Monday, January 2, 2012

Dolencias sin remedios

Dolencias sin remedios
Lunes, 02 de Enero de 2012 00:25

Habana Vieja, La Habana (PD) La burocracia no pierde su vigencia entre
los entresijos de un socialismo resistente a las actualizaciones.
En medio del cruce de decretos y medidas que vienen rotuladas con el
calificativo de pragmáticas, los burócratas se van adaptando, sin muchos
esfuerzos, a los nuevos tiempos

Los principales fundamentos para su permanencia se mantienen incólumes.
Las aperturas todavía exhiben los candados del centralismo y los
trinquetes de una ideología que sigue atascada en una zona del pantano
marxista-leninista.

La capa de funcionarios ineptos, sin escrúpulos para practicar el timo y
decididos a vivir del cuento, conserva el mismo grosor. Solo se puede
hablar de desplazamientos tácticos y reposicionamientos, cuando se alude
a quienes han vivido repitiendo consignas procomunistas y aplaudiendo
como dementes en los actos de reafirmación revolucionaria.

El juego de fingir lealtad para la obtención de mejores puestos de
trabajo donde la tajada a llevarse sea mayor, es parte de una
alternativa con miles de practicantes reales y potenciales. El
socialismo ha permitido el crecimiento en espiral de un fenómeno que
excede los estimados más responsables.

Son inexistentes las señales respecto a la disminución de los verdaderos
protagonistas del lento, pero inexorable fracaso del sistema de partido
único.

Una reducción importante de la burocracia conllevaría a afectaciones
sistémicas de gran calado. Aunque parezca absurdo, el socialismo real
basa parte de su génesis y conservación, en la existencia de los burócratas.

No se debe perder de vista que el pleno empleo, los estrictos controles
laborales, políticos y sociales, y los altos índices de participación
ciudadana en las actividades programadas por las organizaciones
progubernamentales, requieren de un entramado de trampas estadísticas,
fiscalizaciones, así como de una elevada dosis de voluntarismo con su
sobrecarga de recursos humanos y materiales.

Debido a la preeminencia de la burocracia, el estancamiento en la
inmensa mayoría de las áreas productivas y de servicio, persiste.

Un ejemplo de esto lo refleja muy bien un caso expuesto recientemente en
el periódico Granma.

Resulta que un pequeño agricultor presenta serias dificultades en la
producción de leche de vaca a causa de las absurdas regulaciones.

Según una orden establecida, no especifica desde cuándo y porqué, es
necesario un permiso, por escrito, de la empresa pecuaria para realizar
operaciones de compraventa de ganado mayor.

Para empeorar las cosas, el afectado expone la obligatoriedad de vender
las reproductoras (vacas y novillas) a la citada empresa, lo que según
su opinión, da margen a las ilegalidades, dígase sobornos y otras
acciones asociadas a la corrupción.

Al abordar este asunto, menciona la situación actual en la compraventa
de viviendas y vehículo automotores, también sujeta al vaivén del fraude
y los pagos por debajo de la mesa.

El denunciante de apellido Barroso duda del beneficio para la economía
de esta medida. Refiere que "salvo pocas excepciones, las vacas de los
campesinos son más productivas que las del sector estatal".

Es difícil que obtenga una respuesta convincente. Los paladines de la
burocracia usarán cualquiera subterfugio. Voluntad le sobra.

Por ironías del destino, el municipio donde tienen lugar los hechos aquí
reproducidos, se nombra Remedios.

Lamentablemente, para esas enfermedades crónicas, no hay alivios. La
contradicción de los términos es un fiel reflejo de que el socialismo
real en una suma de disparates.

Quien lo dude, tiene que ser extranjero, subnormal o cínico, pues cada
día el cartapacio de evidencias crece como la espuma.

La triste realidad es visible desde cualquier ángulo y sin espejuelos de
aumento. No hay margen para el error. Esto es un derrumbe en cámara
lenta, sin el ruido de las alarmas ni el ajetreo de las brigadas de
salvamento.

No hace falta decretar el sálvese quien pueda. Hace tiempo que esa es
una sentencia de obligatorio cumplimiento. Muy pocos se atreven a
desobedecerla.

oliverajorge75@yahoo.com

http://primaveradigital.org/primavera/sociedad/sociedad/3035-dolencias-sin-remedios

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