Publicado el miércoles, 07.24.13
La sorpresa de pasar la Aduana en Cuba
DANIEL SHOER ROTH
DSHOER@ELNUEVOHERALD.COM
Si ha puesto en tela de juicio la actual política de Washington hacia La
Habana, un libro de 88 páginas de papel viejo marrón claro con cubierta
turquesa sobre las regulaciones en materia aduanera en Cuba tal vez lo
ayude a dilucidar su cuestionamiento.
La tercera edición de Normas Aduaneras, publicación de la Aduana General
de la República del 2012, refleja la hipocresía del embargo comercial a
Cuba. A la par de las sanciones impuestas por Estados Unidos, al
gobierno de Raúl Castro le ingresan cientos de millones de dólares
anuales en aranceles y tarifas que pagan los cubanos residentes de EEUU
cada vez que viajan a la isla.
Eso, sin contar las remesas familiares, uno de los principales motores
de la economía cubana.
La semana pasada elaboré un sumario de los altos costos que pagan los
exiliados para visitar a sus familiares y amigos en Cuba. No solo las
empresas norteamericanas que facilitan los viajes se aprovechan de este
mercado cautivo y caótico, sino que las autoridades cubanas también
exprimen a los expatriados con gravámenes exagerados en los aeropuertos
y una tasa alta en el cambio de moneda extranjera.
La columna generó una respuesta tan positiva en los diferentes sectores
de la comunidad, que el tema merece mayor profundidad con los detalles
de las tributaciones que cobran a los viajeros al llegar a la isla.
Uno de los aspectos que más sorprende a quienes nunca hemos viajado a
Cuba es el cobro en la Aduana por el sobrepeso en las piezas o bultos
que componen el equipaje, incluyendo el bolso de mano. Normalmente, las
aerolíneas son responsables de facturar el exceso de equipaje, no los
aeropuertos. Esto significa que los cubanos exiliados –que viajan
cargados como Santa Claus pero sin su opulencia– deben pagar flete con
sobrepeso dos veces, al salir de Estados Unidos y al entrar a Cuba.
Otro gravamen inédito y difícil de comprender es lo que las autoridades
cubanas denominan "Tarifa progresiva aplicable para el cobro de los
derechos de Aduana", una resolución emitida por la ministra de Finanzas
y Precios que entró en vigor en agosto del año pasado.
Estas tarifas de arancel se aplican sobre el valor total de los
productos que traen los visitantes a sus familiares, a fin de evitar que
los emigrados transporten mercancía con fines comerciales en el negocio
ilegal de las "mulas" que ha emergido entre Miami y La Habana.
Además, la importación de artículos electrodomésticos y otros equipos
duraderos, así como sus partes y piezas, se tributan de forma
independiente e individual en pesos convertibles (CUC), la moneda de
paridad cambiaria con el dólar americano. El gobierno cubano devalúa el
dólar, cobrando una tasa de cambio de un 12 por ciento.
Cada producto tiene un arancel, determinado de manera arbitraria, que la
mayoría de los viajeros desconoce hasta que pasan por la Aduana y les
toma por sorpresa. Un viajero me trajo las Normas Aduaneras con el
listado de valoraciones. A continuación, una muestra de las cotizaciones.
Para llevar una impresora multifunción, por ejemplo, que en Walmart
puede costar $119.98, el viajero debe pagar un arancel de 150 CUC en
Cuba. Si un exiliado compra en Amazon un televisor plasma LED de 42
pulgadas (1080p) por $479.99, la tasa en Aduana es de 400 CUC.
¿Un equipo de música de cualquier tipo? 60 CUC en impuesto de aduanas.
¿Un teléfono inalámbrico? 30 CUC. ¿Un disco duro? 60 CUC. ¿Una planta
eléctrica de hogar para cuando hay apagones en Cuba? 150 CUC. ¿Un
ventilador para amainar el calor? 10 CUC.
La lencería, enseres para el hogar, instrumentos musicales, juguetes y
artículos deportivos también son gravables. Para entrar a Cuba con una
almohada, hay que pagar 5 CUC; una frazada, 10 CUC; un juego de
cubiertos para 12 comensales, 20 CUC.
¿Quiere regalar un juguete a un nieto o sobrino? Si funciona con
baterías, afrontará un arancel de 10 CUC, y si es de propulsión
eléctrica, 15 CUC. ¿Le gustaría que un familiar fomente su capacidad
artística? Si entra con un instrumento musical de viento, el gobierno
cubano le cobrará 200 CUC, la misma tarifa que para uno de percusión o
teclado. ¿Un futuro DJ en la familia? 200 CUC por un mezclador de sonido.
Algunas personas argumentarán que todos los países cobran un arancel a
los viajeros en compras de artículos especificados en los formularios de
aduanas. Pero para traer una muñeca de regalo a Estados Unidos, no hay
que pagar. En cambio, ingresarla en Cuba cuesta 2 CUC. Si queremos
visitar a un familiar en cualquier isla del Caribe y antes de viajar le
compramos un reloj de pulsera como obsequio, sus gobiernos no nos
cobran. En Cuba, tasan al exiliado 5 CUC por un reloj.
Como en Cuba los habitantes a menudo no pueden adquirir muchos de estos
productos –especialmente los efectos electrodomésticos, de informática y
comunicaciones– en un mercado libre, dependen de los familiares en el
exilio para tenerlos. Desde principios de año, las autoridades aduanales
también cobran arancel por peso a los alimentos, anteriormente exentos
de gravamen.
Igual que los políticos en Washington debaten si enmendar la Ley de
Ajuste Cubano para detener los abusos que cometen algunos de los que
"escaparon del comunismo" en años recientes y retornan repetidamente a
la isla, es hora también de analizar la política de los viajes a Cuba
para poner fin al doble discurso del gobierno norteamericano.
Los costos que pagan los cubanos del sur de la Florida son demasiado
altos, el arancelario y el moral.
Source: "DANIEL SHOER ROTH: La sorpresa de pasar la Aduana en Cuba -
Daniel Shoer Roth - ElNuevoHerald.com" -
http://www.elnuevoherald.com/2013/07/23/v-fullstory/1528577/daniel-shoer-roth-la-sorpresa.html
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