Martí, el incomprendido
Lunes, Mayo 6, 2013 | Por Tania Díaz Castro
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -No olvido algo que me ocurrió en
los años noventa, cuando varias personas, mientras observaban la estatua
de José Martí, en el Parque Central de La Habana, se preguntaban por qué
el Apóstol tenía el brazo derecho extendido al frente.
Unos alegaban que indicaba la dirección de su casa natal. Otros,
simplemente que saludaba o se despedía con su mano. Siempre me he
preguntado si aquellas personas me comprendieron, porque cuando me
escucharon decir que, sin duda alguna, Martí señalaba con su dedo índice
el mejor de los caminos: el camino de la libertad, se miraban entre sí.
Recordé esta anécdota cuando una vecina, que desfiló este Primero de
Mayo en la Plaza de la Revolución, convocada por su centro laboral, me
comentó que, a pesar de que la fecha estaba dedicada al aniversario 160
del natalicio del Apóstol, en las pancartas que se veían, Martí no era
la figura cimera, sino Fidel Castro, Che Guevara y Hugo Chávez.
Recordar entonces la curiosa historia de la primera estatua de Martí,
tal vez viene bien para saber cuánto ha sido ignorado, incomprendido,
mal amado e injustamente manipulado por políticas caudillistas,
fenómeno este que surgió en toda América Latina durante el siglo XIX,
hasta convertirse muchas veces en crueles dictaduras.
Diez años después de la muerte de Martí, liberada Cuba del dominio
español, un grupo de personalidades políticas presentaron el proyecto de
erigir una estatua en el Parque Central, parecida a la Estatua de la
Libertad, de Nueva York.
Más de doce figuras históricas fueron propuestas en la encuesta para
representar la estatua. Entre ellas estaba Martí, quien resultó el
ganador, con sólo 16 votos a su favor, emitidos entre las 105
personalidades patrióticas que se convocaron y 375 votos de la
población, en aquellos momentos compuesta por más de dos millones de
habitantes.
El propio Emilio Roig de Leuchsenring, historiador de la Ciudad de La
Habana, al referirse a dicha encuesta, destacó en un artículo publicado
en la Revista Carteles en 1939 cómo apenas 16 cubanos representativos
comprendían y admiraban a Martí en 1905.
Contrario a lo que se dice, quienes lo conocemos bien, sabemos que Martí
jamás hubiera sido autor intelectual de un horrible acto terrorista, ni
querer un sólo partido para su pueblo, como dice el tirano, que fue
extremadamente cuidadoso cuando hablaba o escribía sobre el gobierno y
el pueblo de los Estados Unidos, donde vivió gran parte de su corta
vida, cuánto elogió la modernidad de ese país, que mucho lo impresionó y
al que llamó ¨casa hospitalaria de los oprimidos¨.
Por la magnitud de su obra escrita, por sus cualidades como hombre, por
su oratoria brillante y por su intenso amor y gran fe en la libertad,
José Martí bien pudiera haber venido de otro planeta, alguien que
todavía los cubanos de ayer y de hoy no se merecen.
http://www.cubanet.org/articulos/marti-el-incomprendido/
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