Viernes, 20 de junio, 2014
¿'Bullying' en Cuba?
Damaris tiene casi cuarenta años y varias cicatrices en el rostro. Se
las hizo una colega de quinto grado con un gancho de pelo. Estaban en
medio de una clase y la disputa sobre la propiedad de un lapicero llevó
a la contrincante a gritar: "¡Te espero a las cuatro y media!". Esa es
la peor amenaza que puede recibir un estudiante en las escuelas
primarias cubanas. La frase basta para saber que a la hora de salida
habrá que demostrar la fuerza y la supremacía a golpe de puños o arañazos.
A Yosniel le fue peor. Se lanzó desde el tanque de agua del
preuniversitario República Popular de Rumanía, después de recibir por
meses las burlas de sus colegas de albergue por el tamaño de la cabeza.
Cayó sobre el concreto de la tapa de la cisterna y ninguna maniobra de
reanimación pudo salvarlo. Al otro día, durante el funeral, los propios
alumnos que lo ridiculizaban daban el pésame a la familia del fallecido
en el paupérrimo barrio del Romerillo.
Sin embargo, el problema toca tanto a los pobres como a los más
acomodados. El frío metal de una navaja atravesó el corazón de Adrián,
también en un preuniversitario becado, porque otro más fuerte que él
decidió que le gustaban y que quería quitarle sus zapatos Converse. Los
padres del fallecido eran militares, pero aún así no podían entender que
las escuelas donde debía formarse "el hombre nuevo" hubieran terminado
funcionando con el mismo matonismo de las prisiones.
Cecilia, por su parte, siempre fue de las que golpearon... no de las que
se dejaron dar. Elegía la saya del uniforme que se iba a poner,
revisando las taquillas de las estudiantes más frágiles, más pequeñas.
Un día se encontró con la horma de su zapato en una chiquilla delgadita
de dientes separados que –con una cuchilla improvisada a partir de una
segueta– le rajó el rostro de lado a lado.
El abuso escolar, el bullying, es un tema que apenas se habla en los
medios nacionales, pero que afecta a cientos, miles de estudiantes en
todo el país. Entre las características más alarmantes de este problema
está la complicidad o la indiferencia de parte de los maestros. Muchas
veces los profesores se auxilian de "estas tipas y tipos duros" para
controlar al resto de los alumnos. El resultado es la validación
institucional de una estructura de bravuconada y abuso.
¿Cómo denunciarlo? Nadie sabe. No hay un número telefónico al que un
alumno víctima del bullying pueda acudir. Ninguna circular del
Ministerio de Educación ampara a los damnificados en estos casos. Los
padres, normalmente, responden a las denuncias de abusos que les cuentan
sus hijos con un "dale más duro" o "demuéstrales quién eres tú". Los
maestros no quieren meterse en medio de la bronca y muchos directores de
centros escolares responden a la defensiva: "Imagínate, con ese
chiquillo ya no sabemos qué vamos a hacer".
Lo cierto es que el drama del abuso escolar no se narra, no se debate,
no se cuestiona... mientras, las tantas Cecilias que hay por ahí siguen
quitándole el uniforme a las más pequeñas, cortándole la cara con un
gancho a una colega de pupitre o burlándose –hasta el suicidio– del
tamaño de la cabeza de otro.
Source: ¿'Bullying' en Cuba? - Columnistas - Opinión | El Universo -
http://www.eluniverso.com/opinion/2014/06/20/nota/3124081/bullying-cuba?src=menu
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