Publicado el jueves, 07.19.12
Aranceles abusivos
MIAMI HERALD STAFF
Pedro Corzo
Cualquier decisión del gobierno de Estados Unidos en relación a los
viajes, envíos de remesas y paquetes a Cuba genera en la comunidad de
exiliados y emigrantes cubanos numerosas reacciones de diferentes tonos.
Cuando el presidente George W. Bush limitó los viajes y envíos de dinero
a Cuba, recibió críticas de ciertos sectores y elogios de otros.
Posteriormente, Barack Obama suspendió las restricciones que había
impuesto Bush y sumó otras disposiciones que en su opinión favorecían
una mejora en las relaciones con el gobierno de Cuba y ayudaban al
pueblo de la isla, lo que también generó reacciones de todo tipo.
Las medidas implementadas por la Casa Blanca flexibilizaron los viajes
de religiosos, culturales y educativos. Autorizaron el envío de una
mayor cantidad de dinero a familiares y no familiares. Se autorizaron
más aeropuertos para vuelos a Cuba.
Estas medidas se sumaron a otras dispuestas con anterioridad por el
mandatario para ayudar a la reunificación de la familia, facilitar la
comunicación con el pueblo cubano y aumentar la ayuda humanitaria a la isla.
Hasta aquí la democracia que se disfruta en este país, donde se actúa en
base a convicciones o intereses, sin temor a represalia.
Sin embargo, cuando las autoridades cubanas restringen los derechos de
todos los cubanos sin importar donde residen y gravan de forma onerosa
la ayuda que el residente en el exterior presta a sus familiares en la
isla, las reacciones son menos intensas y hasta se aprecia un silencio
casi absoluto entre aquellos que acusan a Estados Unidos y al exilio de
la miseria material que sufren los cubanos de intramuros.
Esta paradoja se ha podido apreciar en estos días, cuando el gobierno de
La Habana restituyó los abusivos impuestos a los paquetes que exceden
las 44 libras de alimentos y artículos, libre de pago, que le permite a
todo viajero que visita o regresa a la isla.
Los que regresan a la isla pagarán 5 pesos por cada libra en exceso y
los que la visitan, igual cantidad pero en la moneda convertible de
Cuba, el CUC, aproximadamente 5 dólares. Esta disposición que agudiza la
miseria que viven los cubanos, ha encarecido dramáticamente el envío de
paquetes de alimentos, ropas y medicinas a Cuba.
En la actualidad enviar una libra de comida o ropa a Cuba cuesta entre
diez y once dólares, la de medicina fluctúa entre cinco y siete, en
relación a la agencia de envío, pero a pesar de ese elevado costo el
destinatario recibirá el producto más de dos semanas después de haber
sido remitido, como si la isla estuviera a miles de kilómetros de distancia.
Es difícil entender las razones del gobierno cubano para incrementar los
aranceles de lo que llevan los viajeros en sus maletas, no en lo que
transportan los contenedores de mercancías, cuando no cesa de denunciar
el embargo de Estados Unidos que, según afirma, impide que el pueblo
cubano tenga mejores condiciones de vida.
Un número considerable de los cubanos que viven en Estados Unidos son
una especie de cuerno de la abundancia para el castrismo. Remiten dinero
y mercancías en cantidades difíciles de calcular, lo que razonablemente
debería estimular el régimen abaratando el tráfico de mercancías para de
esa manera burlar el embargo, pero no es así, lo grava más, porque para
la naturaleza de la dictadura el ciudadano que recibe algo, ya sea para
usufructo personal o para hacer negocios, es más independiente de su
autoridad.
También es incomprensible que si el gobierno favorece tímidas reformas
económicas, impida a los cuentapropistas acceder a los productos
necesarios que envían sus familiares desde extranjero.
Estas disposiciones no han motivado críticas o cuestionamiento a la
dictadura por parte de los que claman por el cese total de las
restricciones a Cuba.
Es de esperar que quienes rechazan el embargo o las propuestas
restrictivas de cualquier congresista cubanoamericano, actúen en
consecuencia y condenen estas gravosas regulaciones.
Periodista de Radio Martí.
http://www.elnuevoherald.com/2012/07/19/1254381/pedro-corzo-aranceles-abusivos.html
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