Publicado el domingo, 06.24.12
En mi opinion
Truculento laberinto de los Castro
Myriam Marquez
mmarquez@MiamiHerald.com
Si el caso federal se mantiene, Oscar L. Sánchez será encontrado
culpable de ser un financiero de defraudadores de efectivo para Cuba,
"un capitalista para los bancos cubanos", como los fiscales escribieron
en una moción en la corte, en la que acusaron al hombre del Sur de la
Florida de 46 años de edad de conspiración para cometer lavado de dinero
para un grupo que canalizó $63 millones de pagos robados al Medicare a
los bancos de La Habana. ¿Cree usted que el gobierno cubano estaba en ello?
Para los escépticos tengo dos palabras: Robert Vesco.
El financiero estadounidense fugitivo fue acusado de fraude de valores
en la década de 1970 y después de tratar de comprar su propia isla a
Antigua, apareció en La Habana en 1982, protegido por el régimen
comunista de ser extraditado a Estados Unidos. Pero la luna de miel con
los comunistas no duró una vez que al parecer, los millones de Vesco se
acabaron. Cuba lo arrestó en 1996 por "fraude y actividades económicas
ilícitas… actos perjudiciales para los planes y contratos económicos del
estado". El no duró mucho tiempo en prisión, al morir unos pocos meses
después de cáncer de pulmón.
Las acciones de Sánchez, dicen los fiscales federales, han sido
perjudiciales para los contribuyentes estadounidenses, en unos $31
millones, que es la cantidad que el gobierno federal dice que rastreó
entre el 2005 y el 2009 a través de una complicada red de compañías
fantasmas que Sánchez creó usando su negocio de cambio de cheques para
canalizar los pagos del Medicare desde Estados Unidos hacia Canadá,
Trinidad y eventualmente Cuba. El dinero depositado en al menos dos
cuentas en el banco de Trinidad en La Habana venía con instrucciones de
ser transferido al sistema bancario cubano.
Sin embargo, los fiscales dicen que no hay pruebas directas que
relacionen al régimen cubano y a los hermanos Castro con el complot.
¡De verdad! Después de 53 años de elaboradas estratagemas, asesinato y
violencia destructiva desde Angola hasta Venezuela, Fidel y Raúl se han
vuelto bastante efectivos en este tipo de planes. Pero la conclusión no
es realmente tan complicada si los que dudan se preocuparan por buscar
la verdad. Nada pasa en Cuba sin el consentimiento de los Castro.
Ciertamente, nada que tenga que ver con el dinero, y ciertamente con los
millones de dólares en depósitos en los bancos cubanos controlados por
el gobierno. ¿Se está llevando una parte el gobierno cubano?
¡Te apuesto a que sí! Y no es una teoría conspirativa. Es matemática
simple e historia.
Más de un desertor de alto nivel ha testificado ante el Congreso y ha
ido a la televisión en español durante el curso de los años para
detallar las estratagemas de fraude y las operaciones de espionaje, todo
en un esfuerzo para mantener funcionando a la revolución, con el dinero
estadounidense nada menos.
Justo la semana pasada, mientras el gobierno cubano "se enojaba", según
informaba The Associated Press, de cualquier insinuación de que
estuviera involucrado en una trama de fraude al Medicare, el Ministerio
de Relaciones Exteriores de Cuba tuvo otro episodio de "disgusto" – en
esta ocasión contra el banco holandés ING Bank NV, que anunció este mes
anteriormente que pagaría $619 millones para terminar un caso en su
contra que involucraba miles de millones de dólares secretamente
trasladados a través de bancos estadounidenses a nombre de "intereses
cubanos e iraníes en violación de las sanciones estadounidenses".
En el 2004, se penalizó a un banco suizo con una multa de $100 millones
por comprar y vender más dólares estadounidenses de Cuba que los que el
régimen podía haber ganado por medio de sus afectados asuntos económicos.
El de Sánchez es el primer caso que tiene una relación directa entre el
fraude al Medicare y Cuba beneficiándose de ello. Pero los beneficios
han sido siempre evidentes.
En el 2008, la investigación "Medicare Racket" (Fraude al Medicare) del
reportero Jay Weaver encontró que al menos la mitad de los fugitivos del
Medicare del Sur de la Florida se creía que estaban de regreso en Cuba,
tomando mojitos. Unos 60 estafadores cubanos, muchos de ellos que
llegaron a Miami en la década de 1990, facturaron colectivamente más de
$1,000 millones de los contribuyentes por medio de "oficinas fachada"
con pacientes fantasmas. Cuando los investigadores federales comenzaron
a acercarse a la acción, unas dos docenas de estos estafadores se
marcharon a Cuba.
¿Cree alguien que el régimen no tiene pistas de que esos millonarios han
regresado o que el gobierno no ha recibido su parte? ¿Se sorprende
alguien de cuántas de estas personas trabajan para la seguridad del
estado de Cuba?
Aunque Sánchez fue el objetivo de su más reciente investigación, los
fiscales dicen que decenas de proveedores deshonestos del Medicare – que
ofrecen servicios de VIH y equipos médicos – estaban en la estratagema
de lavado de dinero. "La operación de lavado de dinero de los acusados
fue más rápida, eficiente y económicamente beneficiosa para todos los
involucrados, incluyendo [a Sánchez], quien cobraba una comisión por sus
servicios", escribieron los fiscales.
Sánchez se declaró no culpable el viernes. El magistrado federal
Jonathan Goodman fue lo suficientemente sensato como para negarle la
fianza con el enorme riesgo de que escapara. Engáñanos una vez, la culpa
es tuya. Engáñanos 61 veces, y sigue, la culpa es nuestra.
If the feds' case sticks, Oscar L. Sanchez will be convicted as a
cash-for-Cuba financier of fraudsters, "a capitalist for Cuban banks,"
as prosecutors wrote in a court motion, accusing the 46-year-old South
Florida man of conspiracy to commit money laundering for a group that
funneled $63 million of stolen Medicare payments to Havana banks. You
think the Cuban government was in on it?
http://www.elnuevoherald.com/2012/06/24/v-fullstory/1237083/myriam-marquez.html
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