Monday, June 16, 2014

Farmacéuticos o la Reina del Baile?

¿Farmacéuticos o la Reina del Baile?
ORLANDO PALMA, La Habana | Junio 16, 2014

¿No te invitaron a tirar unos pasillos en ninguna fiesta? ¿Los muchachos
pasaron a tu lado sin mirarte? Ahora, tienes la posibilidad de
desquitarte. Basta un diploma de técnico medio, acceso a un almacén de
medicinas y algo de audacia. Los licenciados en farmacia juegan un rol
protagónico en cuanto a ilegalidades se refiere. Son los que más
negocian, venden y ganan. Las cortinas se descorren ante estas reinas en
el gran baile de la ilegalidad.

Son ellos quienes determinan la cantidad de medicamentos que un doctor
puede prescribir en cada receta, además de validar o no los certificados
de cualquier fármaco. Su poder es enorme. Determinan cuándo se vence el
llamado "tarjetón" médico, con el que cada paciente adquiere las
medicinas que necesita. Reinan –no por una noche- sino por años, en la
expedición de cada píldora, gota, ungüento, suero o antibiótico.

Los médicos se quejan de que estas atribuciones no deberían corresponder
a los licenciados en farmacia. Según los galenos no se trata de que no
cuenten con los conocimientos necesarios, sino que esas tareas los
convierten en demasiado poderosos. Con su batas blancas, estos
especialista en el vademécum llevan el compás, deciden quién puede
sumarse a la coreografía de la venta ilícita.

Un médico, una enfermera, un director de un policlínico u hospital no
puede traficar medicamentos, sencillamente porque no los tiene a su
alcance. Sólo la Reina del Baile tiene cerca de su mano la posibilidad
de ofrecer fármacos y cobrar por ellos. En este festejo de la ganancia,
no importa cuánto sepas sino cuán cerca estés de los anaqueles con las
cajas de las píldoras y los jarabes.

Sin embargo, como nos enseñó un presidente de antaño, "tiburón se baña
pero salpica", o sea, el baile tiene un protagonista, pero otros pueden
recibir el beneficio de las luces. En muchas ocasiones los técnicos en
farmacia se vinculan a un médico que los respalda. A éste le toca emitir
las recetas de los medicamentos que ya ellos han vendido por "la
izquierda". Cada receta suscrita para tapar estos desfalcos, suele tener
un costo mínimo de 1 CUC. Justo lo que un galeno ganaría después de una
agotadora jornada laboral.

El éxito en el tráfico de medicinas radica en hacerse con un mayor
número de doctores que suplen con sus firmas el déficit de medicinas que
queda en los almacenes después del desvío hacia las redes ilegales. El
negocio es tentador, peligroso, y muchos se suman a él sólo por unos
años, hasta que ahorran el dinero suficiente para un boleto hacia
cualquier otro lugar del planeta.

Pacientes alcohólicos, adictos y desprotegidos socialmente son otro
eslabón en la cadena. Casi a diario acuden a los médicos de familia para
pedir analgésicos, antiinflamatorios, relajantes musculares y algunos
antibióticos. Su adición los mueve, pero también un acuerdo con "la
Reina del Baile" para dividirse las ganancias de la reventa.

La tía fea de la fiesta son los revendedores. Quienes compran por
cantidades en la red cubana de farmacias y luego venden los productos a
más del triple de su precio. Son los competidores directos de quienes
desde el interior de las propias instituciones tratan de hacerse con el
mercado de las píldoras.

A muchas reinas del baile las atrapan. Es una danza de riesgos. Pero
luego se les vuelve a ver en una danza cercana, sabedoras de su poder y
de sus habilidades para moverse en el escenario.

Source: ¿Farmacéuticos o la Reina del Baile? -
http://www.14ymedio.com/opinion/farmaceuticos-medicamentos-mercado_ilegal-medicos_0_1579642021.html

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