Monday, May 21, 2012

Nombres lindos para la tragedia

Nombres lindos para la tragedia
Lunes, Mayo 21, 2012 | Por Leonardo Calvo Cardenas

LA HABANA, Cuba, mayo, www.cubanet.org -La ya larga, triste y azarosa
historia del régimen castrista está llena de crímenes, desmanes e
inconsecuencias, sin embargo hay que reconocer a las autoridades cubanas
su excepcional capacidad para crear denominaciones engañosas que
esconden muy bien el verdadero carácter y esencia de duras realidades
que, por lo general, revisten tristes consecuencias para la sociedad toda.

Quien oiga mencionar el nombre de las tristemente célebres Unidades
Militares de Ayuda a la Producción (UMAP) no podrá imaginar la
dimensión real de aquel inhumano engendro que en la segunda mitad de los
años sesenta sembró el pánico entre la juventud cubana y el dolor en
muchas familias.

Aquellos dantescos campos de concentración de nombre amable fueron
establecidos para recluir por varios años y en infrahumanas condiciones
de trabajo forzado a los ciudadanos, sobre todo jóvenes, que no se
adaptaran a los patrones de conducta social y política impuestos por el
nuevo régimen. Muchos jóvenes sencillos y de pueblo tuvieron que sufrir
la violación flagrante y permanente de todos sus derechos y dignidades.

A todo género de maltratos y crímenes, todavía impunes, fueron sometidos
las víctimas a causa de las preferencias sexuales, las creencias
religiosas o supuestas actitudes antisociales. Muchos miembros de los
Testigos de Jehová, varios sacerdotes ya ordenados, entre ellos el hoy
Cardenal Jaime Ortega, quien parece haber olvidado tanto dolor a la hora
de actuar como un servil empleado de sus otrora victimarios. Cuentan los
que saben que el mismísimo cantautor Pablo Milanés pasó por ese tropical
círculo del infierno, aunque él como tantas otras víctimas haya
preferido olvidarlo.

El gobierno cubano, siempre tan ocupado en hacer las meticulosas
relatorías de cuanta crisis aparece por cualquier rincón del planeta, a
la hora de enfrentar la profunda recesión que en los años noventa
destrozó estructuras, planes y esperanzas, decidió llamar al desastre
"Periodo especial en tiempos de paz". ¿Acaso las generaciones futuras
cuando lean o escuchen tal eufemismo podrán imaginar a los cirujanos
pedaleando bicicletas chinas, a los niños comiendo picadillo de cascaras
de plátano o a los campesinos intentando bañarse con alguna mata silvestre?

En el momento en que la inviabilidad del antinatural sistema derrumba el
falso espejismo del pleno empleo e impone la necesidad de expulsar a la
calle a cientos de miles de trabajadores, los obreros, empleados y
profesionales expuestos sin protección a los rigores del momento son
calificados como "disponibles". Acaso puede el gobierno cubano explicar
para que están disponibles los que han sido abandonados a su suerte por
quien durante décadas se impuso la responsabilidad de garantizar a todos
el empleo.

La crisis generalizada que las autoridades se niegan a reconocer genera
traumáticas consecuencias. Los muchos indigentes y menesterosos que hoy
desandan las calles de nuestras ciudades son calificados por las
autoridades como "deambulantes" o personas sin amparo filial. Los muchos
cubanos que a la luz pública registran los contenedores de basura con la
ilusión de encontrar algo con que paliar sus penurias ha sido
"bautizados" como "recolectores de desechos sólidos".

Por otra parte los muchos barrios marginales e insalubres que proliferan
alrededor de pueblos y ciudades para mal cobijar a las miles de familias
desamparadas por el monopolio estatal del negocio inmobiliario son
denominados como "Asentamientos"

En caprichoso enroque nominal las autoridades cubanas denominan
"becados" a los estudiantes internados por la fuerza del monopolio y el
chantaje e "internos" a los prisioneros que sufren en las muy pobladas
cárceles del Gulag caribeño.

Ante la irresponsabilidad indolente de quienes no tienen el valor de
admitir como su desaparición de la vida nacional puede ser el mejor
beneficio que brinden al presente y futuro de la nación, resulta
previsible la aparición de nuevos calificativos amables para los
traumas que de seguro nos quedan por sufrir.

elical2004@yahoo.es

http://www.cubanet.org/articulos/nombres-lindos-para-la-tragedia/

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