Monday, June 16, 2014

Cuba - una cuestión de moral

Publicado el lunes, 06.16.14

Cuba: una cuestión de moral
GINA MONTANER

La dictadura castrista ya va para largo con más de medio siglo de
existencia. El tiempo suficiente (en realidad una eternidad) para sentir
la mella de la fatiga. Las ganas de tirar la toalla en lo que se refiere
a no bajar la guardia y aprovechar cualquier ocasión para denunciar los
atropellos del gobierno.

Son en esos momentos de decaimiento cuando las intermitentes campañas a
favor de levantar el embargo de Estados Unidos a Cuba suenan como cantos
de sirena en medio del mar proceloso que separa a la isla de un salto a
la libertad. ¿Y si al final, después de librar tantas batallas que no
han conseguido derribar el muro del totalitarismo, lo que vale es
tenderle la última mano que se resiste a montar hoteles o buscar El
Dorado del petróleo en esa costa del Caribe? Hasta Hillary Clinton
admite en sus memorias recién publicadas que, siendo Secretaria de
Estado, llegó a sugerirle al presidente Obama que quizás había llegado
la hora de levantarle las sanciones a quienes durante décadas han sido
enemigos declarados de los intereses de los Estados Unidos.

Irónicamente, la estulticia sistemática del régimen de La Habana se
encarga de sofocar cualquier desánimo pasajero. Al menos desde un punto
de vista moral (y no se me ocurre razón más poderosa) no hay nada que
motive a Washington, cuya posición continúa siendo que sólo habrá
cambios sustanciales cuando los Castro den muestras de una verdadera
apertura hacia la democracia, a regalarle un caramelo a su indeseable
vecino a cambio de nada.

Mientras grupos seguramente bien intencionados hacen lobby para que la
administración Obama levante el embargo, convencidos de que la libertad
de los cubanos depende y pasa por ese gesto y no por la voluntad del
castrismo de abandonar sus mañanas de perdonavidas, una vez más en Cuba
la disidencia es acosada impunemente. Las redadas, las intimidaciones,
los arrestos, nada tienen que ver con la vieja guerra contra el "imperio
yanqui". Sencillamente son expresiones propias de un sistema lamentable
que a lo largo de 54 años no le ha importado mantener cautiva a una
sociedad empobrecida.

Uno podrá sentir un cansancio infinito al comprobar que la dinastía
castrista sigue en el poder mientras las primaveras se abren paso en
otros lugares tan o más castigados. Pero, por mucho que se hagan
combinaciones de la ecuación, uno no acaba de ver qué relación hay entre
el afán de apuntar con el dedo a Washington, más que dispuesto a zanjar
las diferencias si la violación a los derechos humanos cesa en la isla,
y el empeño sistemático del castrismo en sofocar a quienes buscan
espacios en el ahogo del prolongado encierro.

Cuando Berta Soler y otras integrantes de las Damas de Blanco son
vapuleadas; o un matón de la Seguridad del Estado golpea en la calle al
periodista independiente Roberto de Jesús Guerra, es inevitable
preguntarse qué sentido tiene presionar a un gobierno democrático que
plantea algo absolutamente razonable. Lo mismo hizo la comunidad
internacional en su día frente al régimen de apartheid en Sudáfrica. Lo
otro es, de algún modo, elegir hacer la guerra en el campo de batalla
equivocado.

Por muchas vueltas (y han sido demasiadas a lo largo de más de cinco
décadas) que uno le dé al dilema del embargo contra el régimen cubano,
se retorna al mismo punto: el disgusto moral que provoca pasarle la mano
a un impenitente abusador con la vaga esperanza de que se porte mejor.
No es eso lo que recomiendan los sicólogos y el caso de los Castro es
patológico. Habrá que seguir huyendo del entorno convertido en cárcel.
Suele ser la única salida de los apaleados.

© Firmas Press

Twitter: @ginamontaner www.firmaspress.com

Source: GINA MONTANER: Cuba: una cuestión de moral - Opinión -
ElNuevoHerald.com -
http://www.elnuevoherald.com/2014/06/16/1772482/gina-montaner-cuba-una-cuestion.html

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