Nuevos hábitos alimentarios
Lunes, 18 de Junio de 2012 04:06
Escrito por Martha Beatriz Roque
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) Durante estos más de 50
años de involución, se han perdido muchos hábitos alimentarios, que en
primer lugar se heredaron de la cocina de la "Madre Patria" y después se
fueron desarrollando con las relaciones con otros países.
En estos momentos, tres generaciones de cubanos que viven en la Isla,
ignoran completamente el sabor de muchas comidas, tanto carne, como
vegetales y frutas.
En la televisión cubana había un programa que se llamaba "Cocina al
Minuto", cuya principal figura era Nitza Villapol (ya fallecida). Antes
de 1959, esta "chef" de cocina anunciaba al elaborar sus recetas algunos
productos que se comercializaban en aquel entonces en el país, como:
aceite El Cocinero, vino seco El Mundo, frijoles Bola Roja, etc. Unos 30
años más tarde, a pesar de haber escrito un libro con platos de la
comida criolla e internacional, Nitza Villapol se adaptó a las
condiciones existentes en el país y cambió la carne de res por cáscara
de plátano y hojas de tuna; así promovió recetas de picadillo y bisté,
respectivamente.
Cuando existía la Flota Pesquera de Cuba, que incluso dio lugar a la
creación del Ministerio de la Pesca, ambos desaparecidos; por la cuota
normada de abastecimientos (entiéndase libreta de racionamiento)
distribuían pescado, en particular merluza. Al inicio, la gente
protestaba por ello e incluso no utilizaban su derecho a comprarla. En
estos momentos, la merluza se vende solamente en divisas, a un costo
entre 8 y 10 cuc el kilogramo.
Hace apenas unos años, el pescado que se ofertaba era jurel y chicharro,
pero en estos momentos lo que está accesible en el mercado son los
pescados de río: tilapia, tenca y claria, que no son precisamente
agradables a todos los paladares.
Hay muchísimas personas que nunca han comido camarones, langosta u otras
especies marinas como: pargo, cherna, atún, emperador, salmón, bonito,
bacalao, caguama, sardinas, huevas de esturión (caviar), pulpo,
ostiones, almejas, majúa, solo por mencionar algunas; y que además no
tienen idea de que existan.
Durante los años 90, en pleno período especial, se vendía pan con
tiñosa, como si fuera pollo, y las personas comían gatos y palomas
–entre otros animales- como alternativa de carne.
En estos momentos, la mejor opción para ingerir proteínas a partir de la
carne, es el cerdo, aunque una libra de bistec tiene el precio
prohibitivo de 45 pesos (cup).
También en ocasiones algunas personas pueden comprar carnero, que no se
oferta tan frecuentemente como el puerco, pero tiene también bastante
demanda.
Hay otras carnes como: conejo, chivo, pato, guineo, pavo, oca, codorniz,
caballo (tasajo), que solo podrían encontrarse en divisa, al igual que
la de vacuno, que es extremadamente cara, incluyendo sus vísceras.
Podría señalarse también con respecto a la leche de vaca, que muchos
cubanos nunca han probado un vaso de leche que no sea en polvo.
La leche de vaca que se vende en las tiendas de divisa tiene precios
elevadísimos: un litro de leche President semi descremada vale 3.95 cuc.
(98.75 cup).
El país dejó de producir el año pasado 39 millones de litros de leche,
que hubo que reemplazar por importaciones.
La leche normada se les retira a los niños el mismo día que cumplen 7
años de edad.
De seguir la situación de ineficiencia en este sector, este año las
importaciones para poder suministrar los bajos niveles planificados,
estará por encima de los 15 millones de dólares. Baste señalar que sólo
se está ordeñando alrededor del 30% de las vacas lecheras a nivel nacional.
Existen productos que se utilizaban para elaborar potajes de distintos
tipos de frijoles, como son el tocino, el chorizo, el unto, el bacón y
la morcilla que no figuran entre los ingredientes que en estos momentos
se utilizan. Para un potaje de frijoles colorados, quizás se tenga un
pedacito de carne de puerco o una pastillita de sopa, que le dará algún
sabor.
Otros frijoles como los blancos, las lentejas, los garbanzos e incluso
los de caritas, no se ven en las mesas del cubano promedio.
Tampoco existe en la cultura alimentaria, algún plato alcaparrado, ya
que muchos no conocen ni siquiera la aceituna, las pasas y mucho menos
las alcaparras.
Si se hiciera un recorrido profundo por lo que el cubano promedio actual
no ha degustado nunca, sería necesario escribir un folleto.
Da lástima percibir como se han gastado todos estos años con las falsas
promesas de justicia social y no se puede analizar ningún aspecto de la
vida de un ciudadano de este país, sin percibir esta tragedia; claro,
habría que excluir a los dirigentes y sus familiares, que le chupan la
sangre al pueblo.
Cuando se lleve a cabo un cambio en Cuba, habrá que retomar los hábitos
alimentarios. Muchos no gustarán de ellos, pero la suerte es que a lo
bueno todo el mundo se acostumbra rápido.
Para Cuba actualidad: mbrcnuevocorreo@gmail.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4352-nuevos-habitos-alimentarios.html
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