Tuesday, May 7, 2013

Borrar La Habana

Borrar La Habana
Martes, 07 de Mayo de 2013 03:11
Escrito por Juan Gonzalez Febles

Cuba actualidad, Lawton, La Habana, (PD) Una de las más socorridas
recurrencias del régimen militar inaugurado en 1959, son los intentos
por borrar la memoria histórica del periodo republicano comprendido
entre 1902 y 1958.

El caso es que nada de lo que se haya hecho después, puede compararse al
esplendor y la prosperidad alcanzada por Cuba durante ese denostado
periodo histórico.

Puede decirse que todo lo que vale y brilla en La Habana se construyó
gracias al empuje de los cubanos o de los habaneros que lo hicieron
posible en el lapso transcurrido entre 1902 y 1958. Los túneles de La
Habana, sus rascacielos, sus edificios más logrados arquitectónicamente
son herederos de aquella república destruida por la banda armada
revolucionaria que hizo valer para siempre aquello de "revolución es
destruir", porque lo destruyeron casi todo y continúan...

Hace unos años la Oficina del Historiador de la Ciudad comenzó un
ambicioso proyecto para remozar aquella parte de La Habana que es
referente del periodo colonial; la otra Habana que levantó la república
democrática, fue abandonada con desidia para que se cayera a pedazos,
porque la memoria histórica de aquel periodo de prosperidad democrática
debió quedar sepultada en el olvido para siempre.

ja-capitolioEl más reciente evento que abordó el art decó en Cuba sacó a
la luz algunas joyas arquitectónicas de aquel periodo. El edificio
Bacardí, el López Serrano y otros fueron reconocidos como elementos de
embellecimiento de la ciudad que fue una de las más bellas capitales no
solo de América sino del mundo.

En el marco de aquel evento, se conoció que a partir del mal gusto y la
desidia del equipo gobernante cubano, se pretende dinamitar el Hospital
Infantil "Pedro Borrás Astorga", una joya arquitectónica de la ciudad.
La solución que se propuso la banda revolucionaria empoderada no fue la
restauración o el remozamiento. Como revolución es destruir, pues ellos
decidieron dinamitar que a fin de cuentas, es más fácil y asequible a
sus estándares.

Vale decir que no ya en cinco décadas, ni en cincuenta si dispusieran de
ese plazo, la banda revolucionaria estaría a la altura de lograr algo
parecido a lo que la república democrática dejó para posteridad.

Fuera de los antiestéticos espacios-dormitorio como Alamar, San Agustín,
Reparto Eléctrico, etc., el más que horrible protestódromo erigido
frente a la embajada de los Estados Unidos, los parques, parqueos y
basureros y el resto de las muestras de mal gusto o malas intenciones
sembradas por la banda revolucionaria a lo largo de la ciudad, hoy se
afanan en restaurar piezas del pasado colonial y borrar la memoria
histórica de aquella república democrática que supo crear riqueza,
aunque no supo defenderla.

La Oficina del Historiador de la Ciudad pretende construir un hotel para
turistas extranjeros y un centro comercial en el espacio que ocupa en el
corazón y la memoria de los habaneros, la Manzana de Gómez. Por supuesto
que a este voraz empresario no se le ocurrió hacerlo en los muchos
espacios que existen en La Habana y que convertidos en parqueos,
basureros, etc., apenas consiguen borrar del recuerdo que allí se
levantaron edificios de vivienda, comercios y otras edificaciones
consagradas a satisfacer necesidades reales del pueblo de La Habana.

La banda revolucionaria decidió destruir el recuerdo de la república
democrática y consagrar el de la época colonial. A fin de cuentas, en
aquellos tiempos, se fusiló como ahora, se escarmentó como ahora y se
cumplió como ahora, la omnímoda voluntad de algún capitán general
blanco, malhumorado, racista y de mal gusto.

Cuando la Manzana de Gómez sea el hotel soñado por el Historiador de la
Ciudad, recibirá a turistas extranjeros ansiosos por disfrutar las
exquisiteces de una oferta inagotable de carne joven, canela y barata de
ambos sexos. Los que opten por ello, disfrutarán de la atención
prodigada por las prostitutas "más cultas y más sanas". Todo de acuerdo
con la memorable definición aportada en su momento por el líder
histórico del desastre.

Las divisas aportadas por el hotel y el centro comercial, aunque lleguen
permeadas con jadeos y sudores, serán sostén y emblema de reformas y del
socialismo que se nos viene encima. Ya no se trata de andar La Habana,
ahora es más útil borrarla.

Para Cuba actualidad: j.gonzalez.febles@gmail.com

http://primaveradigital.org/primavera/component/content/article/117-politica/7343-borrar-la-habana.html

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