Martes, 21 de Febrero de 2012 07:21
Veizant Boloy González
Boyeros, La Habana (PD) El periódico Trabajadores, órgano de la Central
de Trabajadores de Cuba (CTC), publicó el pasado mes la historia de
Atanasio Bereau, chofer cienfueguero de 60 años, separado
arbitrariamente de su centro de trabajo.
Su demanda de inconformidad fue declarada con lugar por el Tribunal
Municipal, tras un sinnúmero de quejas a diferentes instancias y sin
lograr apoyo alguno del sindicato al que pertenece.
"En mi expediente consta que soy buen trabajador y nunca he sido
sancionado." dijo el perjudicado. El periodista, al finalizar el
artículo, se pregunta: "¿Qué papel desempeñó la dirección del Sindicato
ante el reclamo de apoyo del afiliado?"
El movimiento sindical es la parte del movimiento obrero que no tiene
entre sus objetivos directos la representación política, sino laboral.
No obstante, la separación entre ambos tipos de actividad es bastante
difusa a lo largo de la historia, en cuanto a la defensa de sus
intereses y al logro de mejores condiciones de trabajo.
Salvador Valdés Mesa, secretario general de la CTC, participó en el
Sexto Congreso de la Federación Sindical Mundial, en Johannesburgo,
Sudáfrica, donde exaltó la importancia de su organización. También
expuso la necesidad de defender, desde todos los espacios posibles, los
derechos, intereses y expectativas de los afiliados.
En virtud del artículo 13 del Código de Trabajo, los sindicatos
defienden los intereses y derechos de los trabajadores y propenden al
mejoramiento de sus condiciones de vida y trabajo.
Sin embargo, la CTC, organización representativa de los trabajadores
organizados sindicalmente en toda la República de Cuba, no ha sabido
traducir a estos el significado de apoyar y representar al trabajador
afiliado, que se alza solitario en la actual lucha de los disponibles.
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