Tuesday, June 10, 2014

Vender basura en La Habana

Vender basura en La Habana
En los portales vendedores indigentes revelan la desigual lucha por
sobrevivir en la asfixiante economía cubana
martes, junio 10, 2014 | Augusto Cesar San Martin

LA HABANA, Cuba -La mayoría lo ha perdido todo, techo, salud,
autoestima. La otra parte considera que vender artículos desechados en
el basurero es más lucrativo que las ofertas laborales del gobierno.
Todos desafían las prohibiciones porque la esperanza de mejores tiempos
se aleja de sus vidas mientras más se adentran en la realidad del
presente. ¨Los locos¨, apelativo utilizado por las autoridades para no
llamarles indigentes, tienen entre sus principales puntos de
concentración, los portales de la avenida Carlos III, en el municipios
Centro Habana.

Como si pertenecieran al mundo mágico de Aladino, esparcen sobre una
tela la mercancía que desaparecen, en segundos, cuando se acercan los
inspectores o policías. Artículos recuperados del basurero, estropeados
por el uso y el tiempo, son vendidos a precios accesibles, como el del
ron a granel que venden en la red estatal de comercio. Una ganga con la
que algunos de estos desesperanzados hipnotizan el cuerpo para dormir a
la intemperie.

De 62 años de edad, uno de los indigentes vendedores de la avenida
Carlos III ofreció su testimonio de forma anónima. ¨Para evitar
problemas¨, dice. ¨Vendo cosas en buenas condiciones¨. Mientras
conversábamos intentaba desprender con una tijera quirúrgica la bisagra
clavada en un madero. ¨Con suerte alguien me da 2 pesos por ella…Yo
vengo a luchar… Esta es la ley de la supervivencia¨, agrega. Confiesa
que hay días que no vende nada. La venta de una buena jornada puede
llegar a unos 150 pesos (7 cuc). ¨Para ellos (las autoridades) esto es
venta ilícita…Yo viví en el capitalismo y los policías del batistato no
se metían en esto¨, añade.

Otro indigente de 47 años que afirma vivir en la calle, se queja de las
prohibiciones. ¨Son cosas que la gente bota… ¿Me van a cobrar por
venderlo?… Vendiéndolo todo no alcanza para pagar las multas que me
ponen¨, declaró bajo la condición de anonimato.

Los Supervisores Integrales aplican el decreto 315. 5 A que sanciona las
ventas no autorizadas en la legislación. Las multas oscilan entre los
700 (29 cuc) y 1 500 pesos (67 cuc) para quienes no poseen licencias de
ventas. La situación más difícil que enfrentan después de la multa es el
arresto policial y la confiscación de los artículos. Uno de los
indigentes vendedores que se identificó como Rogelio, de 45 años señaló:
¨Si me llevan para Zanja (estación de policía de Centro Habana) me
tienen que dar comida y un lugar para dormir¨.

Con frecuencia la policía utiliza un ómnibus que llena de indigentes
mediante arrestos masivos. Son trasladados para un lugar conocido como
la Colonia, colindante al Hospital Psiquiátrico de La Habana.Allí les
facilitan el baño, alimentos y atención médica. Quienes pasaron por ese
lugar aseguran que al día siguiente se escapan.

Represión sin resultados.

En las últimas semanas las autoridades provinciales incrementaron los
operativos contra los vendedores del mercado negro y los indigentes. Si
poco lograron con los primeros, nada consiguieron de los segundos.

Horas después de aplicadas las multas, arrestos y confiscaciones,
regresan a vender con la perseverancia del necesitado. Hasta el momento
el único logro de la represión es el traslado de las ventas para el
final de la tarde y los domingos. Tiempos considerados de limitada
actividad de los supervisores integrales.

Un grupo de supervisores consultados coinciden en las dificultades que
enfrentan para su trabajo. ¨No es fácil eliminarlos. Tenemos que hacer
guardia constantemente por culpa de ellos¨, manifestó una de las
funcionarias estatales que no se identificó. Otra del trio vigilante en
la avenida Carlos III, señaló. ¨Muchos no son ¨locos¨. A muchos de ellos
la gente le da las cosas para vender¨.

Los supervisores opinan que las multas no garantizan los resultados que
se esperaban. Recientemente el gobierno modificó del decreto 274 que
elevó la cuantía de las multas en el decreto 315, convirtiendo la
infracción en grave. La represión agotó su poder con los marginados; un
grupo cuya ruptura de los lazos sociales los sumerge sin protección en
la indigencia.

El gobierno cubano no reconoce la existencia de la pobreza como fenómeno
social que eleva el número de indigentes, mendigos y personas sin hogar.
Mientras se utilice la represión para ocultar esta realidad, no se
podrán visualizar políticas sociales que propongan soluciones.

Source: Vender basura en La Habana | Cubanet -
http://www.cubanet.org/destacados/arresto-masivo-de-indigentes/

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