Friday, July 22, 2011

Las mismas dificultades

Las mismas dificultades
Jueves, 21 de Julio de 2011 12:44
Amarilis C. Rey

Managua, La Habana, 21 de julio de 2011, (PD) La dificultad es una
integrante permanente en la vida del cubano. Y la adquisición de los
uniformes escolares no está exenta de esta constante.

Por ese motivo durante la pasada semana, pudo verse en los diferentes
sitios habilitados para la venta de estos artículos, grupos de personas
que se aglomeraban en las afueras de los establecimientos esperando por
el momento de la apertura.

Mucha de esta espera estuvo matizada por fuertes discusiones y hasta
riñas entre las personas que defendían un turno en la fila, logrado con
la llegada al lugar algunas horas antes.

En numerosos casos estos conflictos fueron exacerbados por los rayos del
sol, que a tempranas horas del día comienzan a calentar el ambiente.

Isabel una anciana que reside en el capitalino municipio de Arroyo
Naranjo, se dirigió a uno de esos mismos establecimientos en busca de
una botella de cloro. Y así describió como encontró el ambiente:alt

"Yo solo quería comprar cloro, pero allí no había quien se acercara
mucho. Aquellas mujeres estaban fajadas por entrar primero, parecían
perros con todos los dientes afuera y los pelos parados; se decían
insultos entre ellas y se empujaban. Y luego el sudor les corría por
toda la cara. Sentí miedo y me fui. Creo que si intentaba entrar no me
iban a dar tiempo a decir que yo no quería uniforme."

En su edición del martes 11 de julio, el periódico Granma, anunció la
venta de uniformes en todo el país y predijo para este año una buena
distribución de estas prendas escolares de acuerdo a un trabajo conjunto
del MINED ((Ministerio de Educación), MINIL (Ministerio de la Industria
Ligera) y al MINCIN (Ministerio de Comercio Interior).
Afirma Granma que "La conciliación entre todas las partes implicadas es
la principal garantía de calidad."

Pero ¿Qué ocurre con los uniformes? Una de las madres que tuvo que sudar
la gota gorda para comprar estas prendas de vestir, expresó:

"Uniformes hay, pero grandes y aquí los niños están raquíticos. La gente
se tira primero para las tallas pequeñas, porque casi todos los niños
llevan esas tallas. Lo que queda es comprar una grande y adaptarla, pero
eso cuesta buscar una costurera y todo los demás inconvenientes.

Entonces que nos queda, entrar primero y fajarnos por una camisa y un
pantalón que no haya que hacerle nada, que le quede bien al niño.

Y yo me pregunto: ¿Si el gobierno sabe eso, por qué no manda más
cantidad de uniformes pequeños, y así uno pasa menos trabajo?"

Otra cuestión que también afecta, es que todos los niños no tienen
derecho a comprar el uniforme. Esto depende del grado que cursen. Y esto
trae que se desaten ventas ilícitas. Al menos eso expresó Carlos, quien
tiene un hijo que ahora comienza el noveno grado.

"En este año a mi hijo no le toca uniforme, en séptimo le vendieron dos
camisas y dos pantalones. Pero ya eso está pasado de lavarlo, y en este
curso, le vendieron una camisa y un pantalón. Ahora, en noveno no le
toca nada y tiene que seguir con eso mismo o comprarle uno nuevo, pero
en bolsa negra que por cada camisa o pantalón tengo que pagar cincuenta
pesos."

Las medias también son integrantes del uniforme, pero sin embargo esas
no se venden junto al módulo escolar y los padres tienen que comprarlas
donde las encuentren.

"En el caso de las niñas, en las escuelas te exigen medias blancas,
altas y que no tengan ningún logotipo. Hay que
comprarlas a sobre precio, o con divisa porque si no cumples con ese
requisito, entonces te mandan a buscar de la escuela y te amenazan con
ponerle al alumna hasta una amonestación en el expediente." Dijo Clara
madre de una estudiante de noveno grado.

Al menos por estos días, los uniformes han alterado otras rutinas no
menos preocupantes que vive a diario la familia cubana.

amarilisrey@yahoo.com

http://www.primaveradigital.org/primavera/sociedad/sociedad/1881-las-mismas-dificultades

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