Jueves, Marzo 15, 2012 | Por Jorge Olivera Castillo
LA HABANA, Cuba, marzo, www.cubanet.org -Los opositores y activistas de
la sociedad civil que asisten cada semana a las salas de internet de la
Sección de Intereses de los Estados Unidos en La Habana, tendrán que
imitar a los perros cuando sientan la urgencia de hacer sus necesidades
fisiológicas, mientras esperan para entrar al edificio.
Si las urgencias apremian durante la espera en las inmediaciones del
parque de Calzada y K, será necesario ocultarse detrás de los árboles o
meterse en las escaleras de algún edificio cercano.
Ahora, además de las tradicionales acusaciones de propaganda enemiga y
desacato, contra las personas que disienten del dogma oficial, podrían
esgrimirse otras tales como exhibicionismo o actos contra el ornato
público, si son atrapados en el momento en que vacían la vejiga o los
intestinos.
Esta tragicomedia surge debido a la drástica decisión del encargado del
único baño público existente en el área. Este señor ha decidido prohíbir
la entrada a los servicios sanitarios a todo el que le resulte
sospechoso de pintar consignas antigubernamentales en las paredes del local.
El viernes 9 de marzo, al filo de las 10 de la mañana, hubo una reyerta
en el lugar a causa de la medida discriminatoria. Por fortuna, fue breve
y sin lamentar secuelas físicas de las partes en conflicto.
"Aquí no van a entrar más. Ya está bueno de pintar cartelitos
contrarrevolucionarios", dijo el cuidador del baño como preámbulo a un
encendido intercambio de insultos y golpes.
Después del incidente, entre el grupo de personas que aguardaba para
entrar a los turnos gratuitos para acceder a internet, que desde hace
varios años se ofrecen en la sede diplomática a todos los cubanos
interesados, llovían las especulaciones en torno a si había algún
listado de personas impedidas de entrar al baño, o si la decisión
correspondería a la perspicacia del custodio en descubrir las
intenciones de cada usuario.
Una alternativa que pudiera adoptar el celoso cuidador para evitar otros
episodios de violencia, sería revisar el interior del local después de
que lo usase alguna persona "sospechosa".
La agresiva postura del simple cuidador del baño hace pensar que quizás
lo hayan amenazado sus jefes con cesantearlo, si continúan las pintadas
y los carteles contrarios a la ideología del gobierno.
También podría ser que el empleado tema ser catalogado como cómplice de
los hechos, y perder su trabajo; porque aunque parezca increíble, en
Cuba el cuidador de un buen baño puede ganar más dinero que un
professional altamente calificado.
Diariamente, además de las personas que van a navegar por la red de
redes, acuden a la sede diplomática norteamericana cientos de cubanos
para gestionar visas de reunificación familiar o visitas. Cada usuario
del baño da una pequeña propina al cuidador, que, sumadas, pueden ser
una buena entrada para el hombre.
Lamentablemente, quien no comulgue con la filosofía del régimen y sea un
reconocido disidente público, corre ahora el riesgo de ser vetado por el
hombre de mirada huraña, que ha demostrado ser capaz de defender su
puesto de trabajo a piñazo limpio.
Si no fuese tan molesto, sería risible: resulta que los baños públicos
cubanos se suman ahora a la categoría de las universidades y las calles,
que son solo "para los revolucionarios".
Por si acaso el cuidador decide vetarlo, recomiendo a todo el que vaya a
la Sección de Intereses que localice a tiempo un buen matorral por los
alrededores, y lo peor es que por lares no abundan. Para mayor
desgarcia, la zona está llena de cámaras con circuito cerrado y policías.
http://www.cubanet.org/articulos/los-banos-publicos-son-para-los-revolucionarios/
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