La necesidad no genera derechos
[27-07-2012]
Alberto Medina Méndez
(www.miscelaneasdecuba.net).- El mundo parece estar protagonizando una
comedia. Lo grave de ello es que algunos creen que se trata de lo
correcto y han decidido tomarse con seriedad el guion de esta farsa.
Entre tantas afirmaciones falaces de las que acostumbran a proponernos a
diario, el populismo, hace décadas consiguió engendrar una frase, de la
que los líderes demagógicos del presente se han apropiado. Otros
sectores se sumaron a esa prédica al no poder imponer su comunismo por
las vías ortodoxas, es decir las más violentas, esas que recomendaban
sus mentores. En ese esquema, estos últimos optaron por ese camino más
amigable con las democracias actuales.
Aquella máxima que rezaba “donde existe una necesidad, nace un derecho”
dio paso a una serie de teorías por las cuales, un ciudadano, que
tuviera una necesidad, cualquiera fuera ella, debía ser satisfecho en su
demanda.
Así las cosas se declararon derechos de todos, el de alimentarse, la
salud, la educación, el trabajo y la vivienda, entre otros. En vez de
establecerse que tenemos derecho a esforzarnos para tener acceso a cada
uno de esos bienes, se impulsó, demagógicamente, enunciar esta especie
de jubileo general, por el que todos los ciudadanos tenemos derecho a
ello, por el solo hecho de residir en una nación.
La palabra derecho, en este perverso juego que nos plantean estos
ingenieros en el uso del dinero ajeno y poseedores de una mente
privilegiada capaz de establecer a quienes quitarle recursos para
dárselos a otros, fue utilizada despiadadamente para instalar una nueva
idea, tan inmoral como operativamente inaplicable.
Bajo esta mirada, si un ciudadano precisa trabajo, pues el estado,
haciendo uso de sus recursos, debería brindárselo. Lo mismo vale para la
educación, la salud o la vivienda. Todas esas, y otras más son
OBLIGACIONES del estado, y de su gobierno de turno, que debe hacer todo
lo pertinente para satisfacer esas necesidades “mínimas” a sus ciudadanos.
Con la oscuridad conceptual tan habitual con la que se deleitan los
reyes de la demagogia, no sabemos muy bien que sería satisfacer esas
necesidades. Es decir cuando se habla de alimentación, no sabemos con
qué cantidad y calidad de comestibles, cada ciudadano estaría conforme
respecto de sus necesidades en este rubro. Lo propio podríamos decir de
su educación, es decir hasta que nivel requiere, o si eso incluye
eventualmente su formación universitaria o las disciplinas
complementarias como idiomas, técnicas especiales, o porque no un título
superior de posgrado.
Después de todo, la palabra necesidad es ambigua, y subjetiva, y depende
de quien la exprese, de su mirada personal sobre lo que necesita.
Alguien podría necesitar viajar al extranjero para tomarse unas
vacaciones, después de un esforzado año de trabajo, o bien otros podría
precisar de una casa con lugar para tres vehículos.
Claro está que los detentadores del poder, y sus ideólogos funcionales
dirán que esa es una exageración, porque después de todo ellos, sí,
ellos y solo ellos, determinaran que es una necesidad y que no lo es.
Es que ya nos tienen acostumbrados a pensar por todos, y decidir por los
demás, estableciendo que es lo correcto y que no. Siempre es bueno
recordar que se trata de mentes brillantes, de verdaderos iluminados, de
gente con un coeficiente intelectual superior, lo que los hace elegibles
para gobernarnos y conducir nuestras empobrecidas inteligencias
individuales que precisan de orientadores a quienes seguir como rebaño.
En este esquema, ellos determinarán que es compatible con una necesidad
y establecerán cuando un ciudadano tiene derecho a eso que reclama y
cuando, ellos, si, ellos y solo ellos definirán que no.
Cuando lo determinen, en ese caso, se ocuparán de financiar desde el
Estado, lo que consideran es una necesidad de vivienda, alimentaria,
educativa o de salud.
Lo harán, claro está, detrayendo recursos del sector privado via
impuestos, emisión monetaria o endeudamiento estatal, para pasarle la
cuenta a todos los que trabajan por los demás.
Haciendo una hipótesis, ya no tan descabellada en estos tiempos,
podríamos afirmar que si en una sociedad solo generaran riqueza el 50 %
de los ciudadanos, o cualquier otro porcentaje menor o superior, eso
significaría que esa porción de la sociedad tendrá que solventar sus
propias necesidades y, por via de la creencia generalizada que se ha
instalado entre nosotros de que una necesidad genera derechos, también
pagará la alimentación, educación, trabajo o salud o lo que sea de los
que no tienen esos recursos a su alcance.
Bueno, de eso se trata. En ese tipo de sociedades vivimos, y a eso nos
están arrastrando con sus creencias no solo erróneas, sino perversamente
inmorales.
Que quede claro que cuando las cuentas vienen mal y los recursos
públicos no alcanzan, los partidos políticos que defienden a rajatabla
estos principios son los mismos que se ocupan de relativizar estos
supuestos derechos que tanto difunden, pero de ninguna manera les
faltarán dineros públicos para la próxima campaña electoral que les
permita retener poder. Esa es su lógica. Así funcionan.
La sociedad debe saber el precio que paga por repetir las perversas
ideas de quienes difunden falacias que solo les convienen en tanto les
permite manejar la caja arbitrariamente, bajo el paraguas de la
sensibilidad social y la ayuda al prójimo, siempre con dinero ajeno, de
los que producen, de los que trabajan, a quienes además de saquear,
atacan ideológicamente por pertenecer a un supuesto circulo social
diferente.
Ese es el juego intelectual que nos proponen. Nada nuevo bajo el sol. El
problema no es lo que proponen, sino la mansedumbre con la que muchos de
los esquilmados terminan apoyando esas consignas por vergüenza social,
resignación ciudadana, o inclusive adulación sin reflexión. Es tiempo de
revisar esta idea desde su origen. No sea cosa que la repitamos sin
pensarla y sea una de las tantas premisas que nos llevan a acompañar
políticas equivocadas. Definitivamente, la necesidad NO genera derechos.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=36602
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