Cuba, la provincia española número 38
Y el tercer país del mundo con más españoles, tras España y Argentina.
Estos nuevos españoles que no tienen el más mínimo vínculo con la Madre
Patria podrían decidir de repente, en el caso de crisis interna mayor
emigrar a la Península.
jueves, diciembre 4, 2014 | Fernando Nuñez
Se calcula que hasta medio millón de descendientes de españoles podría
beneficiar de la Ley de abuelos
PARÍS, Francia. — Por estos días, hace 116 años, se discutía en París la
suerte de Cuba. Los comisionados españoles dirigidos por Eugenio Montero
Ríos, trataban de ponerse de acuerdo con la parte norteamericana (que
dicho sea de paso, a pesar de lo que nos cuenta la manipulada historia
de Cuba, siempre estuvo asesorada por Tomás Estrada Palma y Gonzalo de
Quesada) sobre los dos principales temas que retrasaban la firma del
Tratado de París: la Deuda de la isla y la nacionalidad de las personas
que en ella vivían.
Sobre el primer escollo, a pesar de que lo que exigía el Derecho
internacional de la época cuando las Potencias se concertaban para
firmar tratados internacionales de esa importancia, se decidió que
Estados Unidos no iba a pagarle a España ni un solo centavo más de lo
que ya había venido desembolsando por Cuba desde el año 1866. Pocos
saben en efecto, que por aquellos años no tan remotos, el general Juan
Prim, decidió llegar a un arreglo pecuniario con los Estados Unidos
sobre la isla. Este huevo podrido del que poco se sabe, le costó la
vida. Todavía hoy, hasta la autopsia de la momia sigue siendo un
problema de Estado, ya que los culpables, entre los que, por cierto, se
hallaba la turbia mano de La Habana, nunca fueron castigados.
No voy a profundizar más porque no es el objetivo de esta crónica. Sólo
intento demostrar que para comprender las complicadas relaciones entre
La Habana y Madrid, no basta con situarse desde la perspectiva engañosa
de este último desencuentro. Para entender lo que está pasando no
debemos ignorar lo que ya ocurrió. La verdad es que desde hace más de
200 años y por distintas razones que no vienen al caso, en lo que
concierne a las cuestiones económicas de verdadero peso relacionadas con
Cuba, Madrid y Washington siempre han estado muy pero que muy de acuerdo.
Pero volvamos al tema. El otro punto que se discutía por estos días en
París era el de la nacionalidad de los cubanos. Los delegados
norteamericanos, asesorados por los mayimbes ya mencionados más arriba,
consideraron que los únicos que podían seguir siendo españoles serían
los nacidos en la península. Los nacidos en la isla tendrían que esperar
a que el Congreso de los Estados Unidos decidiera cuál iba a ser su
estatus legal. Esta decisión, también inusual (por no utilizar un
calificativo más feúcho) según el derecho internacional todavía en
vigor, ha terminado creando 116 años después, un problema legal tan
intrincado y explosivo que los ataques de pánico en las cancillerías
europeas ya no pueden calmarse ni con el clonazépam en vena.
Aunque Cuba no reconoce la doble nacionalidad para sus ciudadanos, lo
cierto es que muy pronto la isla albergará la segunda colonia española
más grande de América. Se calcula que hasta medio millón de
descendientes de españoles podría beneficiar de la Ley de abuelos. Como
lo afirma El País en un reciente papel, "Cuba será la "provincia
española" número 38 por población, por delante de comunidades autónomas
como La Rioja. Y el tercer país del mundo con más españoles, tras España
y Argentina". Estos nuevos españoles que no tienen el más mínimo vínculo
con la Madre Patria podrían decidir de repente, en el caso probable de
crisis interna mayor emigrar a la Península. Es una posibilidad que
prefiere no imaginar el actual inquilino de la Casa Blanca y muchísimo
menos el inefable Mariano Rajoy. Este feo asunto no hace más que
comenzar. Por eso como dicen en Francia: affaire à suivre! porque la
cosa promete.
Source: Cuba, la provincia española número 38 | Cubanet -
http://www.cubanet.org/colaboradores/cuba-la-provincia-espanola-numero-38/
No comments:
Post a Comment