Wednesday, May 8, 2013

Rancios argumentos en Ginebra

Rancios argumentos en Ginebra
Martes, Mayo 7, 2013 | Por CubaNet

MADRID, España, mayo, www.cubanet.org -El gobierno de Cuba recibió 292
recomendaciones para mejorar su ejecutoria, durante el Examen Periódico
Universal efectuado en la 16 Sesión del Consejo de Derechos Humanos, del
1 al 3 de mayo pasado en Ginebra. En esta oportunidad, las encomiendas
fueron presentadas en intervenciones de 132 países (de los 193 miembros
de la Organización de Naciones Unidas) y en las preguntas previas de
Gran Bretaña, Dinamarca, Suecia, República Checa, Canadá, Letonia,
Liechtenstein y Holanda. El gobierno cubano deberá dar respuesta en
septiembre próximo, cuando se efectuará el 24 Período.

El Examen Periódico es el mecanismo obligatorio para los países miembros
de las Naciones Unidas, con particular relevancia para los 47 miembros
del Consejo, elegidos rotativamente por cuota regional, del que Cuba ha
formado parte. Fue establecido en virtud de las modificaciones en
ocasión del cese de la muy criticada Comisión. Si bien el procedimiento
actual brinda resquicios a los países violadores de los derechos humanos
que se apañan mutuamente, los obliga a presentar informes para cada
examen, así como analiza el reporte del Consejo sobre las denuncias
recibidas; incluye las preguntas recibidas de los miembros y en sus
sesiones se realizan amplias intervenciones por parte de los asistentes.

Ahora, el canciller cubano Bruno Rodríguez presentó el informe, con las
tradicionales justificaciones al mantenimiento de una sociedad cerrada y
represiva debido a las amenazas externas, el fomento de la
contrarrevolución y el embargo de Estados Unidos, lo cual cada día
pierde mayor credibilidad al resultar evidente que constituyen los
pretextos ideales para mantener el totalitarismo en Cuba. No obstante,
presentaron las limitadas reformas realizadas como avances en los
derechos humanos, cuando en realidad constituyen tímidas aperturas por
la crisis económica imperante y gestos anticuados para establecer una
supuesta modernidad.

Se trata, en pleno siglo XXI, de exhibir la concesión de permisos para
poseer teléfonos celulares, comprar computadoras, alojarse en los
hoteles habituales para turistas extranjeros con pago en divisas, poder
vender o comprar casas y autos viejos, recibir tierras en usufructo con
muchas prohibiciones, poseer una licencia para trabajar por cuenta
propia en una ínfima cantidad de gestiones, ahogadas por los
elevadísimos impuestos y la inexistencia de mercados mayoristas.

También, la Ley Migratoria se enarboló como un gran progreso debido a la
eliminación de una carta de invitación o el permiso de salida, como si
no hubieran sido suplantados por la aprobación de recibir un pasaporte
o, a los residentes en el extranjero, para visitar su patria. Los
permisos a opositores, a quienes durante muchos años mantuvieron
cerrados en la isla, poco antes o durante la realización del Examen
Periódico Universal en Ginebra, parecen estudiados para diluir las
arbitrariedades mediante la ilusión de un movimiento que posiblemente no
se mantendrá, e incluso quienes se han expresado en Ginebra u otros
lugares podrían afrontar consecuencias difamatorias y represivas.

Sin embargo, el gobierno no ha podido evitar las reiteraciones de las
preguntas y recomendaciones sobre la ratificación de los Tratados de
Derechos Humanos, la garantía al ejercicio de los derechos de libertad
de expresión, reunión, prensa y asociación por todos los ciudadanos, la
invitación a los reporteros temáticos sobre la tortura, la entrada a las
prisiones de la Cruz Roja Internacional y otras ONG, la liberación de
los prisioneros políticos y de conciencia, la eliminación de los mítines
de repudio contra pacíficos opositores, la adecuación de la legislación
con eliminación de la presunción de peligrosidad, la independencia
del sistema judicial, el mejoramiento del régimen penitenciario con
eliminación de las malas condiciones alimenticias, higiénicas y médicas
en las prisiones, así como de los tratos inhumanos y degradantes.

Muy relevante fue la pregunta de por qué se pide a funcionarios
extranjeros que visitan Cuba que no se reúnan con ciudadanos que están
legalmente en libertad, o que no han sido condenados por ningún delito.

Las justificaciones presentadas sobre la prohibición del acceso a
Internet a la mayoría de los cubanos están realmente desfasadas. El
gobierno continuó argumentando la imposibilidad de utilizar los cables
submarinos colocados próximos a Cuba y la necesidad de emplear los
costosos servicios satelitales. ¿Qué pasó con el cable entre Venezuela
y Cuba?

Según un alto funcionario venezolano, hace tiempo está en uso. Eso
constituye un crimen muy amplio contra los ciudadanos, a quienes se
priva de acceso a la comunicación y la información más variada y
avanzada, que podría permitirle ampliar la cultura general, obtener
literatura especializada y conocer qué ocurre en cualquier lugar del
mundo, sin censura.

Resulta imperdonable que nuestro país sea llevado a la involución con
total premeditación, en la época de mayor desarrollo del conocimiento y
la interrelación entre países. El gobierno no publicará ni su informe ni
las recomendaciones; a la población brindará los titulares
grandilocuentes que usa, muy alejados a la realidad.

http://www.cubanet.org/articulos/rancios-argumentos-en-ginebra/

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