Documento: Nota de prensa del Arzobispado de La Habana
DDC
La Habana 14-03-2012 - 9:57 pm.
En la tarde de ayer, martes 13 de febrero, un grupo de trece personas
conformado por hombres y mujeres adultos, quienes se identifican como
disidentes y habían acudido a la Basílica Menor de Nuestra Señora de la
Caridad de esta arquidiócesis de La Habana, manifestaron al rector de
este Santuario Diocesano, padre Roberto Betancourt, que tenían un
mensaje para el Santo Padre Benedicto XVI y una serie de demandas
sociales y se negaban a abandonar el templo.
Con posterioridad, en el lugar se presentó el canciller de la
arquidiócesis de La Habana, monseñor Ramón Suárez Polcari, quien
igualmente escuchó sus peticiones, les aseguró que el mensaje sería
trasmitido y les pidió abandonar el templo para el cierre, a la hora
acostumbrada, lo cual rechazaron. Finalmente el templo fue cerrado y los
ocupantes permanecieron en su interior. Con frecuencia hacían y recibían
llamadas usando sus teléfonos celulares.
Durante todo este tiempo, además, las autoridades eclesiásticas
mantuvieron una comunicación frecuente con las autoridades de gobierno,
quienes se comprometieron a no actuar en modo alguno. Esto igualmente
fue trasmitido al grupo de ocupantes, y se les ofreció conducirlos a sus
casas en autos de la Iglesia. Todo intento por persuadirlos fue inútil.
Al amanecer de hoy, miércoles 14, supimos que situaciones similares se
habían presentado en otras iglesias del país, pero los ocupantes ya
habían abandonado los templos.
Se trata de una estrategia preparada y coordinada por grupos en varias
regiones del país. No es un hecho fortuito, sino bien pensado y al
parecer con el propósito de crear situaciones críticas a medida que se
acerca la visita del Papa Benedicto XVI a Cuba. Hemos recibido
comunicación de que otros grupos y personas disidentes fueron convocados
a ocupar templos en otras diócesis pero se negaron a hacerlo por
considerarlo "una actitud irrespetuosa hacia la Iglesia".
A los templos católicos de todo el país acuden miles y miles de fieles
cada día. Las oraciones por los presos, los que sufren alguna
injusticia, los difuntos o los necesitados de una vida digna, nunca
faltan en nuestras liturgias y celebraciones. Todo el que desee puede ir
a rezar al templo, que es casa de oración abierta a todos los que buscan
en Dios la respuesta a sus necesidades espirituales y aun materiales, o
a dar gracias por un bien recibido.
Por este mismo hecho, todo acto que pretenda convertir el templo en
lugar de demostración política pública, desconociendo la autoridad del
sacerdote, o el derecho de la mayoría que va allí en busca de la paz
espiritual y el espacio para la oración, es ciertamente un acto
ilegítimo e irresponsable. La Iglesia escucha y acoge a todos, e
igualmente intercede por todos, pero no puede aceptar los intentos que
desvirtúan la naturaleza de su misión o pueden poner en peligro la
libertad religiosa de quienes visitan nuestras iglesias. Invitamos a
quienes así piensan y actúan, a cambiar de actitud, y si son hombres y
mujeres que se consideran católicos, a proceder como tales.
Nadie tiene derecho a convertir los templos en trincheras políticas.
Nadie tiene derecho a perturbar el espíritu celebrativo de los fieles
cubanos, y de muchos otros ciudadanos, que aguardan con júbilo y
esperanza la visita del Santo Padre Benedicto XVI a Cuba.
Orlando Márquez Hidalgo
La Habana, 14 de marzo de 2012
http://www.diariodecuba.com/cuba/10112-documento-nota-de-prensa-del-arzobispado-de-la-habana
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