Buscar lo necesario

Buscar lo necesario
JUEVES, 29 DE AGOSTO DE 2013 10:38
ESCRITO POR JORGE LUIS GONZÁLEZ SUÁRE

Cuba Actualidad, Plaza, La Habana (PD) Hay cosas aquí que son difíciles
de entender, no por su complejidad sino por su sencillez. Encontrar los
artículos básicos que necesita cualquier persona en el mundo civilizado
para vivir, es en muchas ocasiones todo un reto en Cuba.

Acabo de tener una de estas experiencias en días pasados. Mi hija que
vive en Verona, Italia, me encargó conseguirle unas estampas de nuestras
más tradicionales vírgenes del santoral católico, La Caridad del Cobre y
La Virgen de Regla, para enseñar en el futuro a mi recién nacida nieta
algo de sus raíces.

Este hecho, de por sí intrascendente, se convirtió en algo parecido a
una hazaña. Hube de caminar por diferentes templos de la capital.
Algunos se hallaban cerrados en esos instantes; otros no poseían aquello
que yo buscaba y la información que debe existir para encontrar el
objeto es poco menos que inconseguible por canales normales.

La situación se puede tornar más complicada si lo que usted busca es
imprescindible. Ciertos accesorios de electricidad, plomería u otras,
están casi carentes en el mercado común. Si por una gracia divina
aparecen, su precio puede espantar hasta a los güijes y fantasmas.

La intuición que se debe poseer para estas cosas requiere de dotes
personales especiales y una clarividencia poco común. Un término que se
usa bastante es "adivinar". No resulta un acto de prestidigitación, sino
simplemente una capacidad física y mental real para dar solución a
determinado problema que en sí no lo es.

Los cubanos que viven hace años en el exterior, han perdido la noción de
las complicaciones que estas gestiones traen. El tiempo que pierde un
ser humano en estos avatares por acá es increíble. Algo que se puede
obtener en cinco minutos puede demorar horas o días. El desgaste físico
y el stress provocan hasta trastornos clínicos en los seres humanos,
algo que se dice y no se cree.

Un español con quien trabajé hace años decía que "la vida en este país
es muy difícil". Se refería por supuesto no solo a la carestía de los
productos. Hallar lo necesario implica una suerte de habilidades básicas
que se adquieren por experiencia como si se anduviera por el medio de un
desierto donde hay que sobrevivir.

La lectura del libro de Andrés Oppenheimer, "Fidel Castro: el final del
camino" fue toda una revelación para mí. Es impresionante como este
genial periodista captó en solo 5 meses de convivencia en la nación esta
situación. Él fue quien definió el término "buscar" como uno de los más
empleados por la población con una etimología muy característica del
medio en que se emplea.

La palabra en cuestión no significa hallar alguna cosa, sino donde están
aquellos artículos o servicios que se precisan. Esta acción requiere de
un sexto sentido que no es posible definir con facilidad. Los que
vivimos en este sitio llamado Cuba conocemos muy bien de estos
inconvenientes. Creo que psicólogos y psiquiatras no serían capaces de
dar una explicación a tal asunto.

Hay una industria brasileña que fabrica carrocerías de ómnibus, la cual
se denomina "Busscar". El nombre se ajusta a la perfección a los cánones
de nuestra actitud de comportamiento. Los cubanos, al igual a los
buscadores de oro del oeste, invierten gran parte de su existencia
cotidiana en "buscar" aquello que más requieren para "resolver" sus
situaciones.

La Academia Cubana de la Lengua no ha definido con exactitud el vocablo.
Menos lo ha hecho la institución original de España. Ya es hora de que
alguien se tome la molestia de estudiar nuestro léxico y actualice
nuestra peculiar gramática.
Para Cuba Actualidad: jorgelibrero2012@gmail.com

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