La USAID, luces y sombras
GUSTAVO PARDO | Miami | 15 Ago 2014 - 9:20 am.
El trabajo de la USAID en países menos desarrollados representa, con sus
luces y sus sombras, un peligro para los intereses del totalitarismo
izquierdista internacional.
En los últimos días, reporteros de la agencia estadounidense AP han
desencadenado una serie de noticias sobre los presuntos planes de la
USAID para derrocar al gobierno castrista. ¿Qué hay en el fondo de todo
esto?
Prácticamente, desde su creación en 1961 por el presidente John F.
Kennedy, la USAID es una de las entidades norteamericanas más
vilipendiadas por la prensa y los movimientos de izquierda global. Lo
paradójico es que el creador de dicha entidad haya sido un presidente de
izquierda. Aspecto que alude a un tema muy manido: la hipocresía del
discurso de la izquierda internacional.
Ante todo, es preciso reconocer la habilidad y eficiencia alcanzada por
el el mal llamado movimiento "liberal" en el uso del poder mediático de
la propaganda antinorteamericana.
Desde el propio año 1961 este poder propagandístico fue dirigido y
utilizado en contra de la USAID.
Recordemos que en los años de la
Guerra Fría la fenecida Unión Soviética y sus socios del "campo
socialista" (entre los cuales se encontraba la Cuba de los Castro)
lideraban a los llamados "países amantes de la paz", bloque en el cual
se veían reflejadas las aspiraciones de equidad y justicia social de la
mayor parte de los académicos e intelectuales del mundo occidental.
A partir de la disolución de la Unión Soviética, los nuevos "socialistas
del siglo XXI" y sus comparsas en el ALBA, la CELAC y demás engendros
castro-chavistas, han asumido la campaña de desprestigio en contra de la
USAID. Desde hace años, la AP es parte del coro.
Lo antes expuesto
explica las razones por las cuales aún subsiste una imagen absolutamente
distorsionada del trabajo y los objetivos de USAID, y el porqué han
resultado creíbles para muchas personas las informaciones de AP.
La USAID: luces
Como dije anteriormente, el creador de la USAID fue un presidente de
clara inclinación izquierdista, y los objetivos de la entidad se centran
en implementar programas para mejorar los niveles de vidas de los menos
favorecidos en los países del Tercer Mundo. Dichos programas (entre
otros) van desde fomentar las inversiones en el desarrollo agrícola, la
protección medio-ambiental, la lucha contra la mortalidad
materno-infantil, el VIH, la malaria y la tuberculosis, proporcionar
asistencia en casos de crisis y desastres, hasta promover el crecimiento
económico sostenible, la democracia, los derechos humanos y el buen
gobierno en todo el mundo y apoyar la educación, dignificación y
liderazgo de las mujeres y las niñas.
Es interesante observar que todos estos programas son aspiraciones de la
izquierda. Entonces, ¿por qué ese encono hacia la USAID?
En primer
lugar, porque dicha entidad es de origen estadounidense.
Luego, porque
los objetivos y amplitud de estos proyectos están enfocados en puntos
socio-políticos-económicos y humanitarios muy sensibles para el mundo en
desarrollo, y son precisamente esos aspectos en los en los cuales se
basa el discurso demagógico-populista del castro-chavismo del siglo XXI.
Indudablemente, el trabajo de la USAID en el mundo menos desarrollado
representa un peligro nada despreciable para los intereses del
totalitarismo izquierdista internacional.
Esta es una realidad evidente
para los autores de las revelaciones "sensacionales" divulgadas por AP
para inculpar a la USAID de enviar jóvenes "a Cuba con la esperanza de
poner en marcha una rebelión".
Debemos indicar que para los intereses
del socialismo totalitario internacional, La Habana hoy representa lo
que previamente había significado Moscú. Por ende, para las fuerzas
"progresistas" y "liberales" es una prioridad su defensa a toda ultranza.
Es cierto que la USAID, y otras agencias norteamericanas han
implementado numerosos programas para ayudar a la sociedad civil
independiente en Cuba. Para ello se han visto en la necesidad de emplear
a distintas personas que viajan a la Isla como turistas, estudiantes,
etc. ¿Por qué? Porque el gobierno castrista no permite a las ONG o
agencias humanitarias internacionales implementar ningún tipo de
colaboración con organizaciones independientes cubanas. Así, todo
acuerdo debe ser presentado, aprobado e implementado por medio de los
organismos estatales.
¿Qué hacían esas personas de las que hablan las revelaciones de AP en la
Isla? Simplemente, llevaban recursos tecnológicos de comunicaciones
(laptop, memorias flash, discos duros, etc.), así como cámaras
fotográficas y de videos. También ofrecían entrenamiento en liderazgo,
técnicas de información y comunicación social, organización de ONG, etc.
¿Dónde está el delito? Simplemente, el delito se encuentra en las leyes
restrictivas impuestas por el castrismo a las libertades sociales y
humanos. De los cubanos.
Muchos se preguntan por el resultado de estos programas en Cuba.
Ciertamente que los hay. ¿Alguien piensa que los cambios efectuados por
el general Castro en la Isla son producto de un repentino afán
aperturista? No, esos cambios, y otros que vendrán, han sido
implementados a pesar de la voluntad de los Castro. Definitivamente, los
cambios que se están produciendo en la Isla son producto de las acciones
efectuadas por el movimiento pacífico y civilista que los programas de
la USAID y otras agencias internacionales han ayudado a
consolidar.
Todos los programas de la USAID son públicos, resultando muy
apreciados y sumamente beneficiosos para el desarrollo de los sectores
menos favorecidos en los países pobres.
Naturalmente, el empoderamiento de la sociedad civil autónoma es mal
visto en la Cuba de los Castro, en donde dichos programas se tornan
subversivos para el absoluto control estatal.
La USAID no tiene nada de
que avergonzarse.
La USAID: sombras
No obstante, cuando evaluamos la cuantía de los recursos empleados en
estos programas y los cotejamos con la efectividad producida en el
terreno, vemos que no todo es de color de rosa. Por tanto, es necesario
abordar la otra cara del asunto: las sombras.
Hasta este momento, los proyectos efectuados con los fondos de la USAID
en Cuba se han centrado en el envío de materiales tecnológicos, visitas
de entrenamiento y en el apoyo a programas desarrollados por
bibliotecarios, periodistas y blogueros independientes. A lo anterior,
últimamente se ha incorporado un proyecto destinado a capacitar a
opositores y otros miembros de la sociedad civil cubana en centros
educativos estadounidenses .
Como a continuación veremos, estas acciones han estado marcadas por una
constante: la ineptitud.
En mis experiencias acumuladas en 13 años de trabajo en Cuba, he podido
apreciar que los proyectos del gobierno norteamericano para ayudar a la
sociedad civil de la Isla, se desenvuelven en tres escenarios:
Washington, Florida y Cuba.
Washington
Es conveniente aclarar que estos aspectos no se refieren exclusivamente
a la USAID, sino que constituyen una práctica usual en la implementación
de los proyectos de todas las agencias y ONG que han pretendido apoyar
la causa de la democratización de Cuba.
Durante la colaboración que realicé con las diferentes ONG y agencias
internacionales que intentaban implementar sus programas en la Isla,
pude apreciar el profundísimo desconocimiento que poseían los
coordinadores de dichas actividades de la realidad socio-política que
prevalecía en Cuba. No es nada exagerado afirmar que su actitud rayaba
en el infantilismo.
El pecado original en que incurrían los diseñadores de estos proyectos
partía del hecho de que sus creadores seguían los patrones generales que
se aplicaban a otros países del mundo en desarrollo. No les cabía en sus
mentes que Cuba y Corea del Norte son países en los cuales resulta
imposible implementar "patrones generales", porque estos países
constituyen la excepción de la regla.
Aunque en las oficinas de la USAID y otras entidades radicadas en
Washington se escuchan constantes alegatos referentes al control extremo
que ejercen las autoridades de la Isla sobre la sociedad cubana, al
diseñar sus proyectos para Cuba, estas personas parecen olvidar este
aspecto.
Al absoluto control estatal sobre la sociedad cubana, hay que añadirle
el control que cada cubano ejerce sobre sí mismo. Ello implica que el
síndrome de la indefensión adquirida es uno de los aspectos que es
necesario tener muy en cuenta al implementar algún proyecto
independiente en Cuba. El cubano se siente impotente ante el sistema.
Innumerables fracasos (incluyendo el caso Alan Gross), son originados
por ignorar este hecho.
Por otra parte, creo que es un error el asumir que la oposición es toda
la sociedad civil. En Cuba existe una discreta sociedad civil.
Naturalmente, con las características propias del régimen
tiránico-totalitario en el cual ella se desenvuelve. No obstante, este
es un actor social al cual es preciso tener en cuenta.
Florida
Este estado es una pieza fundamental en la elaboración de los proyectos
estadounidenses hacia Cuba. Para nadie es un secreto lo íntimamente
relacionado que se encuentra el caso Cuba con la política interna de los
EEUU en este estado. A partir de ese hecho, se puede apreciar las
variaciones en la distribución de los recursos de la USAID, que se
transfieren de una a otra organización, de acuerdo a la administración
que ocupe la Casa Blanca.
No han sido pocos los cuestionamientos que se han realizado al empleo
que estas organizaciones han hecho de las asignaciones recibidas. En los
registros públicos gubernamentales se puede constatar que los fondos
dedicados a implementar proyectos en la Isla son los de menor cuantía.
Los intereses socio-económicos creados en torno a las antes mencionadas
asignaciones constituye uno de los impedimentos más importantes que
inciden en mantener la separación y el enfrentamiento entre los grupos
más influyentes en el exilio. Este hecho también incide en la falta de
creatividad y el inmovilismo existente entre estas organizaciones para
enfrentar la dinámica económico-política que internacionalmente está
vendiendo el régimen del general Castro.
La Isla
Naturalmente, con estos antecedentes, no se pueden pedir mayores
resultados en Cuba. Existen notorias diferencias entre los distintos
sectores de la disidencia cubana, pudiendo establecerse que:
1. Las ayudas se ha canalizado hacia las mismas organizaciones y
personas de la disidencia. Esta situación origina divisiones y
resentimientos entre los grupos más y los menos favorecidos.
2. Los recursos enviados no ha respondido a proyectos concretos
elaborados en Cuba, originando acusaciones de corrupción y desvíos de
recursos.
3. No se ha realizado un seguimiento a la distribución y empleo de las
ayudas. Todo cae en un vacío, en tierra de nadie.
4. Para el envío de los recursos se han empleado canales muy poco efectivos.
a. Las "mulas": son rápidamente detectados y neutralizados (y hasta
convertidos en informantes).
b. Turistas o viajeros amparados en los planes de intercambio
académicos, artísticos o culturales. Su efectividad es cuestionable,
porque son rápidamente detectados. En ocasiones han resultados
detenidos, incautados los materiales que portan y (en el mejor de los
casos) deportados.
5. La errática conducta de los viajeros favorece más a los propósitos
gubernamentales que a los de la oposición.
Creo necesario que la USAID y las otras agencias involucradas en el
apoyo a la sociedad civil cubana, al enviar a sus activistas a la Isla
les adviertan que:
1. Todo viajero procedente del exterior es un sospechoso.
2. Si el mismo viajero repite la visita a la Isla, se le considera un
enemigo.
3. Son revisados todos los equipos, materiales, y equipajes en general.
4. Las residencias de todos los opositores se encuentran sometidas a una
constante vigilancia
5. Serán revisadas sus pertenencias en las habitaciones que ocupen en
hoteles o casas particulares.
6. Serán controladas sus reuniones y con quienes se reúne.
7. Puede ser interceptado, interrogado, detenido, deportado, etc.
Algunas recomendaciones
Es necesario que la USAID, y las otras organizaciones que pretendan
establecer proyectos en Cuba consideren:
1. El porqué de la poca efectividad que hasta el momento han obtenido
sus programas.
2. Obtengan información objetiva e imparcial sobre la situación
existente en la Isla: régimen-oposición-sociedad civil-población en general.
3. Buscar asesoramiento no comprometido con intereses económicos-sectarios.
4. Preparar y brindar seminarios en Cuba y en el exterior para activistas.
5. Abrir convocatoria a proyectos elaborados desde la Isla.
6. Entrenar a activistas para el seguimiento y control de los resultados
obtenidos en los proyectos establecido en Cuba.
Creo que en estos momentos existe un movimiento hacia el cambio.
Lamentablemente, este movimiento lo está liderando el régimen castrista,
no los demócratas cubanos. El castrismo vende una falsa imagen de
cambios, apariencia que la comunidad internacional está comprando.
La USAID tiene entre sus objetivos la defensa de los derechos humanos y
la promoción y expansión de la democracia en el mundo. Este objetivo no
se está cumpliendo en Cuba. O la USAID cambia sus métodos hacia la Isla,
o con sus errores se hará cómplice y contribuirá a que la tiranía se
establezca definitivamente en Cuba.
Source: La USAID, luces y sombras | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1408035062_9958.html
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