Informe de EE.UU. sobre trata de personas denuncia trabajo en el campo
de estudiantes cubanos
La administración Trump no bajó a Cuba al nivel 3 de su informe anual
sobre la trata de personas, sino que la dejó en la lista de observación
del nivel 2, donde la puso Obama. Cuba rechaza que cooperantes
internacionalistas puedan ser víctimas de trabajo forzado.
Luego de permanecer dos años en una lista de vigilancia, Cuba debía
haber sido bajada de nuevo al nivel tres ─el peor─ en el Informe anual
sobre el tráfico de personas de EE.UU., pero en el reporte 2017
publicado este martes por el Departamento de Estado decidió mantener a
ese país un año más en observación, considerando que ha hecho esfuerzos
significativos, al menos en el área de la trata sexual.
El informe anual sobre trata de personas del Departamento de Estado
incluye cuatro categorías: Nivel 1, para las naciones que cumplen con
las normas mínimas de Estados Unidos; Nivel 2, que incluye a aquellos
que están haciendo esfuerzos significativos para lograrlo; "Lista de
vigilancia" del Nivel 2, para aquellos que merecen un escrutinio
especial; y Nivel 3 para los países que no cumplen plenamente con las
normas mínimas de Estados Unidos y no están haciendo esfuerzos
significativos para lograrlo.
Los países del Nivel 3 pueden enfrentar sanciones, entre ellas la
pérdida de la asistencia de Estados Unidos y del apoyo de Washington
para recibir préstamos del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional, hasta que haya una profunda revisión.
En el informe 2017, el apartado correspondiente por países señala que
Cuba no reúne todas las normas mínimas para la eliminación de la trata
sexual, pero se le reconocen "esfuerzos significativos" en el período
reportado, en cuanto a procesar y sentenciar a traficantes sexuales;
ofrecer servicios a las víctimas; publicar un reporte sobre las medidas
tomadas por el Estado y coordinarlas entre los diferentes ministerios.
Cuba no asciende de la lista de observación hacia el nivel 2 sin
asterisco, entre otras razones, porque el código penal no criminaliza
todas las formas de la trata de personas; no se prohíbe, persigue y ni
siquiera se admite la posibilidad de que el trabajo forzado afecte a sus
nacionales en misiones médicas en el exterior, y tampoco se observó un
mayor esfuerzo que en el período previo.
Luego de mantenerla desde 2011 hasta 2014 en el nivel 3 de la
clasificación, la administración Obama ubicó a La Habana a partir de
2015 en la relación de países del nivel 2 pero bajo escrutinio, que
incluye a aquellos cuyos gobiernos no cumplen estrictamente con las
normas mínimas de la Ley de protección a las víctimas del tráfico (TVPA)
de EE.UU., pero están haciendo esfuerzos significativos para ajustarse a
esos estándares.
La imparcialidad del informe 2015 fue cuestionada en un extenso
reportaje de la agencia Reuters, en el cual 12 fuentes amparadas en el
anonimato opinaron que las conclusiones relativas a 14 países, entre
ellos Cuba, Malasia, China, India, Uzbekistán y México, fueron alteradas
debido a presiones ejercidas por altos funcionarios de Estados Unidos.
En el caso de Cuba, en el reporte publicado a cuatro meses del inicio
del deshielo habría predominado la valoración del Departamento de
Asuntos del Hemisferio Occidental de la cancillería por sobre la Oficina
para Monitorear y Combatir el Tráfico de Personas, con "un número de
recomendaciones rechazadas que sugiere ─ escribió Reuters─ un nivel de
intervención nunca antes visto por diplomáticos en un informe que puede
conducir a sanciones y es la base de las políticas antitráfico de muchos
países".
En relación con el tráfico de personas con propósitos de comercio sexual
la cancillería estadounidense recuerda en su reporte 2017 que Cuba es
fuente y destino de tráfico sexual, y que en la isla tiene lugar el
turismo sexual con menores. Se encomian varias medidas adoptadas,
incluyendo una mayor severidad en las sentencias, aunque se expresa
preocupación por la desprotección legal en que se encuentran los jóvenes
desde los 16 años (la mayoría legal de edad en la isla) hasta los 18,
una inquietud que también fue planteada en abril durante su visita a La
Habana por la relatora temática de Naciones Unidas, Maria Grazia
Giammarinaro.
Acerca del trabajo forzado, el informe 2017 incluye por primera vez el
trabajo no remunerado en la agricultura de los estudiantes de
preuniversitario.
Sobre las denuncias de trabajo forzado en la labor de los cooperantes
cubanos de la salud enviados a misiones en el exterior, expone diversos
puntos de vista acerca de las presuntas amenazas de represalias a la
familia, restricción de movimiento, amenazas de revocación de licencia,
vigilancia después del trabajo, etc.
El documento afirma que el gobierno es el principal empleador en la
economía cubana incluso para los participantes en misiones en el
extranjero que, dice, comprenden a 84.000 cooperantes en 67 países y
constituyen una fuente significativa de ingresos para el gobierno.
Un punto nuevo es que según el Departamento de Estado La Habana reconoce
ahora que retiene los pasaportes de su personal médico en Venezuela,
aunque lo justifica por razones de seguridad.
En un informe enviado a la relatora Giammarinaro, dos organizaciones de
derechos humanos del exilio cubano, Human Rights Foundation y Archivo
Cuba, denunciaron en abril que Cuba no solo practica la trata de
personas, sino que para obtener divisas depende de dos formas de tráfico
humano ejercidas desde el gobierno: la exportación de los servicios de
sus profesionales en condiciones de servidumbre, y la migración forzosa
o estimulada por el Estado.
Source: Informe de EE.UU. sobre trata de personas denuncia trabajo en el
campo de estudiantes cubanos -
https://www.martinoticias.com/a/informe-de-eeuu-sobre-trata-de-personas-denuncia-trabajo-en-el-campo-de-estudiantes-cubanos/147718.html
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