05-10-2011.
Redacción de Misceláneas de Cuba
(www.miscelaneasdecuba.net).- Cuba es el país de los mitos. Un mito que
no duró tanto, y que surgió hace pocos años cuando Raúl Castro tomó el
poder después de su hermano Fidel fue que Raúl iba a suavizar la
rigidez del sistema político y abrir el país hacia el mundo, esto según
análisis optimistas.
Cuando la revolución triunfó el fin de año del 1958 al 1959, habían dos
marxistas prominenetes entre los líderes, Che Guevara y Raúl Castro.
Durante las limpiezas y los juicios sumarios que ocurrieron a raíz de la
victoria, muchos en contra de los propios compañeros de lucha- fue Raúl
el más inescrupuloso, y asimismo jugó un papel crucial en la
metamorfósis que sufrió su hermano, de luchador por la libertad, a
cliente de la Unión Soviética.
Otro mito concierne el embargo económico de los EEUU. Ningún presidente
americano puede levantarlo, escuchamos a menudo, ya que el Congreso
mantiene la línea dura, por ejemplo con la relativamente reciente Ley de
HELMS-BURTON.
En realidad el presidente tiene un radio de acción amplio para suavizar
y eludir el embargo en todos los sentidos.
Hace exactamente diez años los EEUU comenzó a exportar alimentos y
medicinas a grandes escalas a Cuba, y después que Barack Obama tomó el
poder, se eliminaron las restricciones de viajes para los ciudadanos
norteamericanos que tuvieran familiares en la isla, se retiraron las
restricciones para enviar remesas que George W Bush había impuesto y se
permitió que las aerolíneas norteamericanas volaran a Cuba.
También se han suavizado las condiciones para los ciudadanos que no sean
de origen cubano-americano, además de que estas reformas para dichos
ciudadanos también son aplicables para proyectos norteamericanos en el
contexto del arte, el teatro y otros proyectos culturales. Y hay más en
camino.
Detrás de estas decisiones obran dos grandes cambios. El primero sucede
en Miami, donde los cubanos durante años han llevado a cabo campañas
obstinadas para aislar al régimen de Castro.
Para muchos de ellos esto se convirtió en una consagración personal y no
se daban cuenta de que el embargo se convirtió en un recurso importante
para el régimen comunista.
Hoy en día los cubanos de Miami tienen otro perfil. Sólo una pequeña
parte quiere que Washington se enfrente al régimen de La Habana y la
mayoría apoya todo lo que alivie la situación en la isla.
Al mismo tiempo, el régimen en Cuba, que estaba al borde de la ruina
después de la caída del bloque soviético y en pura desesperación
introdujo reformas basadas en la economía de mercado, nuevamente se ha
convertido en un objetivo atractivo para donaciones y asistencia al
desarrollo por los rivales de los EEUU. China, Venezuela y Rusia tienen
actualmente posibilidades económicas de aportar dinero y petroleo para
cubrir el déficit económico abismal de Cuba, y además la mayoría de las
reformas que se anuncian con bombo y platillo se quedan sólo plasmadas
en papel.
El embargo de los EEUU, comunmente denominado bloqueo por el régimen de
La Habana y sus aliados, es la única excusa que el gobierno cubano
tiene para justificar el fiasco económico de los últimos 50 años. Cuba
está llena de carteles y afiches de imágenes drásticas que muestran cómo
la soga americana ahorca a Cuba.
En los medios de comunicación cubanos no se divulga que la cuestión del
embargo ya está llena de reservaciones y excepciones. La dictadura en
La Habana quiere petróleo, dinero y créditos, pero no intercambio cultural.
Por eso, esperemos que Obama continúe su política audaz hacia Cuba y
abra más canales a la población sufrida del país vecino.
Crónica escrita por Nathan Shachar, publicado en el diario Novedades del
Día el 21 de septiembre 2011. Traducción Mileydi Fougstedt."
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=33842
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