Oldtimers, muebles IKEA y otras menudencias
Lunes, 21 de Mayo de 2012 04:36
Escrito por Frank Cosme Valdés Quintana
Cuba actualidad, Santos Suárez, La Habana, (PD) "No hay ningún secreto
que no llegue a descubrirse, ni nada escondido que no llegue a saberse",
sentenció San Lucas en los evangelios. Esta cita bíblica se cumplió esta
vez con la multinacional sueca IKEA.
Un periodista del Frankfurter Allgemeine Zeitung, uno de los periódicos
más leídos de Alemania, al revisar documentos desclasificados de la
antigua STASI (policía política de la antigua RDA), descubrió que la
compañía sueca IKEA había suscrito acuerdos con autoridades de la
extinta Alemania comunista para producir sus artículos.
El asunto no tendría gran interés y repercusión internacional si la mano
de obra empleada hubieran sido trabajadores corrientes, los cuales, dado
el poder económico de esta multinacional, tal vez habrían visto una
mejora en sus salarios. Lo que despertó la atención de los medios en
todo el mundo es que IKEA empleó prisioneros de la extinta RDA, y por
carambola, a cubanos, también prisioneros.
La historia comienza cuando en septiembre de 1987 una delegación de dos
empresas alemanas, la DELTA Import-Export y la KuA (comercio de arte y
antigüedades) contactan a su vez a la firma cubana EMIAT, al frente de
la cual estaba el teniente Enrique Sánchez, que producía muebles de
jardín para dirigentes y figuras del gobierno.
Los documentos muestran además que toda la logística de este comercio
estaba dirigida por el general Santiago García y el entonces ministro de
Comercio Exterior Ricardo Cabrisas.
Resulta también que el periodista alemán descubrió lo que seis años
atrás un investigador cubano radicado en Alemania, nombrado Jorge Luís
García Vázquez, había destapado.
En efecto, ya en el 2006 García Vázquez había publicado en Misceláneas
de Cuba un artículo bajo el título Stasi-Minint Connection en el cual
revela no solo los negocios con IKEA, sino otros más, en los que están
presentes la DELTA, la KuA y autoridades cubanas.
García Vázquez goza de autoridad y prestigio puesto que pertenece a un
grupo que tiene acceso e investiga los antiguos archivos de la STASI, a
la vez que sirve de guía en visitas dirigidas a los calabozos del
antiguo edificio de esta policía política en Berlín. No obstante este
aval, al publicar en una página digital y no en un periódico de
prestigio como el Frankfurter, poco caso se le hizo.
El negocio con IKEA y los funcionarios cubanos fue para la fabricación
de muebles por un valor de doce millones de marcos federales.
Negocios aparte con IKEA, estos funcionarios propusieron a la KuA la
exportación de los que el referido documento de la STASI citó como
oldtimers, (autos y camiones antiguos fabricados en Estados Unidos),
esclareciendo que había cuatrocientos de ellos listos para exportar.
Asimismo, en el documento aparece que Axel Hildert, presidente de la
KuA, sirvió de mediador en la venta de 2 200 pistolas Colt fabricadas en
EEUU, remanentes de la época anterior a 1959, a un negociante de armas
en Los Ángeles.
Este Hildert, agente además de la STASI, se hizo rico tras el colapso de
la RDA. Fue investigado en los años 90 por un caso relacionado con
sellos de correos cubanos falsificados. En estos momentos está en la
cárcel por mal manejo de fondos durante los días finales de la RDA y
otras acusaciones.
Aquí en Cuba poco se conoce de la transnacional sueca IKEA, pues no
tiene ninguna subsidiaria en la isla y sí más de cincuenta por todo el
planeta.
IKEA es una multinacional sueca dedicada a la fabricación y venta de
muebles, objetos para el hogar y la decoración. Su nombre está formado
por las iniciales de su fundador Ingvar Kamprad y las iniciales también
de la granja y el pueblo donde nació. La empresa fue fundada en 1943 y
la familia Kamprad posee la quinta fortuna mayor del mundo, de ahí su
fama mediática.
Bajo el escándalo de estas revelaciones, la compañía se ha comprometido
a investigar este caso que "de resultar cierto", lamentaría
profundamente. Pero el asunto no es de lamentar, sino de pagar los daños
ocasionados a estos trabajadores esclavos tanto alemanes como cubanos.
Esta compañía sueca ya tiene historia. Ha sido acusada de evadir
impuestos, de secretismo en la identificación de los directivos de las
empresas, y en estos momentos el Comité de Trabajadores de su filial en
Francia denunció a la compañía por espionaje a sus trabajadores y
clientes que viene efectuando desde el 2003, según el semanario francés
Le Canard Enchaine.
Con este caso se demuestra una vez más que no hay nada más parecido a un
comunista que un capitalista feroz y viceversa. Díos los cría y el
diablo los junta.
Para Cuba actualidad: glofran263@yahoo.com
http://primaveradigital.org/primavera/politica/54-politica/4135-oldtimers-muebles-ikea-y-otras-menudencias.html
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