¿Castigador castigado?
La anexión de la península de Crimea fue recibida con total comprensión
por dirigentes latinoamericanos castrochavistas
viernes, agosto 15, 2014 | René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba. -En los estados dominados por la izquierda
latinoamericana -sobre todo en los más extremistas y cercanos al
marxismo castrochavista-, las simpatías que los respectivos gobiernos
manifiestan por los países extranjeros guardan una exacta proporción con
el antiamericanismo.
Aplicando ese rasero, no importan los atropellos que un mandamás
cualquiera aplique contra sus súbditos. Puede tratarse de los
reaccionarios ayatolas iraníes, o de los "monarcas" absolutos que
desgobiernan la infortunada Norcorea, o -en su momento- de la brutal
tiranía del coronel Gadafi en Libia. Sus muchos pecados son perdonados,
y siempre se hallan palabras para hablar de amistad fraternal entre
países y pueblos.
Es así que los desplantes de la Rusia actual, que encabeza Vladimir
Putin, con sus ansias de reverdecer marchitos laureles -de superpotencia
soviética-, enfrentada a Washington, son recibidos en esas capitales con
la mayor complacencia. En ese contexto, la anexión de la península de
Crimea (copiada al carbón de las que en su momento perpetró Adolfo
Hitler en los Sudetes, Danzig o Memel) fue recibida con total comprensión.
Parecida actitud asumieron Castro, Maduro y sus socios ante los
supuestos deseos de separación manifestados en un plebiscito espurio por
los rusoparlantes de las provincias ucranianas de Donetsk y Luhansk. Se
trata de los mismos territorios convertidos después, por obra y gracia
de los subversivos, en flamantes "repúblicas independientes".
Hace pocos años, esos mismos dirigentes latinoamericanos se rasgaban las
vestiduras llenos de indignación cuando se hablaba de una posible
secesión de los departamentos orientales de Bolivia, gobernados por
opositores a Evo Morales. Pero ahora invocan la hipotética "voluntad
popular" manifestada por los habitantes de las mencionadas zonas de
Ucrania, para justificar la ilegítima partición de ese país.
El Kremlin moscovita anhela que todo quede como una aspiración de los
residentes de Donetsk y Luhansk, como algo totalmente ajeno a los deseos
de Moscú. Pese a ese propósito, con cada día que pasa salen a la luz, de
manera clara e irrefutable, los diversos modos en que se involucra en
ese turbio asunto el régimen de Putin, que facilita armas y ayuda de
todo tipo a los facciosos.
Es en el contexto de esa complicidad nada oculta que podemos comprender
los pronunciamientos hechos por Fidel Castro. Primero, para culpar al
"Gobierno antirruso, antiucraniano y proimperialista" -y, además,
"belicista"- encabezado en Kíev por el "rey del chocolate Petro
Poroshenko" del bárbaro derribo de un avión civil malayo. Después, para
excluir de toda responsabilidad en los hechos al presidente Putin y a a
su canciller Lavrov.
Hace unos días, los países occidentales impusieron sanciones a Rusia y a
sus autoridades, por su involucración en la guerra civil que ahora
impera en la Ucrania oriental. El Kremlin, que no quiere quedarse atrás,
anunció determinadas medidas de retaliación: en lo fundamental, cortes
en las compras de alimentos que Moscú realiza en Occidente.
La situación me recuerda una escena de la popular telenovela brasileña
La Esclava: El cruel hacendado Leoncio castiga a su cocinera Januaria.
Mientras la gruesa señora permanece atada a una especie de cepo, el
malvado se ve obligado a tragar las bazofias preparadas por otra de sus
siervas. El villano comprende que el castigo que impuso a su experta
guisandera lo está sufriendo él mismo en medida no menor que ella. Por
ende, decide mostrarse magnánimo y perdonarla.
Es un hecho cierto que los rusos más acomodados están habituados a
consumir las excelentes frutas y otros productos alimenticios que les
llegan de Europa Occidental y los Estados Unidos. Se trata de artículos
que la misma Rusia, pese a haberse librado hace casi un cuarto de siglo
del ineficiente sistema soviético, todavía no es capaz de producir con
calidad.
Con las sanciones anunciadas ahora por Putin, ¿sucederá algo parecido
que con el castigo ordenado por el feroz Leoncio contra la desdichada
Januaria?
Source: ¿Castigador castigado? | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/castigador-castigado/
No comments:
Post a Comment