Friday, June 13, 2014

Han convertido en marginales los buenos modales

Han convertido en marginales los buenos modales
Cuba no era un país de analfabetos como ha pretendido inducir con
persistencia el alto mando de La Habana
viernes, junio 13, 2014 | Leonardo Calvo Cardenas

LA HABANA, Cuba -En los últimos tiempos, a través de los medios masivos
de difusión o la propaganda gráfica, las autoridades cubanas impulsan
una intensa campaña destinada a recuperar los buenos modales y los
comportamientos adecuados que muy lamentablemente se han perdido. Al
parecer, los gobernantes cubanos, generalmente enajenados de la realidad
social, muestran justificada preocupación por esa especie de pandemia de
mala educación, descortesía, vulgaridad y agresividad que ensombrece
nuestra vida cotidiana.

Tal vez los gobernantes no se percaten de que con los spots televisivos,
mensajes de orientación social o vallas publicitarias de esta campaña
están haciendo una tácita declaración de rampante fracaso después de más
de medio siglo de controlar estrictamente todos los espacios de
educación, formación, creación y difusión cultural.

Cuba no era de ninguna manera un país de analfabetos como ha pretendido
inducir con persistencia el alto mando de La Habana, pero al triunfar la
llamada revolución de 1959 muchos cubanos en realidad no pasaban del
nivel primario y secundario de escolaridad; sin embargo, nuestro país
era modelo de educación y urbanidad. De hecho, siempre se recuerda la
proverbial educación, hospitalidad y cortesía de campesinos aunque
fueran muy humildes e iletrados.

Nuestros padres nos dan testimonio del excelente comportamiento de las
personas más humildes, incluso en los lugares públicos de recreación y
de cómo personas de reconocida marginalidad eran incapaces de manifestar
actitudes reprochables a la hora de relacionarse socialmente.

Hace varias décadas, las llamadas palabras obscenas, las músicas en
altos decibeles, la falta de respeto a las personas mayores, el trato
descortés entre los ciudadanos o los actos de violencia callejera, hoy
vistos como algo tan normal, eran prácticamente inexistentes.

Constantemente nos preguntamos qué ha sucedido, si los gobernantes
cubanos dicen haberse esmerado en la promoción de la educación y la
cultura para todos sin distinción. Considero que haber privado a la
familia de su papel protagónico y determinante en la educación de los
nuevos ciudadanos ha causado un daño capital en los referentes de
comportamiento social. Las familias, al conceder preferencias a los
patrones e intereses políticos afines al régimen fueron dejando a las
nuevas generaciones a merced de las peores influencias negativas.

Los años en que los adolescentes y jóvenes —edades muy complejas y
delicadas— eran internados obligatoriamente en los llamados
Preuniversitarios en el campo, como era de esperar, junto a terribles
fenómenos como la promiscuidad, el vandalismo, el bulling, las
relaciones carnales entre alumnos y profesores y un número indeterminado
de lamentables muertes, dejaron una deplorable saga de mala educación y
comportamientos indeseables que han convertido en marginales a las
buenos modales y comportamientos éticos.

Por otra parte, la vocación ateísta de los gobernantes cubanos, que
durante mucho tiempo convirtió a los valores religiosos, como a los
buenos modales, en "rezagos burgueses", debilitó considerablemente los
fundamentos ético-morales de la sociedad cubana. En la actualidad, los
jóvenes adscriptos a alguna denominación cristiana marcan la diferencia
de comportamiento con relación a la generalidad que nos obliga a
desandar la ciudad cabeceando a cada paso órganos genitales masculinos
vociferados por compatriotas de todas las edades y sexos. ¡Cuánto
extrañamos aquellos buenos días, los por favor, los permisos y las
gracias, cortas frases que cuestan tan poco y tienen tanto valor!

Las insuficientes y torpes campañas mediáticas hasta ahora solo sirven
para reafirmar cuánto daño material y moral ha causado a nuestra nación
este largo y fallido experimento castrista. Como indica el principio
jurídico: "A confesión de parte, relevo de prueba".

montesinos3788@gmail.com

Source: Han convertido en marginales los buenos modales | Cubanet -
http://www.cubanet.org/opiniones/han-convertido-en-marginales-los-buenos-modales/

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