Cuba 2030
Miércoles, Mayo 22, 2013 | Por Jorge Olivera Castillo
LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -En un informe elaborado a
principios de este año por el Consejo Nacional de Inteligencia (NIC, sus
siglas en inglés), la oficina de análisis y de anticipación geopolítica
y económica de la Agencia Central de Inteligencia, se consigna el
paulatino declive de Occidente y el surgimiento de potencias emergentes
como Brasil, Rusia, India y Sudáfrica.
El estudio revela la aparición de otros cambios estructurales que
redefinirán la evolución del mundo.
El impacto de redes sociales como Facebook y Twitter, los fenómenos
asociados al cambio climático, el aumento del crimen organizado, el
agotamiento de los recursos naturales y, sobre todo, la crisis por los
déficits en el abastecimiento de agua, aparecen entre los temas más
destacados en el documento, que sale a la luz cada cuatro años.
En un artículo firmado por el periodista franco-español Ignacio Ramonet,
publicado originalmente en el diario Le Monde Diplomatique y reproducido
en Granma, no se menciona que el informe en cuestión incluya a Cuba como
una pieza de relevancia en el ámbito estratégico regional y mucho menos
internacional.
No es necesaria una paciente labor intelectual para avizorar un futuro
sombrío en Cuba. Con un breve bosquejo de la realidad nacional, se llega
a las peores conclusiones. En el 2030 habrá aquí un capitalismo
acompañado de serios problemas estructurales.
La tardía conexión con los sistemas que rigen las finanzas y la economía
mundiales -los que, por cierto, serán más descentralizados, pero
igualmente devotos a su perfil mercantilista, basados en la maximización
de las ganancias a toda costa- estará entre los puntos desfavorables a
enfrentar por los gobiernos que sucedan a la actual dictadura cubana.
Lógicamente, también serán más visibles aquí las huellas
tercermundistas. Los anillos de pobreza alrededor de las grandes
ciudades, en este caso de la capital, el crecimiento de la criminalidad
y el tráfico de estupefacientes, constituirán tres desafíos para los que
no habrá soluciones duraderas. Es probable que en la Cuba futura exista
un gobierno fuerte, como el de Putin en Rusia.
Sin referencias democráticas durante un período tan largo, sin
entrenamientos ni habilidades en las cuestiones relacionadas con la
economía de mercado, será realmente complicado mantener el control, con
el objetivo de evitar el caos, cuando llegue la hora del pluralismo
político, el libre ejercicio de las actividades económicas y la
legitimización de los derechos cívicos y sociales.
¿De qué manera se enmendarán los graves problemas de vivienda y los de
salud pública?
Muchos hospitales tendrán que cerrar por falta de insumos, ausencia de
higiene, o para ser demolidos por causa de su deplorable estado
arquitectónico.
Ni hablar del incremento de los homeless y de, en general, una
indigencia que engordará los índices de personas afectadas por el
alcoholismo y las enfermedades psiquiátricas.
Otro asunto de vital importancia y para el que tampoco habrá paliativos
es el relacionado con la balanza comercial.
Las deudas atrasadas y las reticencias de los centros financieros
internacionales y privados para otorgar créditos a un país con tan bajas
posibilidades de cumplir con sus compromisos, refuerzan las tesis que
auguran un panorama poco halagüeño.
Es casi seguro que para el 2030 tendremos un gobierno elegido
democráticamente. Eso no quiere decir que seremos más felices. El
capitalismo salvaje nos acecha y sus reglas son determinantes. Habrá que
esforzarse por ser competitivos y pedirle a la providencia que nos dé
fuerzas y salud.
Más que una república, lo que dejarán los gobernantes de ahora es un
montón de ruinas y la fatal estandarización de la indisciplina, la doble
moral y una extensa cadena de insuficiencias que conducen a ver el
futuro con una elevada dosis de pesimismo.
oliverajorge75@yahoo.com
http://www.cubanet.org/articulos/cuba-2030/
No comments:
Post a Comment