Cuba: sobre el lavado de dinero, ilegalidades e información
Quién no conoce que el gobierno revolucionario acepta dinero líquido
obtenido por "amigos", a través de actividades ilícitas, que luego
aparece como fruto de labores legítimas y circula sin problemas en el
sistema financiero de nuestro país.
agosto 18, 2014
La primer víctima de la revolución cubana fue y continúa siendo la
información; no por la sobrada carencia, que ya es bastante, sino porque
al cercenar las fuentes, con maestría quirúrgica como de costumbre, hace
que pocos cubanos consigan tener una nítida visión sobre la realidad de
nuestra isla.
La prensa nacional colabora, no tiene de otra; la foránea muerde el
anzuelo, ambas ponen en práctica el oficio de lengua larga y prestan
atención a las medidas, leyes y resoluciones dictadas por el gobierno
cubano, soslayando el meollo.
Mirando la pluma, no el ave.
El nuevo tsunami mediático está centrado esta vez en una nueva
disposición, publicada en la Gaceta Oficial, mediante la cual se obliga
a los abogados, notarios y consultores jurídicos a reportar a la
Dirección General de Investigación de Operaciones Financieras del Banco
Central de Cuba, aquellas acciones que puedan "presumirse de lavado de
activos, financiamiento al terrorismo, proliferación de armas y otras
relacionadas de similar gravedad".
Dicha resolución argumenta que los trabajadores del gremio jurídico
pueden conocer de posibles operaciones sospechosas relacionadas con la
introducción en el mercado cubano de lo que el gobierno considera
activos ilícitos con el fin de ser utilizados en actividades terroristas
y blanqueo de dinero.
La memoria editorial de los medios de difusión, solo alcanzan a recordar
que en enero de 2014, el gobierno cubano lanzó un decreto ley firmado
por el presidente Raúl Castro, para establecer nuevas normas en la lucha
contra el lavado de dinero, la financiación del terrorismo, la
proliferación de armas y movimiento de capital ilegal. Es natural, crear
las bases legales para prevenir y detectar este tipo de operaciones,
parece un paso de avance. Más cuando el mismo General asegura enfrentar
un discreto incremento de las relaciones comerciales y, en paralelo, una
cruzada contra la corrupción.
Eliminar la sequía informativa.
En abril del 2014, una controversial lista emitida por el Departamento
de Estado de los Estados Unidos, mantiene a Cuba, junto a Irán, Sudán y
Siria, entre países patrocinadores del terrorismo. De manera que el
gobierno de la isla, toma medidas como esta, y las publicita, en franca
huída hacia adelante. Raúl Castro la tiene muy fácil, si en realidad
quiere acabar con la corrupción; que agarre una escoba y comience a
limpiar su propia casa que tiene mucho más mugre que el cenicero de un bar.
Quién no conoce que el gobierno revolucionario acepta dinero líquido
obtenido por "amigos", a través de actividades ilícitas, que luego
aparece como fruto de labores legítimas y circula sin problemas en el
sistema financiero de nuestro país. No olvidemos el nombre de aquel mega
empresario chileno (buscado por traficante de armas), gracias al cual,
durante "el Período Especial, la economía militar cubana recibió un
importante y sucio empujón. Tampoco el caso del finado norteamericano,
que con singular know-how y fortuna mal habida ayudó a crear
corporaciones cubanas radicadas en el exterior.
Pero sobre aquello llovió y pasó tanta agua bajo el puente que se llevó
hasta los reproches. Hablemos de lo cercano, de algunos políticos (no
cubanos) a quienes además del dinero robado al presupuesto de sus
países, se les blanquea el prontuario. De esa masa de billetes que
proviene del fraude al Medicare y termina en bancos cubanos; o de esa
parte significativa de los 2 mil millones de dólares que los
"guerrilleros" de las FARC (los que hoy hablan de paz en La Habana)
obtuvieron secuestrando y en operaciones de narcotráfico, que se lava,
se enjuaga, se tiende y hasta se invierte en la isla.
La lista de lavandería es larga, y la de beneficiados también. Alguna
vez – por solo citar dos ejemplos - se han preguntado de dónde provienen
los fondos que sostienen a organizaciones no gubernamentales como la FMC
o CENESEX?
No pequemos de ingenuos, los trabajadores cubanos de la ley no pueden ni
podrán denunciar (quizás algún caso aislado)actividades sospechosas de
esa índole, porque no tienen acceso a la información bancaria de quienes
sí lavan capital en Cuba. Los cancerberos de tales datos son leales al
poder.
La nueva figura legal pretende mostrar que más allá de la creencia, Cuba
es un país que se dirige galopante y con brío hacia la prosperidad y la
transparencia; a la vez, crea una nueva distracción para sectores que se
pierden en el politiqueo, y tiende un cerco de barrotes legales que con
la complicidad de jueces y policías caerá sobre quienes dentro de Cuba
reciban fondos desde el exterior, especialmente de gobiernos, para
financiar proyectos que ayudan a lo que unos llaman democracia; y otros,
intento de desestabilizar la nación; que esta nueva ley conceptualiza
como acciones que puedan presumirse de lavado de activos, financiamiento
al terrorismo, proliferación de armas y "otras relacionadas de similar
gravedad".
Me costó mucho entender que, al llover, del cielo no caen diamantes,
sino simples gotas de agua.
Source: Cuba: sobre el lavado de dinero, ilegalidades e información -
http://www.martinoticias.com/content/lavado-dinero-informacion-/72575.html
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