Saturday, July 9, 2011

Cuba, un "Plan B" por si Chávez muriera

Cuba, un "Plan B" por si Chávez muriera

El dilema para el castrismo era que en el mundo de hoy probablemente
nadie más que Chávez estaría dispuesto a sostener con subsidios
multimillonarios, petróleo por tubería y partidas secretas a la
ineficiente e intolerante dictadura cubana.

Rolando Cartaya, especial para martinoticias.com 09 de julio de 2011

Desde que Fidel Castro consiguió a través de su relación personal con
Hugo Chávez un patrocinador para Cuba capaz de reemplazar a la difunta
Unión Soviética, y sobre todo de asegurar un suministro energético
suficiente y estable, empezaron a sonar en La Habana las alarmas sobre
la personalidad mercurial e imprevisible de Chávez, y la posibilidad de
que cometiera un error irreversible o perdiera el poder.

El dilema para el castrismo era que en el mundo de hoy probablemente
nadie más que Chávez estaría dispuesto a sostener con subsidios
multimillonarios, petróleo por tubería y partidas secretas a la
ineficiente e intolerante dictadura cubana. De modo que lo único que
podía hacer La Habana era tratar de apuntalar a toda costa a Chávez
mientras desarrollaba, como señala en el portal Cubanálisis Eugenio
Yáñez, un plan B.

Tal plan, dice Yáñez en "La salud de Chávez y el "Plan B" de Raúl
Castro" estaría motivado por una temprana comprensión de que el poder
chavista no es una institución monolítica ni se basa en instituciones,
sino en un caudillismo extremo, unipersonal, divisivo y polarizador, sin
eventuales sucesores definidos, sino más bien una rebatiña
"revolucionaria" a espaldas de los venezolanos, para poder quedarse con
el premio gordo si faltara el comandante-presidente.

Así las cosas, apunta Yáñez, La Habana ha tratado de atornillar a Chávez
al poder cubriendo los puntos más sensibles para su estabilidad: los
servicios de seguridad y defensa, y aquellos dónde el bolivariano
tendría mejores oportunidades de ganar puntos entre la población: en los
servicios sociales como la salud pública, la educación y los deportes.

Pero quizás el escenario para el cual el neocastrismo estaba peor
preparado era el que se acaba de destapar en La Habana: la detección de
una enfermedad potencialmente mortal en el caudillo venezolano, que este
mes, bajo el signo de Leo como su maestro, cumple apenas 57 años.

¿Naufragaría definitivamente el castrismo si Chávez desaparece de la escena?

En un editorial esta semana, la revista The Economist calcula el monto
del subsidio venezolano a Cuba en 3 mil 500 millones de dólares,
mientras que Paul Webster Hare, un ex embajador británico en Cuba, y
viceembajador en Venezuela, estimó en una entrevista con Prensa Asociada
que es de por lo menos 5.000 millones de dólares, o quizás la mitad de
todos los ingresos en divisas de la economía cubana.

Sin embargo, en su pieza, titulada "Cuba y Venezuela: Si Hugo se nos
fuera", The Economist considera que la situación hoy no sería tan
catastrófica como en 1991, cuando los rusos le sacaron la alfombra de
debajo de los pies a un gobierno que había dependído durante décadas de
sus ventas de azúcar a la Unión Soviética, a precios fuertemente
subsidiados.

Ahora -señala la publicación británica-- la economía está más
diversificada: la isla produce más petróleo, y el turismo, el níquel y
las remesas de los cubano-americanos se han convertido en importantes
fuentes de divisas.

Desde La Habana, el economista independiente Oscar Espinosa Chepe
discrepa diametralmente de la revista británica. Chepe cree que el golpe
de perder los 100 mil barriles diarios de petróleo venezolano y los 5
mil a 6 mil millones de dólares anuales que produce la exportación de
servicios técnicos a Venezuela sería demoledor.

Agrega que Cuba, a diferencia de los ocho millones de toneladas que
producía antes del período especial, apenas produce hoy azúcar, y que
los ingresos netos del turismo son muy bajos porque un elevadísimo por
ciento de los insumos se importan, como también el 80 por ciento de los
alimentos que consume la población. En cuanto al níquel, la producción
se mantiene estancada en poco más de 70 mil toneladas, y podría llegar a
ser irrentable si hay que adquirir el petróleo a precios de mercado.

The Economist apunta que la principal esperanza de independencia
económica para Cuba es la explotación de los 4600 millones de barriles
de petróleo que alberga su zona económica exclusiva en el Golfo de
México. Se espera que la firma española Repsol perfore este año el
primer pozo Pero el editorial recuerda que en 2004, tras encontrar
petróleo allí, Repsol determinó que su extracción no sería rentable.
Concluye diciendo The Economist que la explotación de cualquier nuevo
descubrimiento podría tardar años.

El colega Juan González Febles cuenta desde Lawton en su nuevo blog
"Infierno de Palo" que un botero cubano se le quejó hace poco de que a
Fidel Castro lo han preparado para que no se muera nunca. "Se lo
pusieron todo eléctrico", le aseguró el taxista al director del
semanario Primavera Digital. Si eso fuera cierto, La Habana debe estar
trabajando día y noche en los circuitos que necesitan instalarle, a toda
carrera, a Hugo Chávez.

http://www.martinoticias.com/noticias/Cuba-un-Plan-B-por-si-Chavez-muriera-125265149.html

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