Cirugía Estética
julio 17, 2012
Erasmo Calzadilla
HAVANA TIMES — Hay una bola corriendo por las calle, fuera de los
diarios, el mismo día la escuché en varias ocasiones; versiones diversas.
Alguien contaba en la guagua que a un doctor del Hospital Calixto García
le habían descubierto una clínica privada de cirugía estética; se
llevaba las cosas del hospital para tratar a sus clientes particulares.
Poco después el drama me tocó más de cerca: una amiga que vino desde
Pinar del Río a consultarse en Maternidad Obrera tuvo que regresar sin
ser atendida porque su médico estaba preso junto a otros 20.
Desde entonces he ido acumulando cabitos y esto es lo que tengo: El
Director del Calixto García (la cabeza del "proyecto", al parecer) había
ocupado el mismo cargo en Maternidad Obrera, y fue trasladado al Calixto
por buen desempeño, eso explica que la mayoría de los doctores
implicados sean de Maternidad Obrera.
Operaban en los mismos hospitales, de noche, y trasladaban a los
pacientes en ambulancia a casas transformadas en clínicas (están
implicados enfermeros, camilleros y ambulancieros).
La especialidad era cirugía estética, incluido implantes, pero también
cesáreas. Uno me comentaba que había rollo de venta de órganos.
Hasta aquí mi versión, si usted tiene otra por favor compártala.
Alguien me sugería aprovechar este post para exigir al gobierno
información sobre el caso; pero no voy a caer en esa trampa. ¿Quién me
asegura que la versión oficial será más creíble que la bola? Solo será
la Bola Oficial.
Cuando ellos decidan soltarla, puede que vayan al detalle contando la
historia concreta, con nombre y apellidos de (casi) todos los implicados
y los años que le echaron a cada uno etc.; y ahí mismo coserán y cerrarán.
El Informe oficial jamás abordará cuán corrompida debe estar toda la
estructura para que algo así suceda.
Corrompida en cuanto dirigida por una cúpula que, aunque maneja bienes
públicos, no rinde cuentas sino a superiores; no hace falta que un
rufián meta las manos, la disposición es, en sí misma, corrupta.
Y corrompida porque el personal de salud (como casi todo el que trabaja
para el Estado) cobra una miseria que no alcanza para sobrevivir, y esta
circunstancia lo obliga a delinquir.
En otras palabras, la Bola Oficial (en concordancia con la operación
policial) será mera cirugía estética.
Nota 1: Un caso parecido ocurrió recientemente en el hospital Julio
Trigo, pero como es más un hospital periférico la bola no trascendió
demasiado. El director tenía una Paladar y ofrecía el alimento de sus
pacientes a sus clientes. Cambiaron el director pero no la estructura
que permite a un funcionario disponer de los bienes públicos.
Nota 2: El cuerpo de seguridad del Hospital se opuso a que tiráramos
fotos desde la calle, fuera del recinto. Obedecimos; el patrullero lucía
ansioso por entrar en acción.
http://www.havanatimes.org/sp/?p=67477
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