Unicornio sin luz
Posted on 25 agosto, 2014
Por Carlos Cabrera Pérez
Silvio Rodríguez -que no da puntada sin hilo- acaba de poner sobre la
mesa el desastre organizativo que padece Cuba como consecuencia de
sucesivos y erróneos intentos de reorganización capitalista, pretendidos
por los comunistas que detentan el poder absoluto.
Un sutil e incompleto texto suyo en su blog Segunda cita da cuenta de
que los estudios de grabación Abdala, al parecer bajo tutlela o gestión,
han sufrido un segundo corte de luz por falta de pago, circunstancia que
el cantautor achaca a que lleva ocho meses intentando traspasar la
titularidad al Ministerio de Cultura.
En sociedades organizadas, las ventas y/o traspasos deben realizarse con
todos los pagos de impuestos, tasas y servicios al día. Como
desconocemos la naturaleza del acuerdo entre Fidel Castro y Silvio
Rodríguez que posibilitó la puesta en marcha de los estudios de
grabación Abdala, resulta complicado evaluar cuánta razón asiste a
Rodríguez y cuánta a la empresa eléctrica.
Pero la dinámica interna cubana, esa que nunca admiten ni reconocen los
innumerables aliados del castrismo en el planeta, establece que la
decisión de cortarle la luz eléctrica a los estudios, debió aprobarse en
una instancia superior a la de la oficina de distribución de energía de
la zona.
Añoranza fidelista
Quizás la añoranza que manifiesta Silvio Rodríguez por su Comandante en
Jefe indique que él sabe quien ha tomado la decisión de cortarle la luz,
pero si así fuera, poco favor se hace en la resolución de un conflicto
civil, pues está poniendo en el foco de la responsabilidad a Raúl Castro
si nos atenemos a la verticalidad de las dictaduras y a la condición de
vaca sagrada de Silvio Rodríguez, al menos hasta ahora.
Pero más allá de este tira y afloja energético, la denuncia de Silvio
Rodríguez deja claro que Cuba es un desastre -como siempre lo fue, pero
antes la factura la pagaban los soviéticos- a partir de los diferentes
intentos de autogestión capitalista impulsados por el Buro Político y
que ha fracasado en el ICAIC y en la transformación de la antigua
ensambladora de autobuses Girón en una centro para las artes con gestión
cooperativa, por solo hablar del ámbito de la cultura.
Ya se sabe que construir el capitalismo desde un discurso comunista
nacionalista es complicado, sobre todo, cuando la letanía castrista dice
ahora que una parte de los cubanos están inmersos en el desarrollo de un
modelo socialista próspero y sostenible. Menuda sorpresa, siempre
creímos que el socialismo era próspero y sostenible, pero parece que no
tanto, o al menos en la Cuba de Castro, S. A.
Sin aclarar la moneda
En su texto, Silvio Rodríguez recuerda que los estudios musicales
reportan miles a Cuba, sin aclarar la moneda, que es un buen argumento,
pero que no justifica que no haya pagado la luz en casi un año.
Independientemente de la naturaleza de los acuerdos y de las intenciones
del Ministerio de Cultura, a todo contrato se le presume la buena
voluntad de ambas partes y el cantautor está en su derecho de protestar
por el corte de luz.
Pero nada hubiera pasado si los estudios continuaran pagando su consumo
de electricidad y -a la hora de firmar el traspaso- podrían reclamar la
devolución de los importes correspondientes en servicios, tasas e
impuestos; siempre que demuestre que ha incurrido en ellos por causas
ajenas a su voluntad, es decir, por culpa del mal funcionamiento de un
ministerio.
Curiosamente, Silvio Rodríguez da otra pista y revela que Eusebio Leal,
historiador de La Habana, habría querido que los estudios Abdala pasaran
a ser gestionados por su antiguo imperio de Habaguanex, ahora en manos
de los militares, la nueva casta intocable.
Los cortesanos y las migajas
Parece que tras bambalinas los cortesanos están intentando repartirse
las migajas en un claro ejemplo de miopía, pues la voracidad de Castro,
S. A. no cree en lágrimas y los militares -tantos años a medallas y
diplomas por arriesgar sus vidas- ahora quieren comer moneda dura.
Por suerte, Silvio Rodríguez puede quejarse y obtener amplia difusión
internacional cuando cree que el gobierno cubano se equivoca y viola los
derechos de una empresa y un ciudadano.
Lástima de una mayoría de cubanos que sufren desalojos de sus
viviendas, violación de sus derechos políticos y civiles, cortes de luz
porque no pueden sobornar al funcionario de turno, cólera y dengue-sí,
esos mismos a los que Silvio vio muy jodidos en los barrios- no puedan
siquiera denunciar a la gerontocracia dependiente de Brasil, Venezuela y
del exilio cubano.
Ojalá que los estudios Abdala ya tengan luz para que Eliades Ochoa
genere miles para el castrismo y ojalá que Silvio Rodríguez ofrezca a
esos hermanos suyos sin voz, al menos una vez al mes, la opción de
denunciar los atropellos que sufren a diario en esa perversión del
delirio en que el castrismo ha convertido a Cuba, generando hasta
unicornios azules, pero sin luz propia.
Source: Unicornio sin luz | Café Fuerte -
http://cafefuerte.com/cuba/17256-unicornio-sin-luz/
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