Martínoticias: Mando con tropas y codicia, verdadera lucha de poder en Cuba
En la propia familia Castro pulsean por la autoridad. Hermanos y primos,
todos príncipes, compiten por el control y en una cúpula cerrada donde
la relación nunca ha sido de igualdad, más bien de jerarquía
lunes, agosto 25, 2014 | CubaNet
El gobierno de la isla, obsesionado en controlar los resortes del poder,
desarrolla una estrategia en aras de una continuidad. Eso lo vemos por
simple inspección, con solo mirar hacia allá. A los ojos del mundo, Cuba
se afianza al firmar acuerdos bilaterales de negocio y cooperación,
integrando bloques regionales o creando nuevas ONG afiliadas al estado,
con el objetivo de captar recursos externos y apoyo internacional.
Dentro del territorio, dicta leyes que parecen complacer a una clase
alta sin clase, y a otra clase media emergente que al permitírsele salir
del cantón, tener teléfono celular, acceso a internet, hospedarse en
hoteles, abrir negocios, comprar casas, autos, y alguna chalupa para
salir a navegar con familiares y amigos, creen que la libertad y el
orden ya andan de la mano.
El desconocimiento popular y el hermetismo revolucionario hacen que
cuando se habla de poder, muchos piensen en policías, dirigentes de base
o directores de empresa; pero ellos solamente son parte del engranaje
estatal.
El nuevo modelo cubano está diseñado para aparentar nuevas reformas, sin
reformismo, es mucho más autoritario que eficaz. La invención de nuevas
provincias para reforzar el estado central, se realizó por decreto y
avivó el regionalismo. La difundida cruzada contra la corrupción, sirvió
para sacar del juego a los corruptos infieles pero no a la podredumbre.
¿Se mantiene la estabilidad así? ¿ La llamada renovación garantizará el
continuismo?
La inclusión de nuevas caras en puestos decisivos del Estado y el
Gobierno, deja en total descubierto una sucesión de mando hacia personas
que, aunque ligadas a los líderes históricos de la Revolución, para
mantener el control tendrán que abrirse poco a poco a la verdadera
transformación democrática.
El poder cambia de mano. En la propia familia Castro pulsean por la
autoridad. Hermanos y primos, todos príncipes, compiten por el control y
en una cúpula cerrada donde la relación nunca ha sido de igualdad, más
bien de jerarquía, los iconos revolucionarios ven el trono amenazado, y
no pueden ni chistar.
El mismo Ramiro Valdés, comandante de la revolución y actual
vicepresidente del Consejo de Estado y de Ministros, no es más que un
objeto en desuso al que se le permite opinar, negociar determinadas
cosas y viajar al exterior, pero ni cuenta ni manda ni existe. Abelardo
Colomé Ibarra, Ministro del Interior, mantiene la solidez de aquellos
relojes blandos que pintó Salvador Dalí.
Los generales de las FAR con incalculable codicia y cuantiosos soldados
bajo el mando, no están en los libros de historia: Onelio Aguilera
Bermúdez (jefe del ejército oriental), Raúl Rodríguez Lobaina (jefe del
ejército central) y Lucio Morales Abad (jefe del ejército occidental),
militares que obedecen mucho más a su generación que a la de "La Sierra
Maestra", cuyas lealtades se forjaron al calor de las guerras de Angola,
Etiopía y Nicaragua. Para ellos, Fidel Castro, aunque lleve una dieta
adaptada a su propio perfil genético, es un comandante sin tropas, un
viejo nombre que despierta el mismo simbolismo que la momia de Vladimir
Ilich Lenin, que descansa embalsamada dentro de un mausoleo, visitado
por turistas, en medio de la Plaza Roja.
Hay mucho patrimonio en juego, y mucha ambición también. La lucha de
poder se impone.
Source: Martínoticias: Mando con tropas y codicia, verdadera lucha de
poder en Cuba | Cubanet -
http://www.cubanet.org/blogs/martinoticias-mando-con-tropas-y-codicia-verdadera-lucha-de-poder-en-cuba/
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