tanto interés ahora
por el New York Times, no fueron consultados.
Trasciende de la reunión con el staff de 14ymedio que el Sr. Londoño no
permitió ser entrevistado, ya que las normas de su medio le prohíben dar
entrevistas sin consulta previa, y asimismo declinó que le hicieran
fotos. Sin embargo, Londoño se encargó de subir en su cuenta de Twiter
las fotos que se hizo en Granma y en la revista OnCuba, para darse aún
más jabón del que ya le han dado.
Mucho se desprende de esta reunión-monólogo, ya que solo hablaron los
reporteros de 14ymedio, que dicho sea de paso, le dijeron lo que hace
años dice la prensa independiente cubana, y que Londoño como periodista
y sus jefes del NYT deberían saber.
Desde el primer momento que se negó ser entrevistado y dejarse
fotografiar, mientras que apareció muy orondo en los medios
oficialistas, por simple respeto hacia uno mismo, estos reporteros de
14ymedio deberían haberse levantado y dejarlo solo, tal como hicieron en
una ocasión Vladimiro Roca, Oswaldo Payá Sardiñas y otros al embajador
español cuando le comunicaron que los opositores no serían invitados más
a las celebraciones en la legación diplomática de España.
Para ser justos con estos colegas, uno de ellos, Miriam Celaya, en un
artículo publicado posteriormente en Cubanet, sacó la cara por todos, y
expresó el desagrado que le ocasionó la reunión y los escritos faltas de
tacto de este súper reportero de este súper-influyente periódico,
calificándolos de perversos, así como garrapateados con pasión e
ignorancia. Aclaró también que "seríamos libres de publicar lo que
entendiéramos porque tales son las ventajas de quienes no necesitan
pedir permiso para expresarse".
Esto es una clara alusión, directa al pulmón, al New York Times, que
parece tratar a sus periodistas igual que Granma.
Los periodistas independientes cubanos son más libres, a pesar de
encontrarse en una sociedad que no reconoce el derecho a expresarse
libremente.
Mucho se ha hablado del largo camino que debemos recorrer los cubanos
para defender nuestros intereses, pero es el caso que en las esquinas de
este camino tropezamos constantemente con forasteros a los que debemos
situar de inmediato y definitivamente. Ese es el primer paso para
recobrar la dignidad nacional, algo que va por encima de todos los
intereses.
Para Cuba actualidad: glofran864@gmail.com
Source: El muerto delante y la gritería atrás | Primavera Digital -
http://primaveradigital.net/el-muerto-delante-y-la-griteria-atras/
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