ECONOMÍA
Petróleo en Cuba, el fin de una ilusión
JORGE OLIVERA CASTILLO | La Habana | 14 Ago 2014 - 7:19 am
El régimen cambia de apuesta energética, su apuesta es dudosa y cabe la
posibilidad de que Venezuela corte suministros.
El anuncio de la existencia de yacimientos de petróleo en la plataforma
marina de Cuba parece haber sido una falsa alarma. Ningún equipo de
prospección ha encontrado rastros de hidrocarburos en una zona que
presuntamente atesoraba un botín para nada despreciable.
Con el hallazgo, el régimen tenía la esperanza de dinamizar la
actualización de la economía socialista. Es decir, mejorar los parches y
el zurcido del sistema que ha hecho de la improductividad un tótem y de
la ineficiencia un traje a la medida.
Ahora, para paliar el fracaso, se cifran esperanzas en sacarle provecho
a la energía eólica y solar. Poco a poco, los proyectos afines a estos
derroteros han ido acaparando los espacios de la prensa oficial.
Y valdría la pena preguntarse: ¿cuáles son las posibilidades reales de
inversiones a gran escala? ¿No será otra performance para entretener a
la opinión pública nacional e internacional?
Porque hay que tener en cuenta el alto costo de los panales solares y de
los aerogeneradores. Y a esos contratiempos habría que agregar la
existencia de graves problemas estructurales, lo cual supondría que las
compañías punteras del sector muestren suma cautela en poner sus
capitales en Cuba. Eso sin dejar de mencionar los obstáculos inmanentes
al embargo de Estados Unidos.
Cualquiera que sea el destino futuro de esas inversiones, la insistencia
de las autoridades de la Isla en el desarrollo de las energías
renovables ofrece pistas acerca de sus dudas en la sostenibilidad de los
envíos venezolanos de PDVSA.
El declive del chavismo es parte de un proceso irreversible. Pese a los
afeites publicitarios de Telesur y otros medios, el presidente Nicolás
Maduro sigue tambaleándose en la cuerda floja.
Lógicamente, ni el viento ni el sol podrán llenar el vacío energético
que se generaría en Cuba ante un deterioro de la situación
socioeconómica de Venezuela que impida la entrega de los barriles de
crudo. Sin embargo, serían opciones que ayudarían a resolver la demanda
de electricidad en algunas comunidades poco pobladas.
Dentro de los esfuerzos por cubrir los déficits actuales o venideros de
energía aparece también la utilización de los desechos sólidos en la
obtención del biogás.
En sentido general, cada una de estas iniciativas se encuentra en estado
embrionario. Su importancia es local y sujeta a múltiples inconvenientes
financieros, tecnológicos y climáticos.
De Raúl Castro depende que esta industria alcance la importancia que
requiere. Solo tiene que desatar los nudos de incomprensión y dar fe del
pragmatismo que la mayoría de la prensa extranjera acreditada le atribuye.
Pues la actual Ley de inversiones carece de los incentivos para que
fluyan los capitales a un país literalmente en ruinas. El marco jurídico
es demasiado ambiguo y la mentalidad del poder sigue en las coordenadas
de la Guerra Fría.
Si Maduro cae de su pedestal, es muy probable que vuelvan los tiempos de
los "alumbrones", los estofados de gatos callejeros, el picadillo de
cáscara de plátano burro y, como colofón, otro éxodo masivo.
En un escenario de tal naturaleza, los paneles solares podrían terminar
convertidos en balsas y los ventiladores de los parques eólicos en
hélices para desplazarme más rápido sobre las aguas del Estrecho de la
Florida.
Parece una broma, pero no lo es. Hay que tener presente que Cuba es un
país sui géneris.
Source: Petróleo en Cuba, el fin de una ilusión | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1407951968_9944.html
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