Goodbye Castro

Publicado el lunes, 06.16.14

Goodbye Castro
ALEJANDRO RIOS

En la deliciosa comedia Goodbye Lenin un diligente vástago debe impedir,
a toda costa, que su madre se entere de que el comunismo se fue a
bolina, en lo que la señora se mantuvo inconsciente, porque su débil
corazón no podría tolerar una realidad contraria a su ideología.

En el apartamento donde convalece su progenitora, el muchacho se las
arregla para montarle la continuidad del totalitarismo alemán, mediante
ingeniosos trucos visuales y conceptuales.

En Cuba, ahora mismo, pareciera que algún adlátere de Fidel Castro se la
ha ingeniado para erigir un tinglado de ficción similar alrededor de
"punto cero'', residencia del esquivo dictador, donde por una ventana
disfruta el cultivo de la moringa y hasta del café caturla, mientras por
otra se vislumbran una ganadería rozagante y productiva, así como
marchas y desfiles del pueblo combatiente.

Supongamos que le facilitan una prensa impresa para su consumo con los
mismos titulares triunfalistas que pusiera en boga durante su régimen y
cuando enciende el televisor hay noticieros, mesas redondas y hasta una
nueva versión de En silencio ha tenido que ser, sobre los cinco espías
en cárceles norteamericanas, de donde finalmente escapan siguiendo un
plan de fuga ideado por Ricardo Alarcón.

Todas las llamadas y consultas por internet del dictador son
transferidas a un servidor donde diligentes especialistas se encargan de
darle acceso solamente al absurdo universo que él mismo conjeturara hace
algunas décadas, donde el capitalismo resulta inoperante y agresivo,
mientras el comunismo se instala como la única certidumbre de un futuro
de paz y progreso.

¿Si así no fuera, cómo es posible que el calamitoso causante de tanto
desvarío apenas sepa de lo que acontece en los predios de su fracasado
experimento, donde ahora prolifera todo lo que él consideraba anatema
social?

En cortometrajes de ficción realizados por jóvenes directores,
recientemente, como son Ida y vuelta y Lavadora, se da fe de la
existencia de prostíbulos en La Habana, regentados por violentos proxenetas.

En el largometraje Melaza y en el documental DeMoler, por otra parte, la
industria azucarera se va al traste y con ella, las poblaciones a las
cuales dio vida y amparo durante siglos.

Ahora en vez de las absurdas 10 instituciones básicas culturales
alentadas para cada comunidad, sin analizar necesidades y circunstancias
específicas, por su ex ministro del ramo, el leal Armando Hart, se abre
una red de puticlubs, tanto para el disfrute de preferencias
heterosexuales como homosexuales. Uno de los mismos aparece, incluso,
suscrito por la sobrina Mariela Castro y el controversial Cenesex que
dirige a su antojo y beneficio.

A la legendaria dirección habanera Humbolt 7, donde fueron ultimados por
sicarios de Batista jóvenes revolucionarios, debe agregarse hoy día
Humboldt 52, donde noveles strippers cubanas ondulan sus cuerpos en
busca del elusivo billete.

En un suburbio de Santiago de Cuba, Altamira, la población sale a
protestar porque las autoridades pretendían incautarle la mercancía a un
vendedor de granizado. Para enfrentar una manifestación de más de un
centenar de personas llegan policías motorizados, pero en pocos minutos
se retiran despavoridos por donde mismo arribaron ante la ira popular de
imprecaciones y tomatazos.

El consumo de crack se entroniza en una red establecida al efecto. 5 CUC
por cada dosis es el precio que dicta el mercado alternativo, donde
además campean por su respeto otros derivados como el llamado "yayuyo''
que es una combinación de piedra de crack con marihuana.

Este bochinche de país afligido acontece en lo que el dictador espera
quedo y ajeno la visita de la Parca. Sería saludable que alguien lo
despertara de su embelesamiento.

Source: ALEJANDRO RIOS: Goodbye Castro - Columnas de Opinión sobre Cuba
- ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/06/16/1774974/alejandro-rios-goodbye-castro.html