Cimarrones

Cimarrones
Lunes, 16 de Julio de 2012 00:58
Escrito por José Antonio Fornaris

Cuba actualidad, Managua, La Habana, (PD) En el poblado de El Cobre, en
Santiago de Cuba, existe desde 1995 un monumento a los cimarrones, es
decir a los esclavos que trabajaban en las plantaciones y huían hacia
lugares luego denominados palenques, donde les era muy difícil a los
empleados de los esclavistas encontrarlos y llevarlos de regreso a la
propiedad de los amos.

Se conoce que en algunos de esos palenques, donde los cimarrones
llegaron incluso a crear familias, hubo prosperidad material y social.

Los esclavos que trabajaban en los cañaverales estaban armados de
machetes para realizar la faena diaria. En cada plantación había decenas
de esos esclavos que eran cuidados, normalmente, por dos o tres
mayorales que recorrían a caballo el área de labor.

No es extraño, debido a esa imagen, que en Cuba se escuche decir en
alguna que otra ocasión que los esclavos preferían huir en vez de
terminar en un instante con los mayorales. Los que así razonan olvidan
que los mayorales eran la pequeña parte visible que estaba directamente
en contacto con los esclavos de todo un sistema socio-económico donde
primaban, por encima de todo, intereses particulares y políticos, y
donde lo humano no ocupaba un lugar preponderante.

Dentro de esa misma línea de pensamiento, también muchas veces se ha
escuchado decir que los cubanos "tenemos alma de esclavos" porque
preferimos huir en vez de quitarnos de encima, con una sacudida, al
régimen comunista-militar que padecemos hace más de 53 años.

La comparación es aceptada porque el comunismo es un nuevo tipo de
esclavitud, aunque en algunos aspectos más controlador que el régimen
esclavista de pasados siglos, porque en este no existe la propiedad
privada, todo pertenece al Estado.

De todas formas, Estados Unidos, y en especial Miami -aunque existen en
otras muchas partes del mundo- se ha convertido en el gran palenque de
los cubanos: aquello está lleno de cimarrones.

Para hacer aun más comparativa la situación, el monumento al cimarrón
fue levantado en el mismo poblado donde está enclavado el Santuario de
la Virgen de la Caridad del Cobre, la Patrona de Cuba.

Por su parte, en Miami, los cubanos erigieron la Ermita de la Caridad, a
la vez que todos ellos, los exiliados, son un perenne y próspero
monumento al cimarrón.

No obstante, eso no ha resuelto -como tampoco lo resolvió la
"cimanorrería" de la etapa colonial- el muy humillante asunto de la
esclavitud en Cuba.

Aunque quizás decirlo no demuestre valentía cívica, la esperanza es que
ese tipo de régimen no tiene mucho que ver con la época actual de la
humanidad, y por consiguiente, tiene que terminarse.

Pero mientras eso no suceda, existirán los cimarrones cubanos. En la
actualidad miles salen cada año, por distintas vías, en muchos casos
arriesgando la vida, hacia los distintos palenques que existen en
disímiles partes del globo.

Para Cuba actualidad: fornarisjo@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4625-cimarrones.html