Los muertos del pasado no parecen importarle a nadie, excepto a estos
que aún les lloran
diciembre 10, 2015 4:32 am·
Capdevila, La Habana, Agustín López, (PD) Un círculo, el espacio sideral
como si en aquel lugar se fuera a acabar el mundo. Los estampidos de los
rayos causaban pavor. En el centro de las nubes se abrió una ventana de
luz y comenzaron a pasar imágenes como en una película. Solo pude
identificar la de un soldado romano con el casco de combate sobre su
cabeza. Me imagine que era el testimonio de la historia que Dios tenia
acumulada y ahora la pasaba desde el cielo para que todos la vieran.
Varios metros por encima del horizonte, en un círculo parejo, el cielo
permanecía claro y refulgente de luz. Desperté impresionado, era el
martes primero de diciembre del año 2015. Me levanté y me puse a
escribir sobre la emigración ocasionada por el tiránico régimen de los
Castro en sus 56 años de poder despótico y totalitario.
"…ellos nos dejaron salir, pero después empiezan los chorros de las
mangueras de agua, eran constantes, los chorros no nos los quitaban
sabiendo que iban niños…. Giselle Borges Álvarez, 4 años. Caridad Leyva
Tacoronte, 5 años. Ahogados.
"…se nos pone un remolcador por detrás, el más grande… se nos sube en
popa y nos parte la mitad del barco…" Ángel René Abreu Ruiz, 3 años.
José Carlos Nicle Anaya 3 años. Ahogados
"En eso vemos que vienen dos remolcadores de bombero atrás de nosotros",
"…se pegan a los lados y, entonces, empiezan a tirarnos agua".
"Entonces, seguimos y les decíamos que no nos hicieran daño, que
llevábamos niños allí y les enseñamos los niños y ellos seguían tirando
agua". Juan Mario Gutiérrez García, 10 años. Yasser Perodín Almanza 11
años. Ahogados
"…después vimos dos más [barcos] como a siete millas y se pusieron uno
por cada lado. Uno al frente, otro por detrás y uno de cada lado".
"…entonces, los cuatro empezaron a tirarnos agua y uno de los buques
agarró a chocarnos…". Yousell Eugenio Pérez Tacoronte 11 años. Eliecer
Suárez Plasencia 12 años. Ahogados.
"…estaban los cuatro remolcadores –los que nos estaban hundiendo– y
nosotros les dijimos que nos salvaran, que nos subieran, que habían
niños, lo que hacían era reírse…". Mayulis Méndez Tacoronte 17 años.
Miladys Sanabria Cabrera 19 años. Ahogados.
"…después de la última embestida, se hunde la embarcación debido a que
había destrozado la popa"; "…los remolcadores no los auxilian"; "les
decían que fueran nadando hacia los guardacostas". Joel García Suárez 20
años. Odalys Muñoz 21 años. Yaltamira Anaya Carrasco 22 años. Yuliana
Enríquez Carrazana 22 años. Lissett María Álvarez Guerra, 24 años. Jorge
Gregorio Balmaceda Castillo, 24 años. Ernesto Alfonso Loureiro, 25 años.
María Miralis Fernández Rodríguez, 27 años. Jorge Arquímedes Levrígido
Flores 28 años. Ahogados.
"…cuando zarpó la barca, él se encontraba en la zona baja del mismo y
pudo constatar que no hacía agua por ninguna parte"; "cuando subió a
cubierta observó que eran embestidos por la proa y popa". Leonardo
Notario Góngora, 28 años. Pilar Almanza Romero, 31años. Rigoberto Feu
González, 31 años. Omar Rodríguez Suárez, 33 años. Lázaro Enrique Borges
Briel, 34 años. Martha Caridad Tacoronte Vega 35 años. Julia Caridad
Ruiz Blanco 35 años. Ahogados.
"Hace un año, en esta fecha, cambió mi vida para siempre. Subí junto a
mi esposo, Modesto Almanza, al Remolcador 13 de Marzo, que zarparía de
la bahía de La Habana". Eduardo Suárez Esquivel 38 años. Martha M.
Carrasco Sanabria, 45 años. Ahogados
"Viajábamos alrededor de 70 personas, muchos de ellos eran familiares y
amigos". Augusto Guillermo Guerra Martínez, 45 años. Rosa María Alcalde
Puig, 47 años, ahogados.
"…cuando estábamos a siete millas de la costa fuimos interceptados por
las embarcaciones castristas. De inmediato empezaron a darnos bandazos.
Sentimos miedo por los niños a bordo, el más pequeño de cinco meses de
nacido". Estrella Suárez Esquivel, 48 años. Reynaldo Joaquín Marrero
Álamo, 48 años ahogados.
"Levantamos los niños y empezamos a gritar que por favor no dispararan.
Alguien levantó a una niña y conociendo al que manejaba uno de los
remolcadores que nos atacaba le gritó: "¡Chino, Jabao, no hagas eso,
aquí hay niños!". Si ella no baja a su niña de tres años, se la matan
con los chorros de agua de las mangueras de presión". Amado González
Raíces, 50 años. Manuel Cayol, 50 años Ahogados
"En una acción programada, se nos puso un remolcador por atrás. El más
grande, que era verde con una raya roja, un rayo rojo, se nos subió en
popa y nos partió a la mitad el barco. Al suceder esto el barco quedó a
la deriva porque el patrón, Fidencio Ramel, cayó al agua a consecuencia
de la fuerza de las mangueras. Fue, entonces, que Raúl Muñoz asumió el
control de la nave y trató de ayudarnos, de salvarnos porque ya el barco
tenía tanta agua que estaba a punto de hundirse. Fidencio Ramel Prieto
Hernández, 51 años. Ahogado.
"Después de la última embestida, se hunde la embarcación debido a que se
había destrozado la popa". Finalmente, "los remolcadores no los
auxilian" sino que, "les decían que fueran nadando hacia los guardacostas".
Jorge A. García, sobreviviente que perdió a 14 de sus familiares en
aquel suceso, dijo así al Diario Las Américas: "A 21 años de distancia
voy caminando por una especie de cuerda floja con el peso del recuerdo
de mis 37 muertos, asesinados durante la masacre del Remolcador 13 de
Marzo. Y camino como 'pisando huevitos' para evitar un resbalón que me
haga caer en el abismo de las tendencias, respecto a la apertura de
relaciones entre Estados Unidos y la tiranía feroz de los Castro. Y
prefiero seguir andando por este trecho peligroso hasta encontrar la
fórmula mágica que devuelva la libertad para Cuba y reivindique a mis
muertos", finaliza.
Estos son testimonios de los sobrevivientes del criminal hundimiento del
remolcador 13 de Marzo ordenado por el entonces presidente de la
República de Cuba Fidel Castro Ruz. Nunca hubo disculpas ni
arrepentimiento, todo lo contrario, como lo demuestran sus palabras unos
días después, lejos de sentir remordimientos disfruto el asesinato: "El
comportamiento de los obreros fue ejemplar, no se puede decir que no,
porque trataron que no les robaran su barco. ¿Qué le vamos a decir
ahora, dejen que les roben los barcos, sus medios de trabajo? ¿Qué vamos
a hacer con esos trabajadores que no querían que les robaran su barco,
que hicieron un esfuerzo verdaderamente patriótico, pudiéramos decir,
para que no les robaran el barco? ¿Qué les vamos a decir?".
Como si asesinar niños, mujeres y hombres fuera un acto de heroicidad.
Parece que el viejo remolcador de madera valía más que los niños,
mujeres y hombres que perecieron. Para Fidel Castro, la vida de un
cubano siempre tuvo el precio de un comino y ahora todo parece indicar
que para el presidente Raúl Castro, no deja de tener el mismo valor.
Esto ocurrió hace ya 21 años, pero me viene al recuerdo ahora al cruzar
cerca de la embajada del Ecuador y ver varias manzanas a la redonda
cercadas con vallas con decenas de policías y autos patrulleros en
custodia, debido al conflicto con los cubanos que escapan a través de
Ecuador por ilegales tráficos de personas, a través de los países
centroamericanos.
Irónicamente hoy vuelve a haber una ronda de conversaciones sobre la
emigración entre el gobierno castrocomunista y el norteamericano. La
misma dictadura que disfrutó el asesinato de niños mujeres y hombres en
aquellos momentos y unos días después, el lanzamiento de miles de pobres
y humildes cubanos a las aguas del estrecho de la Florida en un hecho
vengativo y traidor a los sentimientos humanos de bondad. Hoy, de otra
forma han vuelto a colocar a Cuba al borde de una crisis migratoria,
pero ahora por increíble que parezca, ya no existe oficina de intereses,
ahora radica una embajada norteamericana y se han restablecido las
relaciones diplomáticas entre ambos gobiernos, el de Cuba, con la misma
esencia dictatorial y el de los EEUU que tolera y acepta legalmente ante
el mundo los desmanes del castrocomunismo. Los muertos del pasado no
parecen importarle a nadie excepto a estos que aun los lloran.
Mucho ruido hizo el gobierno norteamericano en aquellos momentos, pero
Fidel Castro logró un tratado de 20 mil visas anuales para evitar el
permanente crecimiento y consolidación de la oposición
La señora que está delante de mí se llama Daisy Yolanda Carrasco Tamayo,
hermana de Martha Mireya Carrasco Tamayo y tía de Yaltamira Anaya
Carrasco, madre del pequeño José Carlos Nicle Anaya. Tiene 72 años. Una
lágrima rueda por sus mejillas cuando me cuenta lo que recuerda de aquel
trágico día. Son heridas que nunca cierran y siempre sangran con inmenso
dolor, un dolor aquí en el pecho- me dice- y enciende un cigarro
buscando aliviarse. No hay un día que nos los recuerde. Trabajaba en la
fábrica de cigarro HHupman. Un día me levanté del puesto, fui donde
estaba la jefa y le dije: Me voy, este lugar me queda chiquito, no pude
soportar más la tragedia. Se calla por unos segundos. Levanta la mano y
se limpia las lágrimas.
Yo tampoco puedo evitar que se me anude la garganta y se asome una
lágrima en mis ojos imaginándome los cuerpecitos de los niños lanzando
sus manitas instintivamente hacia sus padres en busca de salvación,
mientras de sus boquitas abiertas en una última y terrible espiración se
escapaba una burbuja de aire cuando ya en sus pulmones se acumula el
agua y sus cuerpos inician la última inmersión hacia el fondo del mar.
Luego el cúmulo de cadáveres queda quieto, mientras Poseidón dolido y
furioso, lanza un escalofriante grito y se clava el tridente en el
pecho. La fauna acuática, asombrada de tal barbaridad quedó petrificada.
Arriba, en la superficie del mar los ejecutores directos de la tragedia
se vanaglorian de haber cumplido la orden del comandante presidente. Si
algún genio de la pintura lograra un cuadro no habría mucha diferencia
entre el Guernica de Pablo Picasso y la pintura creada, excepto las más
de cuatro décadas de evolución humana entre las dos fechas.
No creo que haya tampoco mucha diferencia entre un avión que cae al mar
cerca de las costas de Barbados víctima de un atentado y el vil acto de
hundir el remolcador. Si en el avión viajaron personas comprometidas y
conscientes con su existencia en busca de la gloria terrenal y no se
podía predecir las consecuencias del atentado, el remolcador iba repleto
de víctimas del castrismo en busca de libertad e inocentes infantes sin
el menor atisbo concupiscente. No hay crimen mayor que el de ser
causante consciente del asesinato de un niño. Hellen Martínez Enríquez 5
meses. Cindy Rodríguez Fernández 2 años. Ahogados
Para las víctimas del atentado del avión de cubana Fidel Castro casi
declamó un conmovedor discurso: "Cuando un pueblo enérgico y viril llora
la injusticia tiembla". Para las víctimas del remolcador una feroz
sentencia. "¿Qué vamos a hacer con esos trabajadores que no querían que
les robaran su barco, que hicieron un esfuerzo verdaderamente
patriótico, pudiéramos decir, para que no les robaran el barco? ¿Qué les
vamos a decir?".
Creo que los únicos que no derraman una lágrima al leer estos
testimonios son los Castro y sus sanguinarios matones. Ellos nunca han
derramado una lágrima por el pueblo de Cuba.
América Latina se hizo cómplice de tal genocidio como lo hace ahora de
una forma diferente y permite desde hace varios años el tráfico de
cubanos a través de su territorio. Y dejémonos de cuento, no es
emigración económica, en Cuba no se muere por hambre ni por falta de
asistencia médica.
"Si hay sobrevivientes de la tragedia es porque sucedió lo inesperado:
cuando ya todo parecía terminado y estaban a punto de morir, aparece un
barco griego en las inmediaciones y al percatarse las lanchas guarda
fronteras que los griegos estaban observando los hechos, decidieron
intervenir y prestarle socorro a los "náufragos". Gracias a los griegos
existen 31 sobrevivientes de esa tragedia".
Me pregunto ¿Cuántos sobreviviremos a la próxima tragedia del
castrocomunismo en sus últimos días de existencia?
agustinlopez1955@yahoo.com , Agustín López Canino
Source: Los muertos del pasado no parecen importarle a nadie, excepto a
estos que aún les lloran | Primavera Digital -
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