Tuesday, May 7, 2013

Cuba propuesta de un Senado

Publicado el lunes, 05.06.13

Cuba: propuesta de un Senado
Oscar Peña

Me ha gustado conocer que Raúl Castro ha orientado que la llamada
Asamblea Nacional del Poder Popular se vaya preparando a trasladarse a
funcionar oficialmente al Capitolio Nacional, el histórico edificio del
congreso nacional de Cuba. ¿Por qué el agrado? Definitivamente esa
acción de la máxima autoridad del país es admitir y reconocer una de las
muchas salvajadas que hicieron en 1959 y ello puede ser un primer paso
de un comienzo más serio y esperanzador para la nación cubana.

No somos –como piensan algunos– un consumado ingenuo que considera que a
partir de ese momento comienza a funcionar la democracia en nuestro
país. No es así. Sé digerir que el propósito básico del regreso al
emblemático edificio de las sillas parlamentarias de Cuba es para dar al
mundo una mejor imagen del largo régimen totalitario tirándose a los 54
años una foto de libertad y democracia con mejor escenografía. Sin
embargo –sería maltratar la verdad y no estimular a hacer más– no
reconocer que el sucesor en pequeñas dosis ha ido levantado algunas
trancas. En esta mudanza es innegable que de nada sirve sentarse los
diputados de hoy en el Capitolio si se siguen pareciendo más al coro
nacional de Cuba que dirige Digna Guerra que a un parlamento con
normales diferentes puntos de vista.

Han pasado 54 años y es penoso seguir jugando a "revolucionarios y
contrarrevolucionarios". Es imperativo que todos los cubanos renunciemos
a los orgullos, las soberbias y las prepotencias. Definitivamente
ninguna de las partes de la problemática cubana puede subir al podio de
la patria a recibir una medalla de ganador. Ninguna ha triunfado.
Admitir esa verdad es crecerse ante el altar de la patria. Hoy todos los
cubanos –dentro y fuera del país– estamos obligados a ser creativos y
procurar echar a andar una sociedad a la adecuación de las realidades de
nuestra nación y no seguir el gobierno esperando por el levantamiento de
una ley extranjera para hacer después (según promesas) necesarias
reformas y los adversarios esperando por los "momentos perfectos" para
en un futuro implantar esquemas universales. Lo que se necesita después
de más de medio siglo es buena voluntad de las dos partes.

El primer cambio y transición que hay hacer en Cuba es el de la mente de
obstrucción para todo que tenemos los cubanos del gobierno, de la
sociedad civil y el destierro. La posición de seguir esperando es
anticubana. Hoy nuestra nación reclama que todos sus hijos seamos
eclécticos y preservemos lo positivo que tenemos, vayamos suprimiendo lo
negativo e implantando solo lo conveniente de otras sociedades. Vayamos
conformando nuestra nación haciendo nuestra hoja de ruta entre todos
gradualmente para lograr ser un país estable donde sus hijos no se vayan
y se sientan orgullosos de su país.

Le propongo al gobernante Raúl Castro iniciar el uso del Capitolio
Nacional de Cuba con una acción efectiva, inclusiva y viable componiendo
como especie de un Senado solo para una Etapa Inicial. Estaría compuesto
por 50 representantes del gobierno y sus organizaciones y por 50
representantes de la sociedad civil del país y del éxodo. Serían 100
hijos de Cuba que harían un pacto nacional de respeto y convivencia
cívica. Y entre ellos –vestidos de guayaberas cubanas, ideas y buena
voluntad– debatirán y pugnarán lo que eleven los diputados de la
Asamblea Nacional, buscando en cada sección un consenso y acuerdo que
elevarían al gobernante Raúl Castro para su análisis, consideración e
implementación.

El mandatario cubano tiene la palabra.

http://www.elnuevoherald.com/2013/05/06/1470662/oscar-pena-cuba-propuesta-de-un.html

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