RECONOCIMIENTO Y ACCESO A INTERNET A LOS DISIDENTES
09-07-2011.
Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina
(www.miscelaneasdecuba.net).- PETICIÓN A LA ORGANIZACIÓN DE ESTADOS
AMERICANOS (OEA)
Desde el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina
(CADAL), institución reconocida por la OEA, tenemos el agrado de
dirigirnos a usted con el objeto de poner a consideración del Consejo
Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), una
recomendación mediante la cual los estados miembros instruyan a sus
representaciones diplomáticas en La Habana a cumplir en las sedes de sus
embajadas con el artículo 1° de la Carta Democrática Interamericana[1]
brindándoles reconocimiento, protección y acceso a internet a los
integrantes del movimiento cívico cubano que promueven pacíficamente una
apertura política en su país y que son víctimas de la inseguridad
personal que genera un estado que a través de su normativa legal
penaliza expresamente el ejercicio de las libertades civiles, políticas
y económicas.
Además de la solidaridad democrática regional, motiva la presente el
hecho de que luego del levantamiento de la suspensión de Cuba en la
OEA[2], el régimen de partido único que gobierna en ese país ha
demostrado un manifiesto desinterés en armonizar su normativa interna
con las prácticas, los propósitos y principios de la OEA.
Asimismo, los estados que integran la OEA no pueden limitar sus
relaciones en Cuba a los contactos con funcionarios de su gobierno –el
cual, además, carece de legitimidad democrática- por lo cual sus
interlocutores en la Isla deben alcanzar a todos los sectores de la
sociedad cubana, incluyendo a los referentes pacíficos de la oposición,
como lo hacen los países democráticos en el resto de sus embajadas en el
Hemisferio.
Fundamentamos nuestra recomendación en lo expresado el 23 de enero de
2004 en la revista Debate por Héctor Timerman, actual Ministro de
Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República
Argentina: "El pasado argentino nos coloca en la obligación de ejercer
un rol de liderazgo que muy pocos países pueden intentar ocupar. Por
ejemplo, en la lucha contra la violación de los derechos humanos y en la
solidaridad activa con quienes se ven privados de ellos. Porque fuimos
víctimas no debemos olvidar a las actuales víctimas...Por ejemplo, en
relación a Cuba, correspondería recibirlos, confortarlos y ser sus
voceros frente al régimen castrista.
¿De qué sirve celebrar nuestras fechas patrias en la embajada argentina
si en ellas están ausentes los disidentes? ¿Se puede aclamar la libertad
y la independencia, mientras los familiares miran desde afuera porque no
han sido invitados?". A su vez, en una entrevista realizada a fines de
2003 Timerman reconocía que "Una de las lecciones que hemos aprendido
durante todos estos años de lucha por los derechos humanos es la
importancia que tiene la influencia política que pueden llegar a tener
gobiernos extranjeros…Yo recuerdo y me imagino que será esto importante
para los colegas cubanos que están presos en este momento, que fuimos
ayudados de una forma categórica aquí en Argentina por las embajadas de
Francia, Italia, Venezuela, Estados Unidos, y una de las maneras que
tenían de ayudarnos era justamente sacarnos de esta situación de no
existencia en la que el régimen nos quería colocar". Experiencias
similares a las mencionadas por el Canciller argentino se produjeron en
Chile y Uruguay, durante las dictaduras militares del Cono Sur.
Por otra parte, consideramos que la liberación de presos políticos que
se viene produciendo en Cuba es una oportunidad para la OEA de
solicitarle al gobierno de ese país que de paso a las garantías de un
sistema democrático y abra los cauces para la expresión de su pueblo. Un
primer paso sería que el gobierno cubano reconozca la libertad de
asociación y expresión, eliminando para ello las disposiciones legales
que restringen y reprimen el ejercicio de estos derechos fundamentales.
La vigencia del derecho a libertad de asociación y expresión en Cuba
permitirá la existencia legal de partidos políticos, sindicatos
independientes, organizaciones de la sociedad civil y la posibilidad de
una mayor cooperación internacional. La libertad de asociación y el
ejercicio de la libertad de expresión, incluyendo al periodismo
independiente, también ayudarán a desenvolver la cultura cívica en Cuba,
al permitir la posibilidad de acceder a análisis, información, opiniones
y reflexiones alternativas.
Finalmente, mientras el gobierno de Cuba les niega a sus ciudadanos el
derecho a la libertad de asociación, la OEA debería contemplar la
participación de la sociedad civil cubana ante el organismo. De esta
manera, mediante un reconocimiento especial de la OEA a los grupos que
integran el movimiento cívico cubano, vuestro organismo dejaría de
extender sobre los mismos la actual ilegalidad que su régimen
anti-democrático les impone a través de su normativa represiva de las
libertades civiles y políticas más elementales.
[1] Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus
gobiernos la obligación de promoverla y defenderla.
[2] El 3 de junio de 2009, los Ministros de Relaciones Exteriores de las
Américas adoptaron la resolución AG/RES. 2438 (XXXIX-O/09), la cual
dispuso que la Resolución de 1962, mediante la cual se excluyó al
Gobierno de Cuba de su participación en el sistema interamericano, queda
sin efecto en la Organización de los Estados Americanos (OEA). La
resolución de 2009 declara que la participación de la República de Cuba
en la OEA será el resultado de un proceso de diálogo iniciado a
solicitud del Gobierno de la República de Cuba y de conformidad con las
prácticas, los propósitos y principios de la OEA.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=32891
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